Siempre está ahí

152 11 3
                                    

Siempre está ahí, aún lo recuerdo, aquel hombre que al subir al transporte público más cercano de mi calle, está sentado en el mismo lugar y hace lo mismo.
Lo veo 80 minutos diarios por 7 días, pues debo utilizarlo para trasladarme a mí preparatoria, es tan raro que él solo hecho de topármelo a diario me hace creer que es un acosador, y convierte ese pequeño vehículo en un lugar frío y oscuro del cual quiero salir para llegar lo más pronto a mi casa.
Es raro por qué el apareció hace 3 meses, un día entre al transporte público, y al verlo solo lo ignore, pues solo parecía un hombre normal, un poco viejo, con lentes de sol, calvo, tez morena y ropa un poco descuidada, siempre con la mirada hacia delante y fría.
Asimismo el chófer del cual era amigo, me decía que siempre se bajaba una calle después que yo y que al ver el espejo retrovisor para visualizarlo, no estaba en ese lugar.
Trate de buscar más respuestas en esos 3 meses, con los vecinos de esas calles en donde ese hombre misterioso se bajaba. Las vecinas no sabían nada de él, y me decían que nunca habían oído ni visto a alguien así, que tal vez lo confundía o lo alucinaba.
Pero no, yo sabía que él era verdadero, sabía que vivía cerca, y sabía que tenía algo que ver conmigo. No me sentía seguro, ni cómodo al viajar ahora, siempre sentía que a pesar de ver al frente, el siempre se fijaba en mi.
Así que, el día de ayer tuve el valor de hablar con el. Espere un tiempo en el que todos los pasajeros se habían bajado de aquel transporte, mi amigo el chófer seguía manejando.
Estábamos cruzando una avenida muy transitada y extensa, cuando por fin, lo voltee hacia mi, el seguía sin decir alguna palabra, y seguía inmóvil y viendo ahora a mis ojos. Yo le decía:-¿Quién eres? ¿Por qué me sigues? ¿Qué quieres de mí?
El seguía imponente y sin ninguna respuesta...
Hasta que finalmente, yo en un ataque de desesperación e irá le quite aquellos lentes de sol que usaba y de repente...
Observe que las cuencas de sus ojos estaban vacías...
En esas milésimas de segundo que Vi aquel negro profundo, pasó por mi mente toda mi vida, todos mis actos sean buenos o malos, y al terminar de verlos, aquel hombre volteó a ver al chófer, y este al ver aquella oscuridad en sus ojos solo se quedó sin ver el camino y de repente se escucho un estruendo. Todo fue oscuridad, y baje de aquel transporte que ahora estaba destruido debido al choque de tres carros ocasionando una parábola, y mi cuerpo tirado, lleno de sangre e irreconocible.
Pero lo más raro de todo es que al fin me bajé donde él siempre lo hacía, y ahora me llevo a un nuevo lugar que es donde me encuentro.

Cuentos Del Baúl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora