Tóxica (versión 2013)

Rutina diaria. (parte 1)

Viendo al Nero durmiente que tengo enfrente me pongo a pensar ¿en qué situación se vio metido para terminar aquí?, no solo él, todos en realidad. No creo que tengan mucho tiempo viviendo en este lugar máximo cálculo unos seis meses lo más probable es que sea menos.

No debo de pensar en esas cosas solo me deprimiré y me pondré peor.

Un ruido estruendoso me saca de mis pensamientos, giro mi cabeza para saber que produjo el ruido. Fue un portazo dado por Noir, ella está caminando con amplias zancadas hacia mi dirección, por instinto me pongo de pie y en posición de defensa. De nada sirvió ya que ágilmente, me tomo del cuello de mi camisa escolar.

—¿Por qué Nero tenía que elegirte a ti antes que a nosotros? —Chillo acercándose a mi rostro.

—¡Suéltame! ­— Logre soltarme de su agarre.

¿Qué le pasa ahora?, en ningún lugar me dejan tranquila. Nero se levantó, puso su mano en mi hombro y me empujo atrás de él. Quedo frente a Noir.

—Noir. Pensé que ese asunto ya se había resuelto. Detente por favor.

Noir rodó sus ojos y cruzo los brazos. No estoy segura de lo que significa la expresión en su rostro, pero creo que es decepción, quizá no esperaba que Nero actuara de la forma en que lo hizo pero esto no justifica sus acciones, mejor dicho sus tratos hacia mi persona. Me gustaría hablar con ella pero no me va a escuchar, esto de tener pleitos con personas que apenas conozco se está volviendo a un mal habito.

 Ella solo dio una media vuelta y se fue a paso lento. Nero hizo lo mismo, lo que me dejo con un sentimiento extraño. Primero dice que me quede junto a él y después solo se va a su habitación como si nada hubiera sucedido. Esto únicamente confirma mis sospechas no importa si son tóxicos o no tóxicos no entiendo a la gente, todos son raros a su manera.

No tengo nada más que hacer aquí, lo mejor será que me vaya. No, antes tengo que ver a Qara, vuelvo a sentarme en la silla. Ahora tengo que esperar a que salga para poder irme, no es que nadie este obligándome pero es la única persona en la que confío más o menos, con los demás no hablo o me llevo mal.

Ya pasaron como 15 minutos y mi espalda está comenzando a doler por estar en la misma posición. No vale la pena esperar más, se ve que lo que sea que estén haciendo va para largo.  Me levanto de la silla y con pasos lentos me adentro a mi habitación aún no me familiarizo con este lugar. Me hecho en la cama es bastante dura en comparación con la de mi casa, no debería seguir llamándola así "mi casa" ya que no volveré a estar ahí.

Pero al fin de cuentas una cama es una cama. Me acomodo en posición fetal, no tengo sueño, pero dormir siempre me ayuda despeja mi mente de alguna forma, es eso o tengo pesadillas en donde no puedo respirar o me ahorcan. Mejor solo dejo mi mente en blanco o recuerdo un poco los buenos momentos que tuve. Como mi primer día en secundaria todo mi primer año fue genial, lo malo empieza en el segundo año y ni hablar de tercer año.

Mis compañeros no tenían porque ser tan crueles nunca les hice nada, pero no les importo. No había razones para que me trataran mal ni siquiera lucia diferente a ellos, da igual nunca les caí bien y todo porque era reservada, no me gustaba hablar con ellos. Ese fue mi crimen.

Siempre he sido reservada es algo normal cuando tienes un secreto de mi magnitud, te autoprogramas para no hacer amigos que puedan empezar a sospechar.

No había notado lo sucias que tengo las rodillas, no recuerdo la última vez que cambie de ropa o que tome una ducha. Apenas vea a Qara le pregunto en donde esta el baño. Es gracioso ahora que no tengo esas pequeñas cosas a las que no les tomaba importancia es cuando más las extraño.