Capítulo 2: La señorita mayor de la familia Yun (2)

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La joven se sentó lentamente en la colina artificial, la comisura de sus labios se eleva hacia una sonrisa malvada.


Si la figura de esa persona no fuera tan similar a la del Príncipe Heredero y estuviera vestida con su ropa, el Yun Luofeng que amaba profundamente al Príncipe Heredero no lo habría confundido con otra persona. Ella tampoco se habría apresurado a agarrarlo y habría terminado siendo acusada de abusar de un hombre guapo.


Por supuesto, si sólo fuera eso, la gente no habría malinterpretado la relación de Yun Luofeng con ese hombre.


La razón importante era que cuando el hombre fue agarrado por ella, empezó a gritar, afirmando que la señorita mayor de la familia Yun lo estaba molestando sin cesar y quería forzarlo a ser su juguete. Lamentablemente, Yun Luofeng no era buena con las palabras y perdió la capacidad de defenderse en su pánico. Así que su silencio confirmó la acusación.


Recordando los acontecimientos, la joven suspiró internamente: "¡Esta Yun Luofeng es una noble hija de un general, pero es demasiado estúpida! No podía ver a través de un esquema tan fácil y se engañó al pensar que podía usar su propia vida para recuperar el corazón del Príncipe Heredero! Si no fuera por las órdenes del Príncipe Heredero, ¿por qué habría alguien vistiendo su ropa en público?"


El príncipe heredero, Gao Ling, era el hombre más guapo del Reino Longyuan. ¡Era increíblemente talentoso y tenía habilidades excepcionales! Con su identidad y posición, ¿por qué estaría dispuesto a casarse con una basura?


Sin embargo, lo que no podía entender era por qué, para mantener su reputación, Gao Ling incriminaría a Yun Luofeng por ser inmoral e ignorar su condición de prometida para abusar de un hombre guapo.


En ese momento, la sirvienta personal de Yun Luofeng, Qingyan, corrió hacia allí. Su rostro originalmente aterrorizado se convirtió en uno de felicidad cuando vio a la joven sentada en la colina artificial. Corriendo apresuradamente hacia el frente de Yun Luofeng, ella clamó: "Señorita, el Maestro General ha regresado, le está ordenando que lo vea en el estudio."


"¿Regresó el abuelo?"


Yun Luofeng se quedó inmóvil durante un segundo. ¿Cómo podría olvidar que hoy es el día del regreso triunfal del Gran General Yun Luo? ¡No hace mucho tiempo, este era el día que el dueño original de este cuerpo había esperado con anticipación! Quién sabía que moriría por el esquema de otra persona antes de poder ver a su abuelo, una persona a la que había echado mucho de menos durante diez largos años.


"¡Vamos, llévame a ver al abuelo!"


Recuperó el ingenio y apretó las pequeñas mejillas de Qingyan, que parecían tan deliciosas como una manzana. Su imponente rostro estaba adornado con una sonrisa malvada.


Y entonces, sin esperar a que Qingyan reaccionara, se dirigió hacia la dirección del estudio.


...


Dentro del estudio del Estado General, un hombre viejo y canoso tenía una cara sin expresión mientras estaba sentado en la silla. Miró a la chica vestida de blanco que estaba frente a él con una expresión solemne.


Yun Luofeng de pie bostezó perezosamente. Ella ya había entrado en este estudio durante media hora. Pero en esta media hora, el General Yun Luo no dijo nada y continuó mirándola sin expresión alguna. Viendo la falta de habla del General Yun Luo, Yun Luofeng, por supuesto, no hablaba primero.


 Finalmente, el general Yun Luo no pudo contener su ira y preguntó severamente con una expresión pesada en su vieja cara: "He oído que recientemente has tenido una conducta públicamente indecente. ¿No deberías explicármelo?"


"¿Qué clase de explicación quieres?" Se rió a carcajadas: "Si eliges creer el rumor desde fuera en lugar de tu nieta, entonces lo que has oído es lo que pasó, no tengo necesidad de explicarlo".


"¡Presuntuosa!"


El General Yun Luo abofeteó el escritorio con un golpe, haciendo que el escritorio se partiera en dos por su fuerza. El escritorio fue noblemente sacrificado por la ira del viejo. 

Esposa salvaje del emperador fantasma: la señorita mayor y eleganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora