Todo es negro. La oscuridad le rodea y nada se logra observar más allá.
Siente su cabeza pesada, sus extremidades gelatinosas y fuertes punzadas de dolor recorren su tronco. Sus párpados ascienden sosegados, no hay rastros de luz, y por un momento la temerosa idea de que ha quedado ciego o sordo patina en su mente, pues tampoco escucha ningún sonido. Todo es nada.
De repente, dos brazos le abrazan por los hombros y viajan hasta su espalda, empujándola para obligar a su cuerpo a sentarse. Su adormilada anatomía siente colchas suaves y sábanas tersas bajo ella, imagina una cama y tal vez una habitación alejada o un sótano vacío por la nada que se escucha.
Los largos brazos desconocidos acarician sus extremidades superiores, se deslizan por su cadera y descienden hasta terminar en el interior de sus muslos, apretando y empujando hasta separarlos. El calor de un nuevo cuerpo le abraza y cree que la persona que está junto a él se ha instalado entre sus piernas.
— Estaba a nada de morderte mientras te encontrabas inconsciente — susurra una ronca voz distorsionada.
El alivio se siente en su cuerpo al lograr escuchar perfectamente las palabras ajenas; sin embargo, todo rastro de tranquilidad se esfuma en el momento cuando una caliente lengua húmeda patina por sobre la parte izquierda de su cuello, provocando un gélido escalofrío en la espalda de JungKook, quien arquea de manera inconsciente su cuerpo permitiendo un mejor acceso al desconocido.
JungKook intenta parpadear para observar su alrededor, observar quien se encuentra con ély dónde está. Sus cuerdas vocales no responden ante sus exasperados llamados y lo único que logra llevar a cabo es llorar.Suaves caricias se llevan a cabo sobre sus acolchadas mejillas, siente un par de voluminosos labiales besarle con delicadeza, eliminando los transparentes rastros que han dejado las lágrimas con su patinar.
— No llores, JungKook — sus nervios se calman un poco al escuchar las palabras dulces y roncas del desconocido, — no haré nada que no disfrutes — musita el otro. JungKook escucha el sonido de su voz sobre su oreja izquierda y al segundo una fuerte mordida en ella le toma desprevenido.
— ¡Ah! — logra al fin articular.
El nudo en su garganta desaparece como por 'arte de magia' y respira con pesadez.
Sus sentidos de escucha y habla han comenzado a funcionar con normalidad. Oye a lo lejos zumbidos molestos, canciones extravagantes y jura escuchar distorsionados gemidos, su labios dejan escapar ligeros suspiros de alivio; sin embargo, todavía no logra observar nada más que un oscuro negropenetrante.
Su cuerpo es empujado hacia atrás y acomodado entre las sábanas de suave textura, huele el exquisito olor de las clásicas flores rojizas impregnado en ellas. Sus brazos son llevados hasta la cabecera de lo que al parecer sí es una cama y son mantenidos allá por los largos dedos de una fría mano que aprietan su muñeca, su cabeza es hundida en la almohada bajo ella dejando con libre acceso la piel de su cuello y siente otra mano recorrer deseosa su muslo izquierdo.
Dos filosos objetos erizan la piel de su cuello, se deslizan sin pudor, como si una danza del mal interpretaran. Sus movimientos son sutiles, delicados; sin embargo, un chillido agudo brota de entre sus labios en el momento cuando siente los dos objetos internarse entre su piel.
Su cuello arde y duele, la parte atacada se adormece y poco a poco logra sentirla húmeda, caliente. Succiones y lamidas se intercalan para accionar en su cuello, JungKook se encuentra agitado y sus fuerzas son drenadas sin oportunidad alguna de detenerlo.
— Pa–Para... No... — susurra JungKook dormido.
— Te gusta, me gusta, no pidas que me detenga — habla una voz en su cuello.
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我 MINE «JIKOOK»
Про вампиров➳ Nubes rojizas cubriendo su mente, dos colmillos rozando la piel sensible en su cuello mientras de sus labios brotan raíces de gemidos exorbitantes. ¿tan fácil era entregarse a él? su cuerpo anhelante se deja hacer, mientras el recuerdo de su prim...