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Diosas De La Muerte.

No entendía su comportamiento, aunque ella mayormente es una persona muy cambiante, me desconcertó que actuará como si no recordará nada.

Aún así procedo a responder sus preguntas.

—Te traje aquí porque por poco te me mueres amor, me asusté mucho pensando que podría perderte.

—Corazón me siento súper fuerte, quiero irme a mí casa o a la tuya whatever menos quedarme en un lugar que parece un manicomio, ¿nuestras familias lo saben? —asiento en respuesta.

—Cariño no puedes estar bien con lo que te sucedió, ¿no lo recuerdas?

Su silencio me indica que está pensando.

—Sólo recuerdo que antes de desmayarme de mi nariz bajaba un líquido espeso igual de mi ojos.

—Sangre Kira, por eso digo que no estás bien, cuando te desvaneciste en mis brazos, y pude ver tu rostro manchado de un mar sangriento me asusté, cuando te traje el doctor dijo que tus oídos también sangraron así que usted señorita se queda acá al menos hasta mañana.

—Si señor. —dice en tono burlesco y yo me quedo esperando otra reacción pero como es Kira, de ella puedes esperar cualquier cosa.

Mi novia es la más extraña de todas las mujeres y en todo el sentido de la palabra, pero de una cosa si estoy seguro, así como la muerte es segura así lo estoy yo de que no cambiaría la vida, familia y mucho menos a Kira, tampoco cambiaría su forma de ser, Kira es sólo Kira, una chica ultra rara, hermosa, muy dura con todo el mundo exceptuando con los suyos, en fin una Dark Girl y así la amo con toda mi existencia.

—Mich no me respondiste el por qué de tu perdón.

—Porque siento que soy el culpable de lo que te sucedió.

—¡Patrañas querido! de lo que eres culpable es de no venir aquí a acostarte a mi lado.

Como si de una orden se tratase me acosté a su lado ambos quedando frente a frente.

—¿Ya te sientes fuera de culpa amor?

Por alguna extraña razón la culpa había desaparecido, esa mujer debió ser bruja en su otra vida sus oscuros ojos me lo dicen.

—Sí cariño, no se cómo pero ya no siento ese peso encima de mi espalda, tal vez sea porque puedo tenerte conmigo, porque si llegarás a morir me volvería loco y más si es mía la culpa, no lo soportaría, creó que me suicidaría.

»Se mataría por ti, awww.

Todos vamos a morir por ley corazón, no pensemos en esas tonterías.

—Está bien, ¿tienes hambre?
—No, ni sueño mejor duérmete tú, te ves cansado.
—¡No! ¡para que te vayas! usted duerma y mañana yo mismo hago que te den el alta pero si tu cuerpo recae te quedarás hasta que los doctores digan.

—No me iré, no lo haría dejándote aquí solito, sí me pasa nuevamente estando tú conmigo no me traigas aquí, sólo déjame contigo, mientras tenga pulso, mí corazón latiendo y mi respiración equilibrada estoy viva cariño.

—Es que tanta sangre y saliendo en todas las direcciones desespera, además tampoco tenías el pulso bien, estaba muy lento.

—¡Que estoy bien! ni sangre me pusieron eso es buena señal.

—Porque aunque botaste gran cantidad el doctor dijo que no necesitabas más sangre y no puedes enojarte tanto amor.

—Eso no puedo controlarlo.

Atrapando Y Torturando a Álex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora