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───ㅤ𝗔𝗨𝗥𝗔𝗡𝗧𝗜𝗖𝗢ㅤᘝㅤ𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼ㅤ. . .
"¿Alguna vez pensaste que creías saber todo sobre tus amigos? Aunque, ¿no es ese un pensamiento recurrente, casi normal en cada uno de nosotros? ¿Cómo no vamos a conocer al cien por ciento a l...
29 de octubre. 10:10 a.m. 2 días antes de Hallowen.
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Sí, el día de ayer me dije que le haría una visita sorpresa a Minghao. Mis planes eran simples: llegar, conseguir un poco de respuestas a base de preguntas que tocaran disimuladamente el tema con Jun y largarme. No conté con que Soonyoung y Seungkwan se pegarían a mí como el chicle a una suela de zapato, y quizás no sería tan molesto si dejaran de parlotear y pelearse.
¿Cómo ocurrió se preguntan? Bueno, aproveché el recreo cuando la campana resonó por todo el edificio, así no perdería ni un segundo en hablar con Minghao, ¡pero, oh, sorpresa! Estos dos comenzaron a bombardearme con inquisiciones sobre a dónde iba, di frases vagas, apenas hablando de que quería preguntarle algunas cosas por un trabajo que él me había dicho, mentí sobre el hecho de que me escogió para narrar una historia en su club de escritura. Se lo creyeron, ambos saben sobre el trabajo que deben hacer, están inscríptos en ese mismo club. La idea de que me visitara ayer para hablar conmigo sobre eso no les pareció rara en lo absoluto, y si bien eso es extraño, lo deje pasar para no levantar nuevas sospechas. Habría terminado bien si en el momento en que Kwon escuchó salir de la piel de mis labios el nombre del chino, no hubiera comenzado a jugar con sus dedos hasta pedir si podía acompañarme. Ahora comienza a tomar sentido toda la repercusión sobre su enamoramiento, la razón de inscribirse y salirse de un montón de equipos simplemente porque Minghao lo hacía (aunque eso yo no lo sabía, simplemente Soon se excusaba con que no le había llamado la atención lo que se impartía allí), o que se escondiera detrás de Seungkwan cada que caminabamos en frente del campo y se encontraba a su crush allí. Nunca compartieron más de dos palabras: los simples saludos cuando se cruzaban en las clases extra escolares o cuando por alguna razón (según me contó el chismoso de Boo) Xú prefiere ir a descansar en el mismo sector donde nuestro amigo pasa sus tardes escribiendo. ¿Una casualidad? Quizás, pero lo dudo un poco. ¿Y cómo entra el otro coreano en todo esto? Es un joven amante del cotilleo estando aburrido en la escuela a las diez de la mañana; era super evidente que no rechazaría la idea de ser espectador de su mejor amigo siendo un manojo de nervios frente a Ming.
— ¿Podrían al menos callarse? —Me quejo mientras me volteo, observando como en cualquier momento se lanzarían uno sobre otro para partirse las piernas. Me tomo el puente de la nariz, estoy a nada de irme corriendo y dejarlos atrás—. Ya hasta me empieza a doler la cabeza de tanto parloteo.
— Perdón, señor silencio. —Se disculpa con un tono claramente falso Seungkwan, cruzándose de brazos al mismo tiempo en que toma a su acompañante de la prenda superior que trae puesta y caminan hasta mantenerse a un costado mío—. Intentaré que Soonyoung no entré en pánico de otra manera, ya que a su majestad le molesta el sonido de la gente hablando, tanto así que lo desconcentra como para darse cuenta de que trae la bragueta abierta. —Señala hacia abajo, por lo que llevo mi mirada hasta allí. Efectivamente: mis pantalones tienen el cierre abierto. Me volteo a la velocidad de la luz para arreglar aquello mientras una inmensa gama de colores se incrusta en mis mejillas, escuchando las estúpidas risas para nada disimuladas de los otros dos. Que traición..., aunque peor habría sido que nunca me lo coment-¿eso significa que pasé al frente en clase mostrando los calzones? ¿Puede mi día ir peor? Seguramente sí.
