Capítulo 29

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-¿Has hablado ya con Kian lo de la boda? -me pregunta Danielle mientras esperamos nuestros cafés.

-Aún no, no se como decírselo...

-Simplemente le dices: oye, amor de mi vida, la madre de la mejor mujer del mundo se casa y me ha invitado a la boda ¿quieres venir conmigo?

-Eres inútil -digo y ambas reímos.

-Ais, pero si me adoras -dice ella haciendo un puchero.

-Mi madre dice que si te vienes este finde a verla -digo leyendo el mensaje en el móvil.

Este finde, mi hermano y yo vamos a ir a casa de mi madre y como hace tanto tiempo que no ve a Dani, me ha dicho que vaya.

-Oh, claro. Ya sabes que me encanta tu madre -dice sonriente.

Le digo a mi madre que iremos los tres y tras acabar los cafés, salimos del local. Dani decide ir a casa y yo en busca de un gimnasio donde apuntarme. Tras comparar varios, decido acercarme al más económico y entro. Allí, una señora mayor me indica todo lo que he de rellenar y el horario del establecimiento. Me indica también que hay unos entrenadores y que puedo preguntarles cualquier cosa y tras agradecerle todo, salgo del local prometiendo volver mañana.

Al llegar a casa, me cambio de ropa y tras ponerme una sudadera gigante, desmaquillarme, quitarme las lentillas y hacerme un moño mal hecho, me tiro al sofá y espero a que llegue mi hermano con la cena. Mientras decido pasar a limpio apuntes y trabajos de la universidad que tengo pendientes ya que últimamente no he ido.

-Ya estoy aquí -habla Max apareciendo.

-Hola -digo sin despegar la vista de mi ordenador.

-Uh, que sexy, pareces una actriz porno -me dice dejando las bolsas de comida sobre la mesita del salón y luego se pierde por el pasillo.

-Eres idiota -digo sin mirarlo.

Estoy demasiado concentrada y se que en cuanto pare no me volveré a enganchar.

-Cena -dice Max cuando vuelve. Lleva unos pantalones de chándal y una camiseta de manga corta

-Dame un momento. Acabo esto y ceno -digo mientras termino de realizar los ejercicios. Cuando termino, los envío al profesor por correo y tras asegurarme de que se ha enviado, apago el portátil y cojo una caja de fideos.

-¿Sigues con el divorcio ese? -le pregunto y asiente.

-Joder, no he visto un caso más largo. Es un divorcio, no se que pasa pero es que va todo muy lento, la pareja va con calma como si no tuvieran prisa y yo estoy que me subo por las paredes.

-¿No puedes dejarlo y ya?

-De algo tenemos que vivir, Gin... A demás, me pagan bien, no puedo renunciar.

-Que putada -digo rodando los ojos.

-No hables mal -me regaña.

-Dani se viene el finde a casa de mamá -digo cambiando de tema.

-Perfecto -me contesta-. Y oye, el chico este, el tatuado ese, ¿cómo se llamaba?

-Kian.

-Eso -hace una pausa- ¿Te trata bien?

-Sí, Max.

-¿Cuántos años tiene?

-Veinticinco -contesto.

-Joder, te saca seis años -dice sorprendido.

-Lo se y no me importa. Mira, Max, te voy a contar algo, aquella que tuvo depresión, aquella que sentía que lo perdía todo cada vez que miraba como pasaban las agujas de un reloj, ha quedado atrás. Créeme que interiormente tengo muchas mas cosas de las que crees, he pasado más cosas de las que si quiera puedas imaginar y creeme, estoy genial ahora. Estoy estable y en gran parte ha sido gracias a Kian. Apareció en medio del caos y lo cambió todo, aportó todo aquello que me faltaba. Me da igual que me saque seis años o veinticuatro, me quiere, joder ha estado conmigo cuando ni tú estabas, Max.

-Lo siento, Gin, siento no haber estado ahí y si él te hace feliz créeme que soy el primero en aceptarlo. Solo quiero que dejes todo atrás...

-No importa, solo quiero que no te lances a él, que no lo ataques. Quiero que lo aceptes y yo que se, quizá ahora no pero en un futuro os podríais llevar bien.

Me acurruco en su pecho y él deja un beso en mi coronilla. El día que viva sola echaré esto en falta, aunque choquemos, aunque nos gritemos, discutamos o cualquier cosa, mi hermano es lo más importante que tengo.

Tras ver una película en la televisión mientras cenamos, voy a mi cuarto. Llamo a Kian dispuesta a decirle lo de la boda.

-Hola, nena -saluda al otro lado con voz ronca.

-¿Te he despertado? -pregunto tímida.

¿Por qué me sigo poniendo nerviosa?

-No, pero estaba a punto de irme a dormir ¿Por?

-Nada, solo que la madre de Dani se casa y yo... bueno...

-Iré contigo, Gin -dice soltando una carcajada.

-No te rías, idiota -digo roja y menos mal que no me ve.

-¿Cuando es la boda? -pregunta.

-En tres semanas... -digo bajito.

-Joder, un poco más y me avisas el día antes, nena -dice riendo.

-Ash, cállate y vete a dormir.

-Está bien, tonta -habla todavía con gracia en su voz-. Buenas noches, descansa, cría.

-Descansa, idiota.

Cuelgo el teléfono sonriente, aviso a mi amiga de que ha dicho sí y ella contesta emocionada diciendo no se que de que va a conocer a la familia o algo de eso, no le presto mucha atención a decir verdad. Dejo el teléfono cargando en la mesilla de al lado de la cama y me dispongo a dormir tras asegurarme de que las alarmas para mañana están puestas.

Parece que todo va hacia mejor.

The middle of the chaos. [TMC#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora