°THE OTHER WOMAN° [Jeffrey Dean Morgan / Norman Reedus] {EN PAUSA}

VI

Mientras pasaba más tiempo más costaba cargar al pequeño que llevaba dentro y es que a casi siete meses de enterarnos que ibamos a ser padres, nuestra vida había cambiado totalmente después de esa noticia y fue de una manera tan hermosa, Norman no podía ser más atento, al llevar ya unos años con la serie y unas películas independientes, tomó la decisión de pedir unos meses de vacaciones mientras comenzaban a grabar otra vez la serie con una nueva temporada, los chicos son tan geniales y ni se diga de Lauren, entre ella y Lydia me ayudaban a no aburrirme los primero meses, entre ir a hacer yoga maternal, y noches de chicas entre mascarillas y litros de helado.
En estos momentos nos encontrabamos comprando lo que nos hacia falta para la recamara del pequeño y como podrán deducir mi bebe será un pequeño príncipe, Norman se volvió loco al enterarse que sería niño aunque el también quería una niña, por mi parte me hacía ilusión una princesa pero se que seria increíble mi pequeño, ya lo amaba y ni si quiera lo conozco, no podría imaginar cuando naciera lo feliz que sería.
-Amor, sería bueno comprar más cobijas? - pregunté tomando una cobija verde.
-sería genial, si no tuviéramos más de cien en casa- dice burlón.
-ja'! no tenemos cien cariño, pero como me gustó la llevaré - dije sacando la lengua de una manera Super madura, estas son la peleas que teníamos, si se le puede llamar asi.
- Sabias que he estado investigando - dijo cambiando de tema concentrado en los pequeños porta bebes.
-a sí?- volteo a verlo - se podría saber que es lo piensa mi marido.
-pues, tendrás que saber y lo hago solo por el bebe- aclara serio- que es muy bueno y saluble para ti tener sexo cuando tienes un embarazo avanzado - se le forma una pícara sonrisa, no logro contener una carcajada, que hace que las dependientas volteen a verme, les sonrió apenada y volteo a ver a Norman.
- Así que por mi bien eh? - avanzó hacia el y colocó mis brazos alrededor de sus hombros - que tal si compramos esta cobija y nos vamos a casa, digo solo por mi salud- sonrió coqueta y me acerco a su oído- y me haces todo lo que has investigado.
- Joder Cariño, te compro la tienda completa de cobijas si ya nos vamos- siento sus manos en mi trasero y se que es mejor irnos antes de hacer una escena y que nos echen de la tienda, río por mis pensamientos y tomo su mano camino a pagar lo que elegimos, será una larga tarde y no podría estar más feliz.