El comienzo

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En Canadá
Narra el Dios de la Muerte

Yo estaba por un cruce peatonal en donde un chico se lanzo a la calle provocando  no solo en perder su vida, sino quitarle del chófer que lo atropello. Sentía lastima en el señor y me preguntaba como es que un humano joven que tenia una vida por delante lo desperdiciara saltando en medio del transito. Eso ya no debería de sorprenderme, ya lo he visto varias veces; los humanos son idiotas. 

-No lo hagas de nuevo en tu siguiente vida.

Deje volar a las almas mariposas con su marca de la muerte, y entonces, se acercaba alguien entre la multitud y resulto ser uno de los sirvientes del Dios Tiempo.

- (¿Que esta haciendo aquí?)

Este se acercó a mi e hizo una reverencia.

Sirviente: Saludos, Dios de la Muerte. Mi amo Tiempo le envía un mensaje para usted: se solicita su presencia en la residencia de Tiempo para hablar de un asunto privado urgente al anochecer, y que no mencione palabra alguna a los demás dioses.

-¿Por cual asunto?

Sirviente: Es algo que no tengo permitido decirlo en este momento.

-Entiendo. Gracias por el aviso.

Sirviente: Fue un placer- se despide y desaparece del lugar.

-¿Porque un dios tan ocupado quería verme? ¿Se tratara de las almas siguientes?

En un lugar de Ithis

Nuevamente me encontré con el sirviente anterior y me guió a la casa de su amo: otro sirviente abrió la puerta y nos recibió el mismo Dios del Tiempo.

Tiempo: Hola, Muerte.

-Buenas noches, Tiempo.

Tiempo: ¿Nadie los ha seguido?

Sirviente: Ninguno señor.

Tiempo: Bien, entremos rápido-entramos en un segundo y caminamos por el largo pasillo de espejos mientras que los dos sirvientes se retiran.

-¿Porque me llamaste?

Tiempo: Tengo un asunto urgente en el cual necesito tu ayuda.

-¿De que se trata?

Tiempo: Lo sabrás cuando lo veas.

Bajamos por largos escalones que nos llevaron hacia abajo y nos topamos con una entada bastante grande.

Tiempo: Antes de que entremos tienes que prometer que pase lo que pase, seguirán adelante, sin importar de lo que me pase en este viaje que nos espera.

-Espera, ¿de que viaje hablas?

Tiempo: Prometerlo.

No tuve otra opción mas que acceder a su petición si quería saber de lo que esta planeando.

-Bien, lo prometo.

Este prosigue a abrir la puerta y al entrar vi que se trataba de una sala con miles de marcos de entradas en las paredes; cada una con un estilo único de decoración. Mire a todas partes y me dí cuenta que también estaba un dios verde que no me esperaba encontrarme, pues no lo vi desde que decidimos darnos un tiempo para pensar lo que sucedió en el pasado. Sentía una presión en el pecho y una incertidumbre en mi mente. Al voltearse tenia la misma expresión de sorpresa que yo. 

Vida: ¡¿Muerte?!

-¡¿Que estas haciendo aquí?!

Vida: Eso es lo que debería preguntarte.

El viaje del benefactor y el juez de las almas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora