Parte II: En marcha

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Esa misma mañana, Elsha me compró dos pares de ropas en la tienda de Purriry, con el dinero que le había dado, mientras la esperaba en mi habitación, ya que Eweleïn me ordenó que me quedara allí después de darme de alta en enfermería.


Al cabo de unos minutos, ella regreso con las nuevas prendas.


La ropa me costó un ojo de la cara para ser una talla tan pequeña. Todo me ha valido 8575 maanas. « ¡8575 maanas por los dos pares! Casi todo el mes ahorrando para comprarme un par de conjuntos de ropa que solo la utilizaría en esta ocasión. Para una ropa tan pequeña, que cueste así de caro la muy condenada. Menudo desperdicio de maanas», pensé y me miré al espejo de mi habitación. Parecía una aventurera con mi conjunto verde. «Pero en fin, por lo menos ya estaba más presentable para vivir otra emocionante aventura»


En ese momento, alguien llamó a la puerta.


─¿Sarys, estás ahí?


Es la voz de Shana, una guardiana de la Guardia Sombra y una excelente amiga que me ha ayudado en lo que podía necesitar cuando llegue aquí, aunque seamos diferentes guardias, los lazos de la amistad son muy fuertes.


─¿Shana?


─Sí, soy yo... ¿Puedo pasar?


─Sí, adelante, Shana...─Menos mal que mi voz seguía normal después del accidente de la poción. Mi familiar Jester me ayudó a bajar del tocador. Monté en su cabeza y fuimos a la puerta para recibir a Shana─. ¡Buen chico! Cuando termine todo esto, te voy a dar una ración especial de algas con gas que te va a encantar. ─le susurré a Jester, mientras que este se puso muy contento y, al mismo tiempo, la puerta se abría revelando a una joven alta, con el cabello castaño y vestía el conjunto The Queen of the North que salió en Navidad el año pasado y de color morado. Le quedaba como un guante.


─He venido en cuando me enteré lo que te había pasado. ¿Estás bien?
«No sé qué decirle si le digo estoy bien solo que he cambiado ha sido el tamaño, pero en realidad la poción tiene efectos negativos y que Eweleïn me aconsejo que se lo contará a mis compañeras sobre esos efectos antes de que estos apareciera. No quería preocuparlas tampoco...», me interrumpí en mis pensamientos más profundos, porque Shana me preguntó una vez más y tenía contestarla─: Aparte de que soy una pulgarcita, estoy bien ─mentí y sonreí a la vez. «Perdóname amiga, pero es que no soy capaz decirte la verdad»
Al instante, alguien llama a la puerta.


─Sarys, somos Miiko y Eweleïn, ¿se puede pasar?


─Sí claro, adelante...


Miiko pasó primero al entrar a mi habitación y después seguido Eweleïn.
─Sarys, Eweleïn me ha contado lo que te ha pasado y vais hacer el viaje esta tarde, después de comer para buscar los ingredientes que falta en las profundidades del sur bosque, donde se encuentra más de esos componentes. Así que partiréis esta tarde hasta que Eweleïn os alcance en la gruta, donde se encuentra el ingrediente importante de la poción y muy difícil de hallar... Creo que necesitareis su ayuda...
Una vez que Miiko nos explicó a Shana y a mí, se marchó seguida de Eweleïn, que esta antes de marcharse, le dio a Shana una hoja donde contenía todos los elementos para hacer el antídoto.
Shana miró, detalladamente, el papel que le dio la enfermera. Yo quería ver pero al ser de este tamaño de pulga, tendría que esperar, así que suspiré.

De pronto, alguien llamó la puerta.

─ ¿Sarys, se puede entrar? Soy Elsha y las demás también están conmigo.

─Claro, Elsha. Adelante. ─dije, mientras miraba, una vez más, a la puerta y Shana hizo lo mismo.
Primero entró Elsha seguida de las demás: Heath, Straxia, Phi, Izula y Nadiane.

─¿Y Hels? ─pregunté al no ver a la guardiana de mirada traviesa.

─A última hora le dieron una misión a Balenvia. Se fue con ella, Aixa y Saory, pero nos ha dicho que te cuides mucho y que no te metas en problemas. ─dijo Heath con una sonrisa.

─No soy yo, es que los problemas me vienen a mí por sí solas.

Todas soltamos una carcajada que duro varios segundos. Luego las presente ya que algunas guardianas no se conocieron hasta ahora.

Se hizo la mañana, después comimos en la cantina. Allí todos me miraban extrañados, pero en compañía de mis amigas no tenía que tener vergüenza y, también por la intervención de Miiko, todos han comprendido mi caso. Después de eso, la comida transcurrió con normalidad.
Más tarde, nos despedimos de Miiko, Kero e Ykhar en las grandes puertas para despedirnos y nos dijo que tuviéramos mucho cuidado en cuanto nos fuimos del cuartel general.

Mi pequeño accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora