Invierno

6

Damián

Ojalá me hubiera dado tiempo a explicártelo todo, Carlota.

11de diciembte

06:00 a. m

Mercy

Me desperté temprano. El día se asomaba entra las copas de los árboles. Era una mañana tranquila, no se escuchaban ruidos y nadie invadía mis pensamientos. Salí al balcón y observé la naturaleza, sintiéndome en paz conmigo misma.

La investigación de la desaparición de Álvaro había estado estancada durante mucho tiempo y no podía permitírmelo. Había sufrido un bloqueo al no encontrar nada más en la red sobre él y no supe continuar hasta ayer. Raquel vino a mi cuarto en busca de ayuda y yo se la di.

Preparé algo de café para las dos. Seguía durmiendo sobre mi cama, con la sábana cubriendo parte de su desnudo cuerpo. Últimamente me necesitaba mucho y yo no me oponía. Me contaba sus penas y luego se deshacía de mi ropa junto a la suya. Conmigo dormía bien.

No estábamos enamoradas, solo follábamos para dejar de pensar y disfrutar. Y esto solo funcionaba de una forma, ella tenía que venir a mi.

Pero ahora necesitaba otras cosas de ella. De mi mochila saqué un frasquito con un líquido transparente y le eché la dosis precisa en su taza. Luego la separé a una distancia prudente de la mía para evitar confusiones. Desperté a Raquel entre besos.

-Buenos días.- me senté al borde de la cama.

-Hola, ricitos.- me regaló una sonrisa risueña y se estiró.- ¿Has dormido bien? Porque yo si.

-Si.- asentí y le devolví la sonrisa. La observe mientras se recostaba y la sábana se le caía destapando su pecho.- Te he preparado una taza de café. Ten.- Me levanté y se la di.

Dio el primer sorbo. Me senté en la silla del escritorio y bebí de mi taza. Los efectos empezaron a florecer.

-¿Como te llamas?- le pregunté.

-Raquel Hoover.

-¿De dónde eres?

-Soy de Italia, igual que tu boba. Pero mi padre es holandés. ¿Para qué me preguntas cosas que ya sabes?- Me miró confundida.

-Cuéntame algo que nadie sepa, por favor.- Bebí un poco mas del café. Ella me imitó.

-Odio a Romeo.- hizo una pausa breve. Eso ya lo sabía. Se apresuró a continuar.- Pero por favor no se lo digas. También le quiero, es complicado de explicar.- Eso también lo sabía.

Ya confirmado que el suero había tomado el control de sus acciones empecé con el interrogatorio.

- ¿Crees que Álvaro haya desaparecido o puede ser que esa no sea la verdad? Eres la novia de su hermano, sabrás más de su vida que yo, Raquel, y necesito respuestas.

-Álvaro no está desaparecido, sino muerto. - dejé que continuase.- Al menos eso creo. Romeo llevaba enfadado con él semanas y todos sabemos lo poco inestable que es. Es una persona de extremos, o te odia o te ama y en cuestión de segundos puede cambiar de parecer. Aunque lleva unos meses con tratamiento. Ha mejorado bastante.