Capítulo 39

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—Va, deja de jugar ya, viciada y vamos a cenar —me dice Andrew saliendo de la cocina.

—Un momento, en seguida voy.

Segundos después, la pantalla de la televisión se vuelve negra y yo grito.

—Pareces un crío de esos que está todo el día cara al ordenador sin salir de casa. Deja la play —me dice m amigo cuando lo miro mal.

Me levanto del sofá y voy hasta la cocina donde hay dos platos de pasta.

—Yo no quiero tanta comida —digo mirando los platos.

—Empieza a comer, has vuelto a adelgazar demasiado —me dice él sentándose frente a mi.

Me gustaría que, por una vez, todo el mundo dejase de decirme si adelgazo o no. Se que tuve anorexia y aunque no la haya superado al 100% no necesito a nadie encima de mí constantemente.

Cojo el tenedor y pincho la comida de mi plato en completo silencio, evitando la mirada de Andrew.

—No te enfades —dice después de unos minutos en completo silencio.

—No necesito que estés encima de mí.

—Lo se.

—Ayer estuve con Kian —digo cambiando de tema.

—¿Qué? ¿Y eso?

—Estaba trabajando y me vio Izan, no se si por casualidad o por qué pero al rato llegó él. Me dijo que si podíamos hablar y no salió nada bien.

—¿Por?

—Perdí los papeles —susurro.

—Podéis arreglarlo —me dice.

Decido no contestar y seguimos comiendo en silencio. Cuando terminamos, decide ayudarme a vaciar mas cajas que quedan con fotos, ropa o cosas importantes para mi ya que llevo en mi nuevo piso desde hace un par de días.

—Creo que me voy a ir ya —dice Andrew mirando la hora en su móvil.

—Vale —digo haciendo un puchero.

—El viernes es tu cumple —me dice de repente.

—Ya. 20 añitos...

—Podríamos salir a algún reservado todos.

—Sí, mañana os lo digo por el grupo pero saldremos así que no hagáis planes u os decapito —digo poniendo cara angelical.

—Está bien, está bien —dice riendo.

Deja un beso en mi frente y después de revolverme el pelo, sale de mi casa.

(...)

Bbys, el viernes por la moche salimos al Button's por mi cumpleaños, yo invito!
09:12

Andrew
Oka, niñata
09:15

Izan bebito
Venga, si insistes...
09:29

Blake
Yo me apunto va
09:53

Jayden
ALCOHOLLLLLLL
10:57

Dylan
Iré pero volveré pronto a casa, el sábado trabajo
10:58

Que soso, yo también trabajo y aun así voy a ir de empalme, probablemente JAJAJAJJ
10:37

Dejo el móvil en el bolsillo del pantalón y cojo mi bolso para luego salir de casa. Me dirijo a casa de K y al llegar a allí llamo al timbre.

—¿Quién es? —pregunta por el telefonillo Hugo.

—Gin —digo y oigo el horrible sonido de la puerta.

Subo y una vez allí mi amigo está ya esperándome con la puerta abierta. Al verme, me abraza y deja un beso en mi frente.

—Hola, nena —me dice cuando entro a su casa.

—Hola, niños —digo viendo a K y Jace en el sofá con cereales.

—Que madrugadora, ¿no? —pregunta Jace sin girar la cabeza a mirarme.

—Es que me voy a trabajar, venía a deciros que el sábado habrá fiesta en mi casa por mi cumpleaños así que traed vuestra mierda.

—Iremos, no tenemos planes —dice Jace.

—Bueno, yo sí así que no se si podré ir pero lo intentaré —me dice K y asiento.

—Bueno, cariños, me voy. Luego os paso la dirección de mi piso.

Salgo de su casa y bajo corriendo los cuatro pisos hasta la calle. Una vez fuera, ando a paso rápido hasta la cafetería y cuando llego entro, me pongo el delantal y me lavo las manos.

—Buenos días —digo poniéndome al lado de Cody, mi compañero.

—Hola, ¿te encargas tu de las mesas, por fi? —pregunta y asiento— Gracias. La de la chica del portátil ya está atendida y la del tatuado no. Luego limpia si ves algo pero creo que está todo hecho.

Busco a un tatuado y solo veo un chico de espaldas. Esa cabeza...

Kian.

Me acerco a él con las manos temblando y cogiendo la libreta para anotar.

—Buenas, ¿qué quiere tomar? —le pregunto intentando que no me tiemble la voz.

—Gin, por favor, hablemos —me pide mirándome a los ojos pero simplemente aparto la mirada.

—Kian, tengo que trabajar —digo.

—Ponme un café con leche y un muffin de chocolate, por favor —me pide con un ápice de tristeza en su mirada.

—Enseguida te lo traigo —le digo mientras lo apunto.

Salgo de allí los más rápido posible y me acerco a mi compañero para indicarle lo que necesito. Me apoyo sobre la barra con las manos cubriendo mi cara y me quedo así unos segundos.

—¿Estás bien? —pregunta.

—Sí, genial —digo fingiendo una sonrisa.

—Si necesitas irte a casa, parar o algo... Solo hazlo —me dice poniéndome delante el café con el muffin.

—Tranquilo, estoy bien —digo cogiendo las cosas y llevándolas a la mesa de mi... de Kian.

—Gracias —susurra cuando pongo las cosas frente a él.

—¿Por qué haces esto, Kian? ¿Por qué vienes a buscarme? ¿Qué coño quieres sacar de aquí?

—Deberíamos hablarlo en un lugar más privado, Gin...

—No puedo, Kian. No puedo porque no sabes como estoy temblando de solo tenerte enfrente, no sabes como me pongo cuando te tengo cerca. No puedo porque acabaría cayendo y no me lo voy a permitir.

—Déjame explicarte todo, por favor.

—No puedo, Kian, debo seguir trabajando...

—Te esperaré hasta que acabes el turno, ¿vale? Por favor, hablemos.

—Te diga lo que te diga harás lo que quieras.

Vuelvo  mi lugar tras la barra y atiendo a algunos clientes que aparecen a lo largo de la mañana. Cuando mi turno acaba, me veo obligada a reprimir las lágrimas al ver que Kian se ha ido. Una parte de mi espera una reconciliación, un beso, una explicación, pero por otra parte,mi lado racional me dice que esto es lo mejor que podría pasar.

The middle of the chaos. [TMC#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora