¿ Y Alice?

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Cegado por el dolor deambule como un zombie por todo el hospital hasta la salida,mis suegros no me detuvieron, creo que ni siquiera vieron que ya no estaba allí,sin expresión alguna conduje hasta casa. Una ves ahí,Buk nuestro perro me recibio con felicidad, pero inmediatamente cambio de actitud al olfatearme bien, chillo y ladro, no estaba de humor, me irritaba su ladrido me enoje con él, lo patee y lo encadene afuera, quería silencio, quería a Alice.

Fui a nuestro dormitorio y enloquecí,saque todas las cosas de Alice y las aventé sobre la cama, su ropa, su vestido de bodas y la playera de "los desordenados". Toda esa montaña de recuerdos me torturaba, me aventé sobre ella y llore, llore lo más fuerte que pude, hasta que todo el universo se enterara de mi dolor, no recuerdo en que  momento me quede dormido. 

Al despertar me sentía maldito, desgraciado, me quería morir, mi cabeza repitiendome la misma maldita pregunta una y otra y otra vez, "¿ Y Alice?", tomé la botella de alcohol que estaba encima de los enlatados y comencé a beber, copa tras copa, vomitaba y volvía a beber, apenas y comía. ¿Vivir...morir? ya no notaba la diferencia. Solo salía por alcohol, no se como lograba llegar de la tienda a mi casa.

 El teléfono vibraba a cada rato, solo quería que se callara, que me dejara morir, sin Alice ¿que caso tenía intentar otra cosa? O eso creí hasta que noté que se me acabó el dinero. Volví a irritarme y tome lo ultimo que me quedaba de alcohol demasiado rápido, todo me dio vueltas, quería vomitar, pero solo me desmaye.

Desperté con vidrios en mi mano temblorosa, en el fondo una luz proveniente de mi celular, tenía un momento de lucidez, entonces contesté, eran mis suegros preocupados, me dijeron que se alegraban por saber que estaba vivo,y esas palabras me hicieron preguntarme por cuanto tiempo me había ido. La respuesta... tres semanas.

Dicen que habían tocado la puerta de la casa en distintas ocasiones, pero como las luces estaban siempre apagadas y casi no había ruido excepto los ladridos de Buk, decidieron llevárselo y creer que había salido de la ciudad, aunque, por mi voz de ebrio, creo que ya sabían la respuesta.

Esa tarde llegaron a la casa, les abrí y por la expresión de sus caras, no les gustaba para nada lo que veían. Botellas en todas partes, comida tirada y empaques en cada rincón, era un total desastre. Sin embargo, no venían solos, mi suegra enseguida me mostró una extraña canasta, me asome y lo que vi me revivió de inmediato, sus lindos ojos, su piel tan suave, su belleza me golpeo como un tronco en toda la cara, mi corazón volvió a latir, me enamore al instante, y volví a sentir aquel instinto paterno que había enterrado.

-Le pusimos May- Me dijeron con una sonrisa de tranquilidad, al fin conocí a mi hija. ¿ como pude olvidarme de un ser tan hermoso? me sentía un asco.

Obviamente no podía quedarme con ella en esas condiciones, así que tenía que rehacer mi vida, limpie la casa, deje el alcohol y conseguí otro trabajo, cuando me di cuenta, May ya estaba viviendo conmigo.



El buen padreWhere stories live. Discover now