uwu | 26.

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taehyung.

Salí de casa, guardando mi celular en el bolsillo. Era la primera pista real que le di a Jennie. Cruzaba los dedos para que piense que es alguien con el abdomen marcado. Sinceramente, estoy en forma y tengo el abdomen duro, solo que no estaba marcado. Capaz podría sospechar de Park Jimin, Jeon Jungkook o Kim Jiwon.
La pista que le di fue un rectángulo, como mi sonrisa.

Aunque, siendo honesto, tenía miedo. No quiero que sospeche de mí, no quiero que se entere de que soy el pervertido enamorado anónimo.

—¡TaeTae! ¡Buenos díaaaaas!

Saludó mi amiga saliendo de su casa, bastante feliz a mi parecer.
¿Mencioné que éramos vecinos y que ella vivía al lado de mi casa? ¿No? Pues, lo éramos.

—Buenos días, Nini.

Le dediqué una pequeña sonrisa y me acerqué hacia ella. Mi vista recorrió su cuerpo, hoy estaba yendo en falda. Desvié la mirada rápidamente, no quería pensar cosas indebidas, menos enfrente de ella.

Una vez estando a centímetros de su cuerpo, besé su mejilla. Le ofrecí mi brazo y gustosa lo tomó, y seguido a esto, ambos emprendimos viaje hacia la escuela.

—¡Tae! ¡Tengo más buenas noticias!

Tragué saliva repentinamente, a lo que tosí un poco. —¿Ah sí, Jen? Cuéntame, soy todo oídos.—

—¡V me dio otra pista! Me dijo "rectángulo". ¿Qué debería pensar? ¿Usa lentes rectangulares? ¿Tiene el abdomen marcado? ¿Su espalda es rectangular? Tantas incógnitas, ninguna respuesta.

—Oh, uhm, bueno, ¡seguro y sí tendrás suerte esta vez, Nini!— Respondí, tratando de sonar lo más tranquilo posible.

Jennie se detuvo, por lo que yo también me detuve a los segundos. Volteé mi rostro, viendo por qué se había detenido. Su mirada estaba fija en mi espalda. ¿Acaso estaba viendo si mi espalda era rectangular? ¿Sospechaba de mí?
Nuestras miradas se conectaron, mientras yo mordía el interior de mi mejilla. Estaba nervioso y tenso, y ella se había dado cuenta.

Se acercó a mí, pero había una muy corta distancia. Su mano se posó en mi abdomen por encima de mi camisa. El color rojo subió a mi rostro y a mis orejas. Su mirada no se despegó de la mía en ningún segundo.

—Oppa, ¿conoces al tal V? ¿Es que él te ha dicho algo que tú no quieras decirme, hm?

Desvié la mirada, negando con la cabeza. Me sentía tan pequeño, indefenso. No quiero mentirle, pero tampoco quiero que sepa la verdad.

—¿Por qué no me ves, oppa? ¿Por qué mientes, mh? ¿Acaso olvidaste que soy tu mejor amiga y sé identificar cuando estás mintiendo?

Respiré hondo. Quería tomarla por la cintura y besarla, sus preguntas me ponían nervioso. Ella me ponía nervioso y ansioso.

Posé mis manos en sus hombros y me acerqué hasta su oído, para poder susurrarle:

—Sé quién es el tal V, Jennie. Pero soy un hombre de palabra, por lo que no puedo decirte quién es. Pero te ayudaré a encontrarlo.

Estaba tomando mi postura inicial, a lo que ella me agarró del cuello de la camisa y acercó mi rostro al suyo. Nuestras respiraciones chocaban, pero eran unos quince centímetros de distancia. ¿Por qué Jennie tenía que complicarme todo? ¿Qué no ve lo débil e impulsivo que soy con su presencia?

—¿Sabías quién era él todo este tiempo, Kim Taehyung?— Su frente se arrugó levemente e hizo un puchero, inflando sus mejillas: regalándome la imagen más tierna del mundo.

—Quizás. ¿Por qué, Jennie Kim? ¿Es que acaso el tal V te gusta, hm?— Respondí, sonriéndole.

Noté que su vista se posó en mi boca.

Mierda.

Mi sonrisa es rectangular.

Código rojo.

La sonrisa que adornaba mi rostro se esfumó, dejando un semblante serio en él. Ahora era ella la que sonreía. Soltó el agarre que le había hecho a mi camisa, pero yo no me erguí en ningún momento. Nuestras miradas estaban conectadas, y noté sus pupilas dilatadas. La tensión se podía sentir.

—Ya te dije que solo quiero conocer su identidad, TaeTae Oppa. No me puede gustar si no sé quién es. Me gusta lo que me escribe, absolutamente todo, ¿para qué mentir? Pero no puedo sentir atracción por él, si no lo conozco en persona.

—Una lástima, Jen. Sí lo conoces, pero no puedo decirte quién es.— Volví a mi posición original, separándome de ella. Volví a ofrecerle mi brazo, a lo que ella lo tomó y seguimos nuestro camino.

—Eres un mal mejor amigo, ¿hm? ¿Te gusta verme desesperada, TaeTae?

—Es mi pasatiempo favorito, Nini. Me da gracia. Además, es la excusa perfecta para pasar más tiempo con mi linda y pequeña mejor amiga.

uwu. { taennie }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora