Era la primera vez que Severus recibía algo, el gran comedor se hallaba en un gran silencio que poco a poco fue llenado por susurros y murmullos para nada disimulados por parte de tres casas, los tejones eran quienes más emocionados estaban, una carta de amo, eso gritaban desde su mesa.
Los Gryffindors por su parte se sentían orgullosos de saber que alguien de su casa era lo suficientemente valiente como para declarar tener un enamoramiento por Severus, no era necesario que dijeran que era de esa casa, si se fijaban en el animal que seguía frente al ojionix podrían mirar que tenía una pequeña bufanda con los colores de la casa de los leones.
Los Ravenclaw por su parte, se ponían a analizar quien estaría lo suficientemente loco o enamorado como para hacer eso en público, era de saber de todo el colegio que Severus Snape era una persona discreta.
Y las serpientes, ellos solo se mantenían en calma, o eso aparentaba, Regulus y Lucius, al estar a cada lado del involucrado podían leer la carta, ambos querían reír por lo cursi que podía llegar a ser Sirius, pero al mismo tiempo estaban felices por su amigo.
Todas las teorías de que se trataba de una declaración de amor se confirmaron cuando aquella pálida serpiente levantó la mirada de la carta y dejo al descubierto su rostro con un pequeño sonrojo acompañado de una expresión de sorpresa y curiosidad, dobló la carta y la guardó en su bolsillo, desenvolvió el paquete frente a él y su sonrojo solo aumento mucho más.
Aquella caja tenía un hechizo de expansión, cuando Severus retiro la tapa un globo que tenía escrito “Me gustas” salió y luego explotó y las palabras “DÉJAME AMARTE” se formaron con violetas de parma y luego se juntaron para crear una sola flor más grande que terminó en las manos del ojionix, quien la recibió con una sonrisa olvidándose de las miradas sobre él.
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Sirius estaba feliz, ver la cara de Severus cambiar de sorpresa, cuando recibió su regalo, a verlo sonreír de esa manera tan libre le hizo sentir bien, estaba seguro que quería ver esa sonrisa todos los días de su vida y haría hasta lo imposible por conseguirlo.
–Al parecer si te esforzaste –dijo James.
–Entonces, ¿Valió la pena despertarte tan temprano para hacer eso? –pregunto Remus.
–Creo que no está nada mal despertarme temprano si la recompensa será ver esa sonrisa en su rostro –dijo con un suspiro– Es que miren esa carita tan linda, ese sonrojo y esa sonrisa, solo basta con mirarlo un momento para saber que está feliz.
–Oh, no ¡Lo hemos perdido! –dijo James para molestar un poco a su amigo– Espera… ¿Eso significa que los únicos solteros del grupo somos Peter y yo?
–En realidad, James –habló el cuarto integrante del grupo algo sonrojado– Yo tengo pareja
–¿Qué? –dijeron los tres amigos
–¿Por eso te desaparecías tanto? –pregunto Sirius
–¿Por qué te dignas a contarlo ahora? –Pregunto James
–¿Hace cuánto? –Pregunto Remus
–Respondiendo en orden, sí, porque me daba miedo sus reacciones y hace unos dos meses.
–La única manera de que nuestras reacciones te asusten seria si tu pareja fuese de la casa de las serpientes –silencio por parte de todos– Solo dime que no es Regulus, por favor
–¿Qué? No, no, Sirius ¿Cómo siquiera piensas eso? Sería como salir contigo pero más educado y mejor arreglado, en realidad no estaría mal.
–¿Qué? Entonces, te gusta el hermano de Padfoot pero no sales con él–preguntó James interesado en el tema– Esto es divertido.
–Justamente por la actitud que están tomando es que Wormtail no dijo nada –dijo Remus y los miro mal– No les hagas caso, mejor dinos ¿Quién es?
–En realidad se los contaré luego, cuando sienta que sea tiempo de presentarles.
–Bueno, bueno ya déjenme seguir viendo la carita toda preciosa de mi Severus
–Ya lo perdimos, ha caído totalmente –comenzó a dramatizar James
Cuando el desayuno acabó, fueron a sus clases, el tiempo pasó rápido para los cuatro amigos y ahora estaban en le última clase del día, pociones que, para fortuna de Sirius, compartían con las serpientes.
–Si Padfoot es un desastre en esta materia cuando está concentrado ahora que tiene con quien distraerse es posible que terminemos con el salón explotando –dijo James en broma y le hubiese gustado que solo quedara en eso, después de que accidentalmente Sirius explotase el caldero y cuando el profesor les dejo ir antes, el mayor de los Black agarro la mano de Severus y se lo llevo corriendo.
–Debería preguntar a donde lo lleva –les dijo Regulus que se había acercado a ellos.
–Tampoco sabemos –le respondió James
–Bien, nos veremos luego
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–Sirius, ¿A dónde vamos?
–Es una sorpresa
El ojigris había llevado a Severus a la entrada de Torre de Gryffindor, después de taparle las orejas para que no escuche la contraseña la dijo, volvió a arrastrarlo hasta su cuarto.
–¿Qué hacemos aquí? Yo no debería estar aquí.
–Lo sé, lo sé pero te tenía un regalo y no podía llevarlo porque hoy tenía que llevar muchos libros y podía dañarse. –dijo mientras buscaba en su baúl.
–Sirius, realmente estoy agradecido contigo por esto pero no es necesario que hagas esto.
–Claro que es necesario, es que tú no lo entiendes, si tú pudieras por un momento ver la manera en la que yo te miro, si tan solo pudieras ver como yo te veo, para mí esto no nunca será suficiente, te mereces más que esto y si yo fuera alguien más ingenioso con esto sería genial, me he matado pensando que debería darte, pensé en cada pequeño detalle que conozco de ti solo para poder encontrar los regalos perfectos.
–Sirius, con que salgamos y nos quedemos bajo un árbol mientras nos abrazamos está bien para mí.
–Lo sé, pero trata de entenderme, quiero que esto funcione, me gustas demasiado y siento que mereces el mundo entero y si pudiera te lo daría.
Severus sonrió por la ternura con la que hablaba Sirius, si tan solo supiera que solo con querer cortejarlo era feliz, con solo saber que para él no era otra persona más era suficiente.
–Sirius, de verdad no es… –el ojigris dejo de buscar y se acercó al ojionix
–Créeme, realmente quieres tener esto –antes de que Severus pudiese negarse a aceptar algo le mostro un libro de pociones, Merlín sabia cuanto amaba esa materia y el que Sirius lo sepa y buscase regalarle algo que realmente le sería útil, solo podía hacerle sentir feliz– “Las mil y una historia del maestro de pociones”, realmente fue difícil conseguirlo pero sabía que ver tu cara con esa sonrisa lo valdría.
Severus lo abrazo mientras murmuraba muchos “Gracias” que quedaban amortiguados en el pecho del heredero Black, quien correspondió el abrazo y sonreía por la reacción
–Yo pensé que no había más copias, esto es demasiado no tenías, seguro has pagado una fortuna.
–En realidad, solo fue una foto de James dormido sin camisa.
–¿Qué? –le dijo Severus mientras lo miraba sin entender
–Esta chica de Ravenclaw, Abigail Jones, su padre es dueño de una librería, le hable para que lo consiga y cuando pregunte el precio solo me dijo y cito: “Una foto de James Potter durmiendo, si puede ser sin camisa mejor, si no lo consigues bueno, pero debe estar durmiendo” la mire raro y luego me explico que una vez vio a James dormir en la biblioteca y le pareció muy tierno, le dije a Prongs y dijo que eso era raro pero aceptó y ahora estas aquí abrazándome con tu libro todo feliz y haciendo que me enamore más de ti.
Severus se sonrojó más y le sonrió, se levantó de puntillas y le dejo un beso en la mejilla, causando que Sirius sonriera también.
–Muchas gracias por todo esto, realmente te estas esforzando, gracias por creer que valgo la pena como para que lo hagas.
–Vales demasiado, más que cualquier persona que conozco.
Sirius llevo a Severus a su cama y se acostaron, no era en plan sexual, solo quería estar con él en un lugar tranquilo, si los chicos llegaban cerraría las cortinas de su cama y pondría un hechizo silenciador, o muy probablemente ellos se irían. Su tarde transcurrió entre bromas y conversaciones banales e incluso una que otra regañada de Severus por no prestar atención en algunas clases, cuando fue tiempo de ir al gran comedor para la cena, se levantaron y caminaron en silencio, mientras Severus abrazaba su libro, Sirius le rodeaba los hombros con su brazo, se sumergieron tanto en su plática que cuando entraron al gran comedor, por inercia la serpiente camino a su mesa y Sirius le seguía, se sentaron y comieron tranquilos olvidándose de la gente a su alrededor.
–Hola chicos, también estoy feliz de verlos –dijo Regulus llamando su atención
–Entonces, ¿Ya están en la etapa donde se van a sentar en la mesa de la casa del otro solo para pasar tiempo juntos? –les pregunto Lucius
Y eso fue lo que les hizo darse cuenta de varias cosas, primero: Sirius estaba sentado en la mesa de las serpientes. Segundo: Severus aún tenía el brazo de su acompañante en sus hombros ¿Cómo podía el ojigris comer así? Si bien su brazo derecho estaba libre, ¿no le era incomodo? Se preguntó el ojionix. Tercero: ¿En qué momento Severus comenzó a limpiar con una servilleta una mancha de chocolate que había en la mejilla de Sirius? Y cuarto: todo el comedor estaba mirándolos como esperando una explicación.
–¿Acabaste de comer ya? Podemos irnos si deseas –le preguntó Sirius cuando le sintió ponerse nervioso por tantas miradas.
–Sí, por favor.
Sirius se levantó y le dio la mano para ayudarlo, luego volvió a poner su brazo sobre los hombros del contrario y salieron del comedor sin dar una explicación, todo el gran comedor estaba sumergido en silencio hasta que un alborotado James se levantó de su mesa y se acercó corriendo al hermano de su mejor amigo, haciendo que los murmullos comenzaran.
–¿Qué demonios les dijeron?–dijo mirando a Regulus y sentándose junto a un pelinegro dándole un beso en la mejilla– Hola Tommy
Si en algún momento el comedor decidió iniciar una charla donde los involucrados eran los chicos que salieron hace unos minutos, lo que hizo James volvió a callarlos y ahora todo el comedor lo miraba a él y a Tom Riddle.
–¿Acaso uno no puede dar un beso sin que ustedes dejen de comer? –les grito irritado y los ignoro enfocando su atención en Regulus– ¿Y bien? ¿Vas a contarme lo que hablaron o no?
–¿Acaso todos en tu grupo de merodeadores son gays? –pregunto Regulus
–Pues hasta ahora tres de cuatro lo somos, aunque creo que Sirius es bisexual y Pet aún no nos dice quién es la persona misteriosa que sale con él, como sea eso es otro tema, ahora háblame de esos dos –dijo y le quito un poco de comida a Tom quien solo suspiró
–No dijeron mucho, solo les preguntamos si estaban en la etapa de sentarse juntos, se dieron cuenta de la escena que armaron y se fueron.
–Ok, me voy –le dijo a Regulus y luego volteo a ver a Tom– Nos vemos luego Tommy –quería darle otro beso en la mejilla pero no conto con que el Slytherin voltearía a mirarlo cuando escucho que le habló y sin querer los labios de ambos se chocaron, no fue un beso en toda la regla y, ambos estaban sorprendidos, solo se alejaron cuando Lucius comenzó a reír. James salió corriendo del comedor seguido de sus amigos y Tom se quedó procesando lo que había pasado recibiendo la mirada acusadora de sus compañeros de casa, como todo buen Slytherin se levantó y salió del comedor demostrando la calma que no poseía.
–Debes estar bromeando, ¿A todas las serpientes le gustan los leones? –dijo Regulus mirando a sus compañeros de casa y nadie respondió pero pudo ver como una persona no fue capaz de mirarlo y eso fue sospechoso.
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–Hicimos una escena muy fuerte para esos idiotas, ¿no crees?
–No lo sé, me perdí en tus hermosos ojos negros
–A veces eres muy cursi
–Solo contigo
–Corrijo demasiado cursi
–Solo con…
–Cállate –lo interrumpió Severus, tirando de su túnica y besándolo para que dejara de hablar de una vez por todas, se separaron con una sonrisa– Así está mejor.
Se quedaron en los jardines de Hogwarts, sentados y abrazados mientras Severus leía una historia muggle que a Sirius le estaba gustando.
–Es muy tarde, ya casi es el toque de queda –dijo Severus dejando de leer.
–Espera, no podemos irnos, ¿Qué paso con Romeo? ¡Él no vio el papel! –exclamó intrigado
–Lo sabrás mañana, ya debemos ir a dormir
Sirius obedeció y acompañó a Severus hasta la entrada de las mazmorras.
–En momentos como estos me hubiese gustado estar en Slytherin, así pasaríamos más tiempo juntos.
–Lo vuelvo a decir, demasiado cursi –miro el puchero de Sirius y lo besó– Pero es mejor así, de ese modo no te cansas de mí, descansa.
Sirius se fue después de ver a Severus entrar, se dirigió a la Torre de Gryffindor, recito la contraseña al retrato de la señora gorda, cuando entro a la habitación que compartía con sus amigos observo como James golpeaba su cabeza con la pared mientras Remus trataba de hacer que se detenga y Peter estaba en estado de shock.
–¿Debo preguntar o es mejor ignorarlo?
–Sirius –James corrió y lo abrazó– Fue horrible, bueno no, se sintió bien pero todos nos vieron, no quería eso
–James, no entiendo nada, ¿Qué ocurrió? –sentía que el miope lloraría entonces lo abrazo y comenzó a dar palmaditas en su espalda– Ya pasó, mejor cuéntame que es lo que sucedió, pero el castaño solo negó con la cabeza y miro a Remus quien suspiró.
–Le dio un beso a Tom Riddle frente a todo el comedor unos minutos después de que tú y Severus se fueran.
Sirius no sabía que decir, alejo a James de su cuerpo y lo miró, cuando recibió un asentimiento lo abrazó más fuerte, como pudo caminó a la cama del miope y se acostó con él, después de unos cuantos mimos James se durmió.
–Deben dejarme ver sus recuerdos, necesito ver la escena –dijo bajito pero medio riendo.
–Vamos a dormir, Peter aun no sale de su asombro –dijo Remus y señalo a quien seguía mirando el techo como si fuera lo más interesante del universo.
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Cuando Severus entro en su cuarto encontró a Regulus y Lucius junto a Tom, quien estaba siendo interrogado.
–¿Debo asustarme? ¿Mataron a alguien?
–Eso es algo que Tommy hubiese preferido –dijo Lucius y Severus lo miro extrañado por el apodo y tono de voz que uso el rubio al decir el mote al pelinegro.
–Yo lo explicaré –dijo Regulus que estaba sonriendo– Nuestro querido Tom ha sido besado en el gran comedor unos minutos después de que te fueras con Sirius a darme sobrinos –ignoro el sonrojo de Severus y continuó– Por nada más y nada menos que James Potter.
Eso fue demasiado para el ojionix, quien miro a Tom esperando que lo negase o que las risas salgan y le digan que era un torpe que se creía todo, pero eso nunca ocurrió.
–No te puedo –silencio– ¡Debo ver eso! ¿Quién de ustedes va a mostrarme el recuerdo?
–Juntarte con el hermano de Regulus ya te está afectando –dijo Tom enojado.
–Por supuesto que no, pero eso es algo que no ves todos los días, además si no lo hacen ustedes seguro que Sirius va a pedir el recuerdo a Lupin y me dejara verlo con él.
–Suficiente, vamos a dormir y tú vienes conmigo que ellos deben dormir –dijo Tom y se llevó a Lucius a la habitación que debían compartir.
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Cristal
Short Story-Necesito que me quieran, que me hagan olvidar las penas, que no me pidan demasiado pues casi todo ya lo he dado- Una pequeña historia de amor dónde Sirius Black y Severus Snape son los protagonistas.