angel and demon

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Pasaron meses de silencio entre los dos, ninguno teniendo el valor de acercarse al otro para hablar de lo sucedido esa noche.

Tyler decidió ir a hablar con el demonio de una vez al décimo mes de silencio.

Era invierno, sabía que Josh no era muy fan de él, y que raramente salía de su apartamento, así que se dirigió hacia él, tocando el timbre del departamento y esperando en silencio a que el demonio abra la puerta.

-Escuche, estoy un poco ocupado así que...oh –Josh abrió la puerta, obviamente no mirando quien estaba del otro lado y no esperando al ángel del otro lado—. Hola, Tyler.

-Hola... ¿Puedo pasar?

-Uh, sí –el demonio le cedió el paso, haciendo que el ángel entre y observe cada detalle del departamento, no había estado ahí desde que se habían mudado y le sorprendió ver como casi nada se había movido de su lugar. Todo mantenía una estética minimalista, con solo dos sillones, una mesita de café y un estante sin casi nada dentro para la sala.

-Sé que no hemos hablado en un tiempo y...solo vine a pedir disculpas –Tyler empezó, parándose al lado de uno de los sillones y entrelazando sus manos, dejándolas reposar sobre la parte baja de su abdomen, mirando al demonio, el cual se había quedado en la puerta, sin moverse y observando al ángel de vuelta—. Lo que hice no era lo correcto, no tuve que irme ni negar tu oferta, realmente fue algo muy tonto de mi parte, aún más tonto no haber venido a hablar antes y aclarar todo.

-Yo tampoco tuve que haber sido tan insistente, sé que fue difícil haberme dado el agua bendita –Josh rascó su nuca, mirando el piso. Aún no se movía—. Lo siento por ponerte en esa posición.

-No estaba enojado contigo.

-Ni yo contigo –una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del demonio, quien volvió a mirar al ángel—. Creo que todo fue un gran malentendido entre los dos.

-Creo que sí.

Finalmente, Josh se movió, terminando frente al castaño, quien decidió mirar al piso, los nervios consumiéndolo, no había estado frente a Josh por tantos meses y se había olvidado de esas olas de amor que recibía del demonio, lo puras que eran, y el modo en el que el demonio lo hacía sentir.

-¿Qué te parece si olvidamos de que esto pasó y escuchamos un poco de música? Tengo un tocadiscos adentro.

El ángel aceptó, y el resto de la tarde fue compuesta por diferentes vinilos y canciones mientras el demonio trataba de enseñarle al ángel a bailar, ya que los ángeles realmente no bailaban, y lo único que Tyler sabía bailar era el Gavotte, pero ese baile lamentablemente había salido de moda hacía casi un siglo.

Cuando los dos se cansaron, Josh decidió poner un vinilo de Johnny Cash, ambos sentándose en el piso y cantando los coros, equivocándose en ritmos y palabras, riéndose a sus errores.

Josh había tomado su posición acostando su cabeza en el regazo del ángel, mientras este acariciaba su cabello, y al parecer era tan bueno en esa acción que el demonio se durmió. Tyler decidió cambiar la canción gracias a un simple chasquido de dedos, el vinilo ahora tocando una canción más lenta que las del resto que habían escuchado. El ángel la reconoció, no era su primera vez escuchándola, había sido su favorita desde que salió y siempre pensaba en el demonio cuando la escuchaba.

Tyler empezó a cantarla, aun acariciando el cabello del demonio, sin darse cuenta de que este se había despertado gracias al sonido del chasquido, Josh decidió no hacer nada mientras escuchaba la voz del ángel, suave y melodiosa mientras cantaba junto con Johnny Cash.

-You are my sunshine, my only sunshine. You make me happy when skies are gray. You'll never know dear, how much I love you. Please don't take my sunshine away.

angel and demon  †  joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora