La boda

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Pasaron los meses y decidimos adoptar un perro, para mi mala suerte, en el departamento que rentaba no permitían mascotas, por lo que decidimos mudarnos a las orillas de la ciudad. Escogimos una casa pequeña con un patio amplio, ubicada en un vecindario sereno.

Mi vida iba perfecta, era feliz y cada día me enamoraba más de Alice y ambos sabíamos que nos esperaba una gran historia por vivir; así que para poder unirme más a ella le pediría matrimonio. Estaba pensando que una cena sería lo mejor; aunque a Alice siempre le gustaron las cosas sencillas, sabía que tenía que ser un momento perfecto he inolvidable.

A consecuencia de la mudanza, tuve que cambiar de empleo, ya que el anterior me quedaría muy lejos. Antes de la mudanza ya había visto solicitudes, además que busque por internet  algunas. 

Me dirigí a el edificio de oficinas, entregue mi recomendación y obtuve el empleo. De vuelta a mi nuevo hogar una notificación llamó mi atención. Justo lo que estaba buscando, un momento inolvidable para pedirle matrimonio. Supongo que me emocioné de más, pues todos en la calle se me quedaron viendo por un momento.

"Los desordenados" iban a dar un concierto en el mismo lugar donde conocí Alice, y no lo dude dos veces, tenía que ser ahí. Compre los boletos VIP, y una vez en el escenario, me arrodillaría. Tenía un gran plan. Unos días después pedí permiso para salir temprano y comprar los anillos.

Le dije a Alice que se preparara para el concierto, no parecía sospechar, yo estaba haciendo lo mejor por controlar mis nervios. Una vez en el concierto, le dije que tenía los pases VIP, ella se emocionó, me abrazó y ambos subimos al escenario, coreamos cada canción que la banda tocaba, hasta que llego nuestro turno en el escenario. Nos acercamos al vocalista y el guitarrista principal, nuestra emoción era evidente, pero no podía perder más tiempo, tenía que hacerlo; justo empezaron a tocar nuestra canción favorita y entonces me arrodille, Alice no podía creerlo, la banda y el público tampoco podían creerlo, los aplausos no se hicieron esperar. Toda la euforia del publico hizo el momento aún más mágico.

- ¿Te quieres casar conmigo?- Dije sin quitar la mirada de Alice.

Ella solo comenzó a llorar, tomo su tiempo y me respondió con un hermoso "sí", todo el público enloqueció, sabía que mi plan había sido perfecto. Parecía un sueño, el resto del concierto lo sentí increíble, al finalizar, volvimos a casa con los corazones a tope.

El buen padreWhere stories live. Discover now