La enana de la suerte.

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Es 11 de septiembre, después de coser y reformar una prenda de salir, con mi mejor amiga nos dirigimos hacia su casa. Llegamos y nos recostamos a ver una serie muy llamativa y atrapante para personas de nuestra edad. Estuvimos ahí un par de hora llegamos a ver tres capítulos. Y cuando se hizo la hora nos abrigamos, subimos a la moto y nos dirigimos a lo de un amigo, compañero del colegio. En el camino se nos ocurrió ir a dar un paseo de esos que hacíamos siempre por el centro de la ciudad hasta el paseo del río.
Ese día el tiempo estaba muy horrible, el viento crujía y el frío nos congelaba las manos. Aun así eso no nos importo, nosotras seguíamos en nuestro mundo. A mitad del camino llegando a la bajada, nos dimos cuenta que el viento iba aumentando. Fue un segudo fugaz en el que un trozo bastante grande de madera, que se encontraba sobre un hotel en construcción de mas o menos 5 pisos, salió despedido por el viento, en ese momento cruzo por delante de nuestra moto, cuando la enana freno de golpe, esa madera casi nos rebana la cabeza, ahí fue cuando nos dimos cuenta de que estábamos jugando con algo que ya se iba mas allá de nuestro alcance, no se que habrá pensado mi amiga, pero a mi se me vino a la cabeza eso de que los momentos más hermosos duran segundos y que en cualquier momento puede terminar nuestra vida.
Luego de que pasamos el hotel le pedí a mi amiga que doblara y que agarrase por otra cuadra. Cuando llegamos a lo de nuestro amigo le contamos lo sucedido él no lo podía creer y nos dijo que estábamos locas por haber ido a dar un vuelta. Claro que cuando nosotras lo decidimos no pensamos en las consecuencias.

Son las 01:30 hs y mis amigos están intentando cocinar pochochos, el día anterior a mi compañero se le habían quemado asíque él o tenia idea de lo que hacía.
Ellos no se daban cuenta de lo bonito que se veían juntos cocinando y la ternura que me provocaban. El valor de los buenos momento me invadía, solo por eso, por verlos felices, yo por mi parte queriendo o no era participe de ese hermoso momento, siempre me gusto contemplar la belleza desde lejos.

Son las 3:15 hs y nos vamos a la planta baja, a la pieza, por que nos estábamos muriendo de frío. Después de un par de risas, juegos y sacarnos fotos, llego un mensaje al celular de ella, me miro con cara de pervertida y me dijo
:_mira quién me mando un mensaje.

Nuestro amigo al ver mi cara de felicidad y euforia pregunto ¿Qué quien era?, le explique ya que nunca fui una persona de secretos. No puedo explicarlo pero mis propios secretos me ahogan, a veces siento que por ellos me hundo y nadie lo nota.

Relatos de un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora