Fuego interior

99 6 0
                                    

-Y bien? Has conseguido información?

-Sí, he hecho unas cuantas llamadas y espero que me lo agradezcas muchísimo. Ten esta tarjeta, está escrito el nombre del hotel y el teléfono. Por lo que sé llegaron ayer y estarán mínimo tres noches. No se más.

-Eres la mejor! –dijo Shotaro mientras la abrazaba con fuerza. Me cojo esta tarde libre. Aplázame la entrevista a mañana.

-Shotaro! Sabes que no puedo hacer eso. Vamos a la entrevista y cuando acabes serás libre de hacer lo que te plazca. Y no admito discusión!

-Oye Nii-san, puedo ir a dar una vuelta esta noche? Me gustaría hacer unas compras.

-Claro, me pego una ducha y vamos

-No hace falta que vengas! Te pasas de sobreprotector.

-Mientras estemos juntos no pienso dejarte sola, quiero aprovechar cada segundo antes de que nos volvamos a separar.

-Tsu..Nii-san... "Cara de Setsu! Pon cara de Setsu!" Por cierto, hoy durante el rodaje no has tenido problemas..

-No, todo ha ido bien, por qué? –dijo Caín mientras se sentaba en la butaca-

-Lo digo porque ha habido escenas de acción con Masuda y bueno.. normalmente dejas ir toda tu ira hacia él, pero hoy te has comportado demasiado bien. – contestó ella, mientras colgaba su chaqueta en el perchero.

-Ayer te prometí que nunca más te decepcionaría, y pienso cumplirlo hasta el final

-Así me gusta, que complazcas a tu hermanita – prosiguió ella, con una sonrisa seductora.

-Y yo?

-Eh?

-No me merezco yo algun premio por portarme tan bien?- replicó él, siguiéndole el juego.

-Claro, que quieres? Otro chupetón quizá? "Pero que dices Kyoko! Tierra trágame!"

-Quiero que vengas aquí y te sientes en mi regazo, como cuando eras pequeña- dijo él sonriendo.

-Ya no soy una niña, sabes?

-Lo sé muy bien, ayer me di cuenta- continuó él- Anda, ven aquí y dame calor que tengo frío.

-Está bien, tú ganas- Y se acercó a él, templada como el hierro pero fundiéndose por dentro. Se sentó encima suyo y él la abrazó tiernamente. Sus manos eran grandes, cada vez se percataba más, y la agarraba con fuerza, acercándola contra su pecho. Podía sentir su respiración y casi sus latidos. Kyoko estaba muy nerviosa aunque aparentaba tranquilidad, pero ya no estaba petrificada como aquella noche en la que durmieron abrazados. Era una situación que, en realidad, comenzaba a no disgustarle tanto. Su corazón se aceleraba, no sabía por qué, y pensaba que en cualquier momento estallaría.

-Sabes una cosa?

-Qué?

-En momentos como este me gustaría romper mi promesa y volverme otra vez un irracional.

-Por qué dices eso?- preguntó ella, sin girarse.

-Para repetir lo de anoche, y obtener así de nuevo tus caricias, besos y atención. –le susurró al oído.

-Acaso quieres que te vuelva a marcar?- prosiguió ella, girando la cara para mirarle directamente a los ojos.

-Ya que a mi no me lo permites, así seguiría sabiendo que estás ahí para mi. Una marca que dure por siempre- dijo Cain, mientras con un dedo le rozaba los labios.

-Eres caprichoso nii-san. En el cuello, como ayer? –susurraba ella, mientras iba tocando cada parte del cuerpo que mencionaba- O en la frente? Quizá... en el pecho? O prefieres en los labios?

-Interesante...Puedo elegir?

-Claro nii-san. Este juego me divierte- replicó, provocando todavía más en Caín un deseo irrefrenable.

-No...Prefiero dejarlo a tu elección. Pero ten en cuenta que si eliges los labios iremos directos al infierno –dijo, acercándose cada vez más y más a ella.

-Me gusta el calor- concluyó Setsu, y acto seguido le besó en los labios mientra le acariciaba la cara. Fue un beso suave, puro, que se prolongó por varios segundos. Durante ese corto momento, Setsu notó como su hermano la agarraba fuerte por la cintura y espalda, su pecho estaba aprisionado en el torso de él y apenas podía moverse.

Cuando se separaron apenas unos centímetros, se miraron fijamente, todavía fuertemente agarrados, transmitiéndose un deseo hasta ahora desconocido para ellos. Se miraban y respiraban aceleradamente, sin poder reaccionar más allá, sin articular palabra, sin separarse. Ese corto momento avivó una chispa que había estado apagada mucho tiempo en sus corazones, una chispa que comenzó a arder sin freno en ese preciso instante. Y, poseídos por ese deseo irracional, en un movimiento brusco, volvieron a unirse en un beso, esta vez más apasionado. Cain seguía sosteniéndola fuertemente por la cintura mientras jugaba con sus labios, los mordía e introducía su lengua furtivamente para saborear con más intensidad la boca de Setsu. Ella, se dejaba guiar y disfrutaba de cada beso, de cada mordisco, de cada sensación en su cuerpo. Ninguno de los dos había cerrado los ojos, al contrario, cada vez se miraban más intensamente antes de volver a atacar con más deseo, era como si después de mucho tiempo de hambruna pudieran volver a comer aquello más deseado.

Apenas fueron dos minutos, los dos minutos más apasionados de sus vidas, pero repentinamente algo hizo "click" en sus mentes al mismo tiempo que el fuego perdía intensidad. Era el "click" de la razón, de la conciencia, el "click" que les hizo ver en realidad lo que estaban haciendo. Se separaron, una Setsu sonriente le dio un beso en la mejilla, se levantó y se fue para el baño.

-Es hora de que vaya a la ducha, luego iremos a comprar, de acuerdo?- dijo de camino al baño.

-Como quieras. Yo estaré aquí descansando hasta que termines al lado de la ventana. Eso de estar en el infierno da mucho calor- contestó él, tapándose la vergüenza con la mano en la cara, como si fuera a dormir.

Ella no contestó, entró al baño, cerró la puerta. Como un autómata se quitó la ropa, la peluca y entró a la ducha con la mente bloqueada, en blanco y sin expresión alguna. Abrió el grifo, y cuando el agua caliente empezó a caer sobre su cuerpo, un calor interno comenzó a emanar desde el interior de su cuerpo hasta su cara activando de nuevo todo un torrente de pensamientos y sensaciones que iban a cambiar mucho su percepción sobre Ren.

Fanfic Skip BeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora