10. ➵ Evil like me.

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Al llegar al sector de los dormitorios dentro de la preparatoria del lugar, no había la más mínima señal del rastro de Audrey, ni siquiera tan solo una pista para ayudar al grupo de adolescentes a descubrir el paradero de la nueva villana que amenazaba a Auradon.

— ¿Encontraron algo? — Madd junto a Evie negaron a la pregunta de la pelimorada — Tampoco yo.

— Podría estar en cualquier parte procurando arreglar cada detalle a donde vaya — exclamó Maddavil bajo la atenta mirada de las presentes mientras observaba a su alrededor el castillo que alguna vez parecía tener una llama de calidez dentro de él — Sabe donde estamos, sabe cada maldito paso que damos.

— La encontraremos y solucionaremos esto — la mano de Evie se posó en el hombro de Maddho haciéndole pequeñas caricias en señal de ánimo — Cuando eso pase, tendremos a los niños de la Isla aquí, a Cassie — ante tales palabras, Mal sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal y su cara empalideció, aquello pasó desapercibido por sus acompañantes quienes estaban hablando — Estaremos bien.

Maddavil sonrió con melancolía a su amiga mientras posaba su mano sobre la de la hija de la Reina Malvada en señal de agradecimiento. Tendría a Cassie junto a ella muy pronto y podrían tener juntos un «felices para siempre» .

— Deberíamos ir de vuelta, quizás hayan encontrado algo que nos sirva — ordenó suavemente Mal a sus amigas interrumpiendo el momento emotivo cuando se encontraron al final del pasillo que conducía a la habitación privada de Audrey en el castillo, las peliazules asintieron mientras seguían a la futura Reina hacia la habitación donde debería estar Uma junto a Celia y Heathell buscando datos.

Evie, quién de un segundo a otro iba a la cabeza del grupo, abrió la puerta anunciando sus malas noticias — No está en el campus.

— Encontré su diario y vaya que arruinaste la vida de Audrey — se mofó la morena hija de Úrsula, quién estaba acostada en la cama de la princesa villana, mientras las risas burlonas de Heathell la acompañaban desde la estantería donde Audrey tenía sus maquillajes.

Mal la miró de brazos cruzados sin algún rastro de diversión en su semblante serio mientras se encaminaba al lado de la cama — Bueno, ¿Encontraste algo ahí que no sepamos ya o...?

— Suele ir a la casa de las hadas, donde Flora, Fauna y Primavera escondieron a su mamá de la tuya — respondió rápidamente Uma sin abandonar el pequeño toque de burla al final de su oración haciendo que Mal se enfadara de a poco cada vez más y provocando una risa pequeña en Heathell nuevamente.

— Sí. Entiendo más que bien la ironía — contestó la novia de Ben junto a una sarcástica risa.

— ¿Cómo puede ser infeliz alguien con esta cama? — se quejó Uma mientras se acomodaba en las mantas rosadas de los aposentos de Audrey.

— ¿Y con estos maquillajes y perfumes que no huelen para nada a zorrillo muerto?  — exclamó Heathell por otro lado de la habitación tocando todos los perfumes y maquillajes que poseía Audrey mientras que con la otra mano, se aplicaba brillo labial reluciente y le sonreía al espejo — ¿Creen que a Harry le guste? — inquirió volteandose rápidamente al grupo de adolescentes mientras trataba de imitar caras seductoras.

— Okey — interrumpió Maddho con un deje de fastidio en su interior — ¿Encontramos algo útil o seguiremos preguntándonos por qué Audrey se convirtió en lo que sea que es ahora mientras le usamos todas sus pertenencias? — preguntó con sarcasmo la peliazul cruzándose de brazos acaparando la atención de las chicas.

— De acuerdo, ¿cómo me veo? — interrumpió Celia, quién estaba sentada en el delicado tocador color rosa pastel claro, probándose todo tipo de joyas que habían ahí y volteando con una cara de soñadora hacia las chicas.

Evie volteó junto a las demás y sonrió enternecida hacia la hija de Facilier — Las joyas se quedan aquí.

— Pero ella es mala — respondió Celia retomando su posición real mientras se quejaba con la hija de la Reina Malvada.

— Y nosotras, no — respondió a la queja de la pelirroja con suavidad y aquella pose tan característica suya de ubicar su mano sobre su cadera, así Celia luego se comenzó a quitar toda la joyería que traía encima de a poco.

Maddho se movió un poco a la esquina de la habitación cuando un escalofrío recorrió su cuerpo de la nada, se abrazó a sí misma tratando de encontrar un poco de calor pero nada funcionaba, Mal notó aquello y se acercó rápidamente a su hermana.

— ¿Estás bien? — preguntó a la peliazul con preocupación, esta asintió con el mismo semblante y se mordió la lengua para lo que iba a preguntar.

Lamentablemente uno apaga la razón muchas veces y esta fue una de esas ocasiones.

— ¿Crees que esté bien? — inquirió con suavidad la hija de Hades a su hermana de mechas azuladas eléctricas. Mal la miró con confusión sin saber de quién se trataba, su hermana suspiró cerrando los ojos sin creer lo que preguntaría — Harry. ¿Crees que esté bien? — Mal abrió los ojos de par en par a la pregunta de su hermana pero luego sonrió enternecida. Sabía que Maddavil se había enamorado de él y aquel sentimiento no se iría de un día a otro, y así como era buena leyendo los sentimientos de su hermana, podía asegurar que el pirata se había enganchado totalmente de la princesa del inframundo por lo que no trató de impedir nada. Al final, el amor verdadero siempre gana ¿no?

— Creo que es un pirata muy intrépido, estúpido e inmaduro — murmuró Mal arreglando los cabellos azulados de su hermana mientras la miraba con ternura — Pero también creo que es valiente, intenso y espontáneo así que sí, estará bien al igual que nosotros.

Pero aún así, Maddho pudo ver aquél brillo en los ojos verdes de su hermana, un brillo de tristeza e inseguridad y creía saber el por qué — Ben también estará bien, ya lo verás — ambas sonrieron con aquella facción ladeada que solían hacer y se abrazaron reconfortandose la una a la otra.

— Si mamá nos viera así estaría furiosa — bromeó Maddho haciendo reír a su hermana.

Promise me you'll try to be... — cantó suavemente Mal mientras sonreía a su hermana, los recuerdos de la primera noche en Auradon no tardaron en hacerse presentes haciendo que la peliazul, quién en se entonces tenía sus cabellos verdes con morado, sonriera y siguiera el verso.

An absolute disgrace — finalizaron las hermanas sonriendo cómplices, había sido una noche tan loca como la de hoy, su madre en Auradon, más bien en el pasillo de los villanos, lugar de donde Audrey había robado el cetro de Maléfica y estaba causando terrores por al rededor.

— Chicas — interrumpió Evie rápidamente a las hermanas acaparando la atención de ambas — Debemos irnos.

𝗪𝗶𝗹𝗱𝗲𝘀𝘁 𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 (harry hook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora