Sin Palabras

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El día de San Valentín, como todos saben, era un día muy importante para la relación de una pareja o de cualquier enamorado, pero unos tímidos "futuros héroes" no pudieron confesar su amor aquel especial día. Estos eran Shōji y Tokoyami.

En la escuela no fue un día normal; parecía que ambos evitaban a toda costa cruzarse con el otro ya que sabían que aquel día tendrían que declarar sus sentimientos, pero no sabiendo expresarlos en palabras simplemente huían. “¿Y si no le gusto?”, “¿Y si no me corresponde?”, “¿Y si se ríe de mí?” eran las preguntas que ambos se hacían.

Pasaron así las horas de clase, hasta que irremediablemente intercambiaron miradas mientras escribían la lección de Aizawa sensei, parecían instantes eternos, más ese fue el máximo contacto que tuvieron en toda la jornada.

Pasó el 14 de febrero, pasó la semana, y ellos seguían sin dirigirse la palabra.

El mes de los enamorados estaba casi por terminar y Shōji lo sabía, se cuestionaba una y otra vez mientras meditaba en su habitación como debía confesarse, "necesito dejar mi vergüenza de lado y hacerlo de una vez" se decía interiormente, sabía que si no reunía el valor ahora lo seguiría postergando para siempre, y no quería que alguien le quitara a su adorado pájaro antes. Estaba decidido, este día lo haría al apenas verlo.

Mientras tanto Tokoyami aún estaba indeciso, su corazón le decía que lo hiciera pero las voces en su cabeza lo atormentaban diciéndole lo opuesto, tenía miedo, esa era la verdad. Mientras más vueltas daba en el asunto más temor le daba, la oscuridad se estaba apoderando de él; cerraba fuerte los ojos mientras se agarraba la cabeza, se sentía desorientado, Dark Shadow lo notó y se manifestó.

–Tranquilo, no te presiones tanto.– soltó el quirk parlante.

–¿Cómo quieres que me tranquilice sabiendo que en cualquier momento lo puedo perder? ¡Lo he estado evitando toda la semana, probablemente ya me odie!– exclamó el otro.

–No creo que te odie– apoyó su mano en el hombre de su portador –es más, me animaría a apostar que él está igual que tú.

–¿Qué quieres decir con eso?– inquirió el otro.

–A él también le gustas mucho– prosiguió con una sonrisa.

–¡¿QUÉ?! ¿P-por qué piensas eso?– siguió cuestionando estupefacto.

–Es increíble como no lo notaste– se burló la sombra –Tan solo basta con ver la forma en que te mira.

–¿Cómo me mira?– interrogó rápidamente, pero se corrigió al instante– No, espera, ¿cómo sabías que él me mira?

–Bueeeeno, a veces me gusta observar las cosas desde mi propia perspectiva~

–Si serás desgraciado– protesto el otro finalizando con el interrogatorio.

–¿Sabes algo?– siguió la sombra ignorando el insulto –Creo que deberías acercarte a él, ya sabes, para disculparte por ignorarlo y eso, no debes declararte si no quieres. Además, podrían tener una charla ¿no te gustaría eso?

–Pues si... creo que tienes razón... ¡Sí! Eso haré– ya entrando en confianza y contestándose más a sí mismo.

Al iniciar las clases, Tokoyami quedó recostado al lado de la puerta del salón con los brazos cruzados, como esperando que alguien entrara para encararlo. Ya casi estaban todos en el salón, sólo faltaba ese chico alto de 6 brazos tan particular que lo hacía dudar de sí mismo, por primera vez en su vida.

"Maldita sea Mezō, ¿dónde te has metido?" Pensaba mientras veía que Aizawa sensei ya estaba enrollando su saco de dormir y dirigiéndose hacía allí, por suerte Mic sensei lo detuvo llamando (o gritando) su nombre.

–¿Qué haces Tokoyami-kun?– la voz de cierta chica lo había sacado de sus pensamientos y sorprendido.

–Ah... nada que te incumba- –lo pensó unos segundos antes de decir Asui para no ser regañado– Tzuyu.

–¿Lo estás esperando verdad? A Shōji me refiero, kero.

–¿De dónde has sacado eso?– vaciló un poco las palabras. "Por dios, casi se me escapa un ¿cómo lo sabes?"

–Es el único de nosotros que falta en el salón y dudo que esperes parado al sensei siendo que él está tan sólo ahí– señaló el lugar donde ambos profesor dialogaban.

–¿Y si así lo fuera? No tienes por qué entrometerte– pronunció sin ánimos de ofenderla pero tampoco de seguir charlando.

–Estas nervioso kero.– dijo sin más la rana.

–¡¿P-por qué estaría nervioso de hablar con Mezō?!– Soltó casi sin darse cuenta.

–¿Conmigo? Qué curioso, yo también quería hablarte a tí– dijo una boca perteneciente al chico pulpo.

–¡A-ah Shōji!– se le erizaron las plumas.

–Deberíamos sentarnos– dijo Tzuyu matando la atmosfera tensa– el sensei ya vino kero.

–Ok, ahora hablamos Tokoyami.

–Em si...

Asi transcurrió la clase hasta que tocó la campana y nuestro querido pájaro salió "volando" del salón siendo seguido por Shōji.

Ya estando en un lugar un poco apartado del resto Tokoyami habló.

–¿De qué querías hablarme tu?

–Oh no, tu primero– se excusó el otro.

–Insisto, tu primero– parecía que ninguno realmente quería hablar con el otro y solo se estaban "pasando la pelota" entre ellos quitándose la responsabilidad. Si Dark Shadow se hubiera manifestado se hubiera dado un face palm, pero decidió abstenerse. Mientras tanto, su portador mantenía una cara seria pero esto contrastaba con el jugueteo de sus manos nerviosas.

Finalmente el chico más alto se aclaró la garganta, dispuesto a hacer lo que desde un principio se propuso. Desvió la mirada apenado.

–Creo que te diste cuenta de que hoy llegué más tarde...– hizo una pausa encontrándose con los ojos del otro, unos ojos curiosos y expectantes.– ¿sabes por qué?

–¿Por qué?– preguntó casi al instante el más pequeño, sus grandes ojos parecían reflejar un brillo especial. Ahí fue cuando Shōji cayó en cuenta de que nunca había mantenido tanto tiempo su mirada sobre la del contrario, ¿se suponía que debía sentirse tan intimidado?

–Porque te hice esto– saca una carta del bolsillo de su pantalón y se la entrega.

Tokoyami la toma, la abre y saca cuidadosamente la hoja de adentro, luego clava su vista hacia arriba volviendo a mirar al otro en silencio, como queriendo alargar más el momento o buscar una respuesta en los ojos ajenos; al fin la lee linea por linea, sin saltarse ningún punto ni coma. Shōji no supo qué pasaba por la mente del otro, ni siquiera pudo especular ya que su rostro estaba cubierto por el papel, fuera del alcance de su vista. Creó un ojo en un brazo izquierdo y lo deslizó sigilosamente detrás de Tokoyami, y lo que vio lo dejó en shok. Un pájaro con los ojos bien abiertos y un rubor que podría notar se aún sobre sus plumas negras. Fumikage bajó la hoja y Mezō escondió su brazo.

–Shōji, esto es... yo...no se qué decir– ¿cómo podía aquel chico enamorarse de él y plasmar tan lindas palabras en sólo una carta? No se lo creía.

–¿Qué te parece "si"?– dijo Shōji ya con el corazón a punto de salirse le.

–Oh Mezō...– Tokoyami se acercó y extendió ambos brazos– ¡Claro que si!– los cerró en un abrazo que el otro correspondió inmediatamente.–Te amo Mezō 

–También te amo Fumi-chan – una boca se acercó hacia la mejilla del ave.

–¡Aww que lindos!– Dark Shadow finalmente no aguantó más y salió. –Deberían ser pareja~ –bromeó la sombra ya que era más que obvio que al fin lo eran.

By  Batipoio  

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