Capítulo 6

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Derek observó a Stiles salir del loft y se quedó escuchando los pasos del castaño hasta que se alejaron.

—Cora. —Dijo y esperó varios segundos por una respuesta, la cual no recibió. —Cora sé que me estás escuchando, baja ahora mismo.

Tras aquello Cora comenzó a bajar por la escalera en espiral y se sentó en medio de esta. —Fuiste muy duro con él.

—¿Qué?

—Le dijiste cosas horribles. Cosas que sabes que no son ciertas. —Dijo con un muy claro molesto tono en su voz.

—Hice lo que tenía que hacer para protegerlo. Sabes que es un peligro cada vez que está con nosotros.

—Un peligro que él está dispuesto a correr.

—¿Y crees que es lo suficientemente maduro para darse cuenta del verdadero peligro que corre? Él no es como nosotros, Cora, es un humano. Si resulta herido no sanará como sanamos nosotros. ¿Crees que hubiese podido sobrevivir todos los disparos que recibí por él? Estaría muerto en estos momentos y no quiero que se siga arriesgando de esa manera.

—Pero...

—Mucho menos ahora. Toda esta semana hemos tenido que pelear contra personas que ni conocemos, a las que nunca le hemos hecho nada, el riesgo de que se lastime es muchísimo mayor ¿Acaso tú no te preocupas por él?

—¡Claro que lo hago! —Exclamó levantándose de golpe para luego acercarse a él. —Pero fuiste muy cruel con él. Pudiste hacérselo saber de otra manera.

—¿Crees que lo hubiese entendido? Lo eché de la manada y no quería aceptar mi decisión. Luego de lo que nos dijo esa cazadora sabía que tendríamos que enfrentar todo este peligro y no iba a dejar que Stiles se involucrara. Lo eché justo antes de que resultase herido. —Dijo observando a Cora fijamente, sabía que estaba molesta pero tal vez había hecho algo malo por una buena razón. —¿Lo sabías?

—¿Que cosa? —Preguntó frunciendo el ceño.

—¿Sabías que estaba enamorado de mi? —Preguntó y la observó apartar la mirada. —Responde, Cora y no te atrevas a mentirme.

—¡Sí! ¡Sabía que estaba enamorado de ti! —Gritó observándolo directamente a los ojos y dando un paso más cerca hacia su hermano. —Así como sé que tú estás enamorado de él.

Derek abrió los ojos sorprendido al escucharla decir aquello e incluso se colocó un poco pálido. —¿Có-có...

—Pudiste haberle dicho que también estabas enamorado de él. Que lo querías. Que te preocupas por él y no querías que resultara herido... Y estoy segura de que él lo hubiese entendido.

—Eso hubiese hecho las cosas aún más difíciles. Si le decía que también estoy enamorado de él hubiese sido más difícil el alejarse.

—¿No escuchaste lo que dijo? —Preguntó incrédula y retrocedió. —Sólo quería estar en la manada para estar contigo. Si hubieses sido capaz de estar con él... fuera de la manada, hubiese aceptado estar fuera de ella. Porque lo que quería realmente era no separarse de ti.

—No puedes estar segura de eso.

—Claro que sí. Porque soy su amiga y lo conozco. Pero después del incendio perdiste tu empatía... eres un monstruo y por eso extraño al antiguo Derek. —Dijo como últimas palabras antes de darse la vuelta y subir nuevamente las escaleras.

***

Stiles no llegó a casa esa noche.

Ni la siguiente.
Ni la siguiente.

Por siete días nadie supo de él. El sheriff estaba más que preocupado y en cuanto nadie sabía dónde estaba Stiles él se encargó de programar varios operativos de búsqueda pero ninguno daba resultados positivos.

Derek al enterarse de la desaparición de Stiles también se reunía con toda la manada para intentar dar con su ubicación, pero todos los intentos fueron en vano.
Las palabras dichas por el pelinegro "Y no te molestes en volver" lo acechaban cada noche y no podía evitar sentir que podía ser su culpa que Stiles no apareciera. Tal vez no debió haber sido tan cruel.

La noche del octavo día Stiles llegó a casa, abrió la puerta de la misma y entró yendo directamente a su habitación como si nada pero a medio camino el Sheriff, sorprendido y feliz por ver a su hijo, lo abrazó como si no hubiese un mañana. Pero Stiles ni reaccionó. 

Pasaron un par de horas, donde el Sheriff intentaba ponerlo al tanto de la semana que se había perdido.

—Stiles, tienes que decirme que pasó.

—No lo recuerdo. —Respondió observando un punto fijo en el suelo.

—Pero estás diferente. Algo te pasó en esa semana, algo que te tiene de esta manera. Habla conmigo, soy tu padre.

—Dije que no recuerdo. Venía del loft de Derek y llegué aquí. Es todo lo que sé.

Fueron sus últimas palabras antes de irse a su habitación. Al día siguiente llegó al instituto como si nada hubiese pasado y todos sus amigos al verlo corrieron hacia él a preguntarle qué había sucedido.

—No sé de qué están hablando. Ayer fui a hablar con Derek y regresé a casa.

—Stiles... Eso fue hace una semana. —Mencionó Cora.

—Todos estábamos tan preocupados por ti. Pero yo sabía que estabas vivo. —Dijo Lydia.

—Deberías hablar con Derek. Él estaba sumamente preocupado por ti. —Dijo Allison.

—No. Y no quiero que nadie le diga nada sobre mi.

El sonido de la campana regresó a todos a la realidad, estaban en la escuela y debían atender sus clases.
La última clase había acabado y todos estaban de acuerdo de que algo había diferente en Stiles, la luz en su interior se había apagado y era imposible que no recordara nada, al menos imposible en un mundo no sobrenatural, por lo que iban a consultar con Deaton a ver si sabía algo.

Scott caminó hacia Stiles pero antes de siquiera llegar hacia donde él este le dijo que quería irse sólo a su casa y no le dió tiempo a responder.
Por eso Stiles comenzó a caminar solo con dirección a su casa y en su campo de visión apareció Derek.

El corazón de Derek se detuvo al ver a Stiles, una parte de él estaba aliviado y otra estaba feliz de poder verlo nuevamente. Caminó cada vez más rápido hacia él y supo que el castaño lo había visto, aunque le sorprendió que no reaccionara en absoluto, pero no lo pudo evitar, en cuanto llegó frente a él lo abrazó, con fuerza, mucha fuerza y no lo quería soltar.

—Estoy muy feliz de que estés bien. —Dijo Derek en medio del abrazo y esperó respuesta por parte del castaño pero no recibió ninguna. Tal vez Stiles seguía molesto por lo que había dicho una semana atrás.

Se separó de él, iba a pedirle una disculpa por eso, pero al observar sus ojos cafés se sorprendió. No había una sóla expresión en aquellos ojos, cuando antes Derek podía leerlos como si de un libro se tratase. No había felicidad, ni odio, no había nada.

—Stiles quiero disculparme por todo lo que te dije. Me equivoqué y dije cosas...

—Derek. —Mencionó interrumpiendolo. —Lo que me dijiste ayer ya quedó en el pasado. Ya acepté que no me quieres en tu manada y ya no tienes que cuidar de mí, ni tú ni ninguno de tus betas.

—¿Ayer? Stiles eso fue...

—Ya me voy. No valgo la pena tu tiempo ¿No es así? —Y sin esperar respuesta continuó su camino.

Derek no fue el único que observó como Stiles se alejaba, todos estaban expectantes al hecho y luego caminaron hasta Derek para saber que le había dicho.

—¿Qué sucedió? —Preguntó Erica.

—No estoy seguro. —Respondió Derek. —De lo que estoy seguro es que ese no es el mismo Stiles que conocemos.

Missing Sparks || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora