Capitulo 4

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La mañana siguiente desperté peor, si es que aún se podía, debido a las lágrimas que había derramado mis ojos estaban hinchados y me dolía la cabeza, mi cabello había regresado a como estaba en mis primeros años en Hogwarts. Me sentía y veía fatal, observando mi reflejo en el espejo me di cuenta de que durante años me había entregado tanto a mi papel como ama de casa, madre y esposa que había dejado de lado a una de las personas más importantes YO.

Hace años desde que me entere de que estaba embarazada y posteriormente me case me aleje de todos, pero lo peor es que había dejado de lado a mi misma, mis sueños y aspiraciones, todo lo que me gustaba, absolutamente todo lo que me definía.

Sali del pequeño baño, al parecer Charles acababa de despertar, al verlo todo lo que llego a mi mente es que a pesar de todo lo que sintiera en este momento, del daño que me causé Oliver, de lo incierto que en este momento es mi futuro lo único bueno que había en mi vida es esa pequeña personita que siempre me querrá incondicionalmente y nunca me traicionara. Tomándolo me dirigí a su cambiador, ahí busqué un cambio de ropa para alistarlo. Primero tomo un baño y cuando ya se encontraba listo nos dirigimos a la cocina, parecía ser alrededor del mediodía, de modo que lo mas probable es que mi adorado esposo desde hace horas ha salido de casa, pero al llegar a la cocina lo primero que percibí es el olor a comida y a Oliver el la mesa esperándolos, no tengo ni idea de como actuar, al parecer necesito tomar un curso en donde me expliquen "Como fingir ser la familia perfecta después de la traición de tu esposo" porque al parecer Oliver si lo sabe, me sonríe como si anoche no hubiera pasado nada

── Mione como te sientes cariño, ven desayunemos juntos, acabo de enviar una lechuza al entrenador avisándole que hoy no iré al entrenamiento, de modo que hoy saldremos, quiero recuperar el tiempo perdido con ustedes── me dice como si yo aun siguiera viviendo en la total ignorancia de lo que él hacía, y no puedo de verdad que no puedo, no se que hacer, por una parte quisiera golpearlo y decirle todo lo que tengo dentro y no pude decirle antes, hacerle saber el daño que me había hecho, uno que no iba a sanar de la noche a la mañana sin importar sus patéticos intentos de solucionarlo u olvidarlo. Pero por otra parte mi orgullo me dice no más ya has sido humillada suficiente como para que aún le demuestres la importancia que tiene en tu vida y sentimientos, no sé qué hacer, pero lo que si se, es que no, no puedo estar más aquí con él como si nada hubiera pasado.

Me acerco a él y le doy a Charles

── Cariño quédate un momento con tu padre── le digo a mi bebé mientras le doy un beso ── No Oliver no puedo estar ahorita en el mismo lugar que tú, necesito salir, tomar aire estar sola, así que por una vez hazte cargo de nuestro hijo── le digo mientas tomo mi bolsa y salgo de la casa

No sé qué hacer, no tengo un lugar a donde ir, me aleje de mis amigos hasta el punto de que ni siquiera en este momento me siento con la confianza de pedirles ayuda y mis padres es otra historia, tenían grandes expectativas de su pequeña hija así que cuando a los 15 años me presente con Oliver para decirles que estaba embarazada, que dejaría la escuela y me casaría su reacción no fue buena, lo aceptaron pero me dejaron muy claro que ellos no estaban de acuerdo con eso, si ya había cometido el error de salir embarazada no podía cometer dos más, no debería de dejar la escuela, sino era en el mundo mágico al menos en el mundo muggle, nos dijeron que no era necesario que nos casáramos, que Oliver y yo podíamos sacar adelante al bebé sin la necesidad de estar juntos, que un matrimonio a esa edad no saldría bien, era una niña que iba a jugar a ser madre y esposa y Oliver era aún un adolescente que jugaría a ser padre y esposo, pero Oliver era un mago sangre pura que estaba acostumbrado a que las madres se hicieran cargo de sus hijos y los hijos tenían que nacer en el matrimonio así que se opuso y yo tan enamorada que estaba lo apoye pensando que era lo mejor, gran error, no fue lo mejor y ahora me daba mucha vergüenza correr a llorar a los brazos de mis padres, ellos habían tenido razón y yo tan tontamente enamorada no me di cuenta.

En ocasiones el primer amor no es el definitivoWhere stories live. Discover now