Capítulo 5

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No contesté, únicamente me quedé parado frente al muchacho montado en la motocicleta, el motor estaba encendido y emitía un ruido ensordecedor en tan silenciosas calles.

"¡Alex!" Dijo una vez más. ¿Cuántas veces me había llamado? Probablemente habían pasado apenas dos segundos, pero mi mente pareció perderse durante una eternidad mirando sus intrigados ojos verdes que esperaban una respuesta.

"Voy al centro comercial" Me decidí a contestarle. Sería absurdo aceptar que me llevara, me encontraba solamente a unos pasos así que decliné la invitación. "Estoy por llegar, además creo que caminar me hace bien".

"Está bien, chico. Yo me dirijo a casa, está a unas cuantas calles de aquí. Nos vemos pronto y ándate con cuidado." Se despidió mientras echaba un curioso vistazo a la herida en mi mejilla, ya lo había hecho varias veces en el día, pero quizás intentó ser prudente al no preguntar nada. Me alegra que no lo hiciera. Lo miré mientras se colocaba el casco de nuevo y aceleraba la motocicleta, mantuve los ojos puestos en la silueta que se alejaba lentamente.

"Una, dos, tres, cuatro... Cinco." susurré contando las calles que pasaba hasta que decidió dar la vuelta en una de ellas. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver la esquina en la que giró. La misma en la que yo vivo.

Un viento fuerte revolvió mi cabello y me hizo lagrimear un poco. Miré el reloj, ya era tarde, tendría muy poco tiempo para estar con Elle y volver a casa a tiempo para la cena.

No me di cuenta en qué momento me encontraba recorriendo el centro comercial, era martes y el reloj ya marcaba las 6:45 p.m. así que no había mucha gente en el lugar.

Envié un mensaje a Elle preguntándole dónde estaría y la respuesta fue un poco predecible para mí, la tienda de discos. Decidí verla ahí mismo, esperaba que al llegar ella ya hubiera comprado algo y fuéramos directo a buscar el par de zapatos que necesitaba, quería distraerme y no estar encerrado en casa, pero estaba cansado y me dolían los pies después de haber recorrido toda la academia esta tarde, además me preocupaba llegar tarde a cenar y que mi padre enfureciera.

No fue como yo quería, al llegar busqué a Elle por la inmensa tienda y, cuando por fin pude encontrarla, ella seguía buscando un par de discos. Menos mal que tenemos gustos musicales similares, de lo contrario habría explotado de desesperación, la ayudé a buscarlos y después de unos 20 minutos nos dirigimos a la caja a pagarlos, encontrándonos con una enorme fila de clientes. Cuando por fin fue nuestro turno para pagar saqué mi cartera del bolsillo trasero de mi pantalón y tomé el efectivo que allí había. "Pero ¿qué crees que haces?" Chilló Elle, la ignoré extendiéndole el dinero al chico que nos atendía y nos preguntaba si habíamos encontrado todo lo que buscábamos, yo simplemente asentí con la cabeza.

No dije una palabra hasta que salimos de la tienda "Es tu pago adelantado por las asesorías".

Eran casi las 7:30 y yo tendría que estar en casa antes de las 8:00.
Elle actuaba raro esa tarde, me dijo antes que quería charlar, pero apenas habíamos cruzado un par de palabras en todo el rato que llevábamos ahí.

Llegamos a una zapatería y me ayudó a escoger un par de zapatos lo suficientemente cómodos y al mismo tiempo elegantes para usar con el uniforme escolar. Afortunadamente no tardamos en encontrarlos y la medida era casi exacta, era como si el destino los hubiera puesto allí. Esos me llevaría.

Me despedí de Elle quien me abrazó y dio un beso en la mejilla herida, me quejé un poco y me miró con miedo y vergüenza. "Está bien" le dije "no fue nada".
"Te veo mañana, y al terminar las clases te espero en la biblioteca, solo tenemos un par de días para estudiar. Gracias por los discos". Me lanzó un beso mientras se giraba a caminar en dirección al estacionamiento donde su padre ya la esperaba.

Caminé apresurado hacia mi hogar, en serio me sentía desesperado por llegar. Pero ¿porqué? ¿Realmente le temía tanto a mi padre? ¿Verdaderamente estaba tan cansado? ¿O es que me emocionaba la idea de encontrar una motocicleta estacionada en la calle?

La última idea me sorprendió y me hizo reaccionar, dándome cuenta que me encontraba parado justo en la puerta de mi hogar. Y entonces caí en la cuenta de que nunca hallé tal motocicleta. Quizás James únicamente tomo este camino para dirigirse a otra calle.

Entrando a mi casa, con cierta apatía y la energía como la de un futbolista después de un largo partido, me dirigí a la cocina con mi madre para enseñarle los zapatos que había comprado, segundos después, mi padre abrió la puerta principal y fue directo a encerrarse en su estudio, lugar que resultaba ser como el mismo Vaticano para mí. Un lugar supuestamente sagrado y lleno de secretos al que, por supuesto, no me atrevía a entrar.
Poco después salió de allí para saludarnos a mí y a mi madre, quienes ya preparábamos la mesa para sentarnos a cenar.

Mi padre y yo nos sentamos en lados opuestos de la mesa a esperar que mi madre llegara con la cena que había preparado para esa noche. Como si todo fuera una realidad alterna, él dirigió su mirada hacia mí y sonrío. "Cambia de lugar" me pidió mientras abría la silla ubicada a su lado. ¿Acaso estaba intentando ser cariñoso? No sabía como reaccionar, nunca me había tratado así, tal vez estaba demasiado entusiasmado por cenar y eso lo alegraba, no lo culpo, por muy absurdo que eso suene, la comida de mi madre es la mejor del mundo y no me cansaré de repetirlo.

Platicamos e incluso reímos durante la cena, mi padre ayudó a levantar la mesa y poco después me dio las buenas noches "No quiero que duermas tarde, necesitas descansar para mantener tus buenas notas". ¿De verdad era mi padre este hombre que ahora me miraba como si yo fuera un cachorro que necesitaba de cuidados?
Sea lo que sea, y aunque me cueste trabajo acostumbrarme al hombre que ésta noche decidió reemplazar al tipo amargo y duro que se hace nombrar padre, me agrada mucho más.

"Buenas noches" le eché una sonrisa retorcida y una mirada extrañada. No podía fingir que la situación era extremadamente rara, incluso incómoda.

Inmediatamente subí a mi alcoba y me tiré en la cama, todo fue como un Dejavú y me remonté a horas antes cuando había hecho exactamente la misma acción al llegar de la escuela.

Me extrañaba no poder recordar el preciso momento en el que me despedí de James por primera vez, lo único que puedo recordar es dolor en los pies por haber caminado hasta casa, no llevaba mas dinero del que tenía contemplado gastar en el almuerzo y el autobús me había dejado, por supuesto.

Un sonido confuso, como el de un chirrido y un golpe, llamó mi atención. Me levanté rápidamente a investigar de dónde provenía y entonces volvió a sonar. Alguien había arrojado piedras contra mi ventana, la abrí rápidamente y asomé la cabeza para buscar al responsable, no estaba molesto en lo absoluto, pero ya habían pasado demasiadas cosas extrañas el día de hoy y cada una era más rara que la anterior. Esperé unos segundos a que mi visión se adaptara a la obscuridad que había afuera para encontrarme con un jardín vacío y el silencio típico de mi vecindario. Pronto la quietud fue interrumpida por el sonido de pisadas en el pasto, pero decidí ignorarlas creyendo que solo era mi imaginación.

Volví a la cama y al apagar la lámpara de junto, esa mezcla extraña de golpe y chirrido volvió a hacer presencia en la ventana. Esta vez no la abrí, decidí bajar directamente a ver quién era la persona que me buscaba y qué quería decirme o porqué se escondería.

Abrí la puerta hacia el jardín y no podía ver nada, hacía frío y el viento soplaba fuerte. De pronto, un objeto frío chocó contra mi cabeza haciendo que un dolor extremo recorriera todo mi ser, mi visión no tardó en nublarse y ser aún más confusa de lo que ya era en esa obscuridad. Sentía sueño, pero no quería dormir.

Unos brazos rodearon mi cuerpo y me levantaron. "Lo tengo" fue lo último que alcancé a escuchar antes de caer en una profunda pérdida de conciencia.

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2014 ⏰

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