Como sentirte

Secreto

Las palabras que me dijo han calmado la ansiedad de mi corazón, agradezco que siempre sea capaz de calmarme y darme lo mejor de sí 

–Kazuya, otra vez estas divagando

-No, estaba guardando algo en mi mente

-¿Qué?

-Es un secreto, no seas curioso -a pesar de lo que dije, creo que le sonreí un poco más de lo que me imaginé.

Las cartas en el correo eran de mi padre, cuando vi que no regresó el día que dijo, me imaginé que tenía más trabajo y que por eso no me había dicho nada de volver después, es anticuado que use las cartas pero, creo que es mejor para él, después de todo, no se acostumbra a las tecnologías aunque las venda.

"Volveré dentro de 2 meses, China es grande" ¿Qué clase de carta era esa? Seguro que gastó más letras en todas las direcciones que en el texto, como siempre usando cosas que no entiendo, ya sé que es grande, es un país ¿Qué esperaba? ¿Por qué esta en China? Qué más da, no voy a desgastarme pensándolo, seguro lo puso por una tontería.

El tan esperado fin de semana llega de nuevo, a su lado los días se me van como segundos, me aburrí mucho en su ausencia, y usé mi tiempo en leer un libro de matemáticas, cuan aburrido estaba como para leer eso.

-Sabes Kazuya... este fin de semana mamá quiere que vayamos juntos la casa de los abuelos... no voy a estar -eso arruinaba todos mis planes, no quería eso, ahora ya no quería estar solo más tiempo que el que pasaba en clases.

-Que tengas un buen fin de semana -estaba molesto, así que saqué las palabras más frías que tenía 

–No seas así, no te enojes por favor

-No estoy enojado

-Si lo estas, cuando volví estábamos bien, ahora estas muy distante

-Mmm...

-Eh... hay algo que quiero preguntarte desde hace un tiempo

-¿Qué?

-¿Cuándo es tu cumpleaños?

-17 de Noviembre

-¿Por qué no me dijiste nada?

-Porque se me olvidó

-Eres un tonto, eso fue ayer, yo pensé que era en diciembre, algo le escuché a mamá y papá

-Ese viejo no sabe la fecha, me manda cosas en diferentes días del año, a veces se confunde y manda 2 veces al año

Nunca tuve una fiesta de cumpleaños porque mi padre se olvidaba y mamá prefería estar con sus amigas platicando, se olvidaron de que existía, por eso dejé de darle importancia a esas cosas, por eso... no recordé que el día de ayer fue mi cumpleaños.

-Kazuya... hagamos un trato

-¿Cuál?

-El siguiente fin de semana, celebraremos juntos tu cumpleaños

-No es necesario

-Para mí sí, quiero ser el primero en desearte un feliz cumpleaños -hizo un puchero infantil que me pareció lindo ver, y no pude evitar acariciar su cabello, nunca me había sentido vivo, no hubo mejor momento en mi vida que en el que le conocí, así que mi cumpleaños existiría para recordarme que él volvería siempre a mí.

Los días pasan con las hojas del calendario arrancadas, de hecho me la pasé durmiendo todo lo que no había dormido en los últimos días por estar pensando en esas tonterías.

El inicio de semana fue interesante, porque lo vi un poco adormilado 

-¿No dormiste? -esta hasta cierto punto un poco pálido