LOS 8 MARES; YEMANYA

CAPÍTULO VI

En cámara lenta, miro como Darim es apuñalado en el hombro, su sangre se esparce en mi aleta

- ¡Darim! – dice con lágrimas en sus ojos

- ¡Todo es tú culpa, zorra! – dice molesto

- ¿Mi culpa? ¡Tú lo apuñalaste, no yo! – dice furiosa

- ¿Eso importa? ¡Nadie te creerá! – dice sonriendo

¿Por qué sigue existiendo escoria en mi vida? Darim, por favor – ¡No mueras, por favor! – dice mientras cubre la herida con sus manos

- No ... llores. – dice pálido

- ¡Idiota! ¿Por qué me salvaste? – dice tomando su mano

- No soportaría verte morir. – dice con una pequeña sonrisa

¿Por qué tengo que recordar a Thor en este momento? – ¡¿A quién le importa si vivo a muero?! – dice alterada

- A mí. – dice besando su mano

En esta vida, hay que sacrificarse por quien ama ¿Verdad, Thor? – ¡No te dejare morir!

- Y yo no lo permitiré. – dice Gorer apuñalando su aleta

- ¡Deja de interferir! – dice jalando sus grilletes

- Oblígame. – dice mientras ve a Darim

Yemanya utiliza todas sus fuerzas en quitarse los grilletes, pero Gorer arrebate a Darim de su lado y se ríe de ella. Sostiene el cuchillo en su cuello, ella utiliza su poder en él y logra controlar su cuerpo

- ¿Qué estás haciendo? ¡Zorra! – dice furioso

- Corto la mala hierba ¡Cerdo!

Lentamente, mueve su brazo, acercando el filo del cuchillo a su cuello y lo degolló torpemente. Agotada, se acerca a Darim y ve que ha perdido demasiada sangre, pone sus dedos en la herida y un aura azul celeste cierra la herida, cuando termina la ve con una ligera sonrisa

- Creo que ya estamos a mano

- Cierto. – dice sonriendo

Darim la abraza fuertemente, ve el estado de su aleta y horrorizado se apresura a tratarla, pero Yemanya ve que Gorer se levanta y lo empuja. El afilado cuchillo la apuñala en el vientre, por el intenso dolor emite un agudo grito y antes de perder el conocimiento, Guman decapita a Gorer, su hermano gemelo

- Te dije que te mataría si volvías a tocar a mi mercancía. – dice Guman con fríos ojos

- Hermano, no puedo detener el sangrado. – dice alterado

- Darim, tranquilízate, hay una forma de salvarla, pero no te gustara. – dice sonriendo

- ¿Cuál es? – dice angustiado

- Tenemos que soltarla al mar

- ¡Con estas heridas, morirá!

- Morirá si no está en el agua. – dice tocado su hombro

- ¿A qué te refieres?

- Su magia le permite curar cualquier herida, pero al hacerlo, su capacidad de curación se vuelve lenta. – dice señalando su herida

- ¿Por mi culpa va a morir? – dice sorprendido

- Para evitarlo, necesitamos que este en el mar. – dice mientras la carga