CAPÍTULO I

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Poco recuerdo de ese día, durante la ceremonia mi mente iba y venía con un dolor intenso que recorría mi cuerpo. Sé que cada vez que me retorcía, unas palabras se repetían una y otra vez "Si el camino es difícil, es porque vas en la dirección correcta", estoy segura que eso decía Israel.

Aunque quisiera recordar más del pasado y prevenir el futuro, el presente me impide hacerlo. Al igual que antes, los humanos cazan a las sirenas para torturarlas, asesinarlas y venderlas en el mercado negro como accesorios, la sangre que drenan de las aletas son utilizadas como afrodisíacos en productos de belleza.

En todos estos años nada ha cambiado. Los humanos siguen estando en lo alto de la cadena alimenticia y por mucho que me duela... No puedo hacer nada para detenerlos

- ¡Yemanya, cuidado! – dice tomando su mano

- ¡Eminet! ¿Qué sucede? – dice confundida

- ¡Deja de soñar despierta, tenemos que proteger a los jóvenes! – dice Eminet sujetándola con fuerza

- ¿Qué ha pasado? – dice agitada

- Los humanos descubrieron nuestro escondite, les he pedido a las cecaelia que nos ayuden a distraerlos

- ¿Con que condición? – dice esquivando una flecha

- Que los ayudes con su reino. – dice cansado

- Haré lo que me piden mientras nos ayuden

- ¡Si, mi reina!

Esta conversación es de todos los días, no importa dónde nos ocultemos, los humanos siempre nos encuentran... La única manera en que podemos perderlos es que se haga de noche, gracias a eso las sirenas están a salvo, pero hubo heridos con Eminet y su gente.

Lo único que puedo hacer por ellos es ayudarlos con sus heridas – Gracias por su ayuda. – dice inclinando la cabeza

- No te preocupes, todo sea por nuestra reina ¿Verdad, Thor? – dice Eminet con una sonrisa

- Por supuesto, lo que sea por nuestra hermana mayor. – dice Thor abrazándola

- ¡Cuidado con tus heridas! – dice molesta

- Descuida, esto no es nada. – dice mostrándoles sus heridas

- ¡Odio tener que verlos sufrir, cuando es mi deber protegerlos! – dice con lágrimas en los ojos

- Yemanya, no llores. No importa lo que pase, debes ser fuerte ya que eres nuestro pilar y nuestra madre. – dice Thor limpiando las lágrimas de su rostro

- No somos los únicos que piensan así, ¡Mira! – dice Eminet

Lo que Yemanya ve es a las sirenas, tritones y cecaelias inclinando su cabeza

- ¡Les prometo que hare lo imposible para protegerlos! – dice con una gran sonrisa

- ¡Larga vida a Yemanya, la madre de estas aguas! – dicen todos al mismo tiempo

En el pasado no podía hacer nada por mi gente, pero ahora, soy conocida como la deidad del mar y mi deber es proteger a mi familia.

En los siguientes días, desaté toda mi ira en forma de huracanes, tormentas, ciclones, tsunamis impidiendo que los humanos tomaran las riquezas del mar. Por poco tiempo, mi gente vivió sin preocupaciones, pero como todo lo bueno tiene que terminar, tuvimos que tomar medias para que no se volviera a repetir el pasado...

Después de que mi ira pasara, los humanos construyeron un pequeño templo para pedir perdón y permiso para entrar a mis dominios, a cambio, ellos me darían ofrendas como oro y plata. Con estos términos accedí, poco a poco los humanos fueron dejando lo más valioso que tenían hasta que un accidente reviviera la desesperación y sufrimiento que mi gente había olvidado...  

LOS 8 MARES; YEMANYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora