Mi encuentro con Alice

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Entonces abrí los ojos, la luz del sol que entraba por la ventana de mi habitación me había despertado con su calidez. Me levante y camine hacia la cocina, desayune el mismo cereal que siempre, mientras mis oídos se deleitaban con las canciones de mi banda favorita, llamada "los desordenados".

Hace poco había escuchado que se presentarían en un teatro cercano a mi departamento, no podía desaprovechar la oportunidad, había ahorrado lo suficiente y me hacía falta salir de la rutina. El ansiado día llego, tomé mi chaqueta de cuero, la playera oficial de la banda, y mis boletos, que por cierto, eran de primera fila. Sabía que esa noche era mi noche, disfrutaría el concierto al máximo y tendría una experiencia más que contar.

Una vez ya en aquel teatro, podía sentir la emoción de todos los demás asistentes, el ambiente era perfecto, o eso creía, hasta que me impacto su presencia; entre aquel inmenso mar de cabezas era radiante, llamativa e imponente, su belleza me golpeo tan fuerte como un tronco en la cara, entre toda la multitud solo podía verla a ella. Entonces tome todo el valor que pude y me dispuse a hablarle.

- Hola, mi nombre es Oscar, ¿Cómo te llamas?- Grité lo suficiente para que me escuchara.

Ella simplemente sonrío, y con una dulce voz se presentó, su nombre era Alice, le quedaba perfecto.

En todo el tiempo que duro el concierto, no me despegue de ella, y bueno, no se veía que mi presencia le molestara, incluso me pidió que la cargara en mis hombros. El concierto terminó, ambos lo disfrutamos al máximo, entonces le pedí su número y me lo dio sin dudar.

Pasada casi una semana la invite a un restaurante, estaba muy emocionado y nervioso, no podía negar que sentía una fuerte atracción hacia ella. Siempre fui muy indiferente ante eso del amor a primera vista, pero el destino me había dado una cachetada en la cara. Una vez ya en el restaurante, Alice ordenó un plato de lasaña, me dijo que era su favorito, ordene lo mismo. Curiosamente ese plato me encantaba, era la mejor lasaña de toda la ciudad. La pasamos increíble.

Varías citas después, decidí dar el paso, le pedí que fuera mi novia, y con lágrimas de alegría Alice acepto. Me sentía el hombre más feliz del mundo.

Transcurridos seis hermosos meses semudó a mi departamento, todo era perfecto, como sacado de una película romántica llena de cliches y cursilerias baratas. Hasta que la bonita película dio un giro inesperado, Alice decidió presentarme a sus padres.


El buen padreWhere stories live. Discover now