Cuentos para Monstruos

EL ESPEJO

Mi hija de tres años está volviendo a hablar al espejo del baño de nuevo. Siempre me eriza los pelos de la nuca cuando hace eso.
Hace ya un año desde que mi esposa murió en ese accidente de tráfico, pero mi hija sigue hablándole a ella. En su habitación, por la noche, la escucho "Buenas noches, mamá". En el parque también la oigo "¡Mírame mamá! ¡Mira lo que hago!".

Pero el peor momento es delante del espejo. Siempre dice la misma cosa cuando está en frente de él. "¡Arriba! ¡Mamá, arriba!" Solía decírselo a mi mujer para que la levantara.

Le he preguntado que donde esta mami y me ha llevado hasta el baño y señalado el espejo con una sonrisa. Le he dicho que "mamá está en el cielo ahora" pero solo me mira extrañada y vuelve su vista al espejo. Empieza a preocuparme muchísimo. ¿Qué es lo que está viendo?
Tiemblo mientras lo recuerdo. He perdido a mi niña hoy. No ha muerto, no ha desparecido... tan solo la he perdido. La escuchaba hablando al espejo como siempre.

"¡Arriba! ¡Mamá, arriba!" pero de repente ha dicho. "Ya voy."

Luego la he escuchado decir "¿Puedo ir contigo?"

He corrido hacia el baño justo a tiempo para ver a mi hija ser levantada por unos brazos y desaparecer dentro del espejo con una sonrisa en sus labios.

Ahora mismo estoy frente al espejo. Me quedare delante a este. Tan solo espero que ella pueda oír mi suplica.

"Llévame también contigo."