LO HICE POR AMOR

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Hola soy Melani, desde que tengo memoria estoy en este colegio internada.
Ya no recuerdo ni a mi familia. No volví a salir de aquí.

He visto pasar muchos compañeros y compañeras, todas después de un tiempo se van y llegan otros, al igual que mis profesores.

Para mi todos los días eran iguales, siempre la misma rutina, levantarme, ir a clases, jugar y hacer una que otra travesura.
Pero todo cambio, cuando llego él.

Ramiro era el niño más lindo que había visto, sus ojos verdes me sonrojaban cuando me miraba. Jamás me atreví a hablarle y el tampoco se me acercaba.

Siempre me miraba desde lejos, a veces con desconfianza y otras veces con cierto miedo, pero a pesar de eso sabía que el sentía lo mismo que sentía yo, no podía ocultar que también yo a él le gustaba.

Habían días que me sentía un poco más osada y le dejaba algún mensaje en su cuaderno, generalmente era un corazón con mi nombre y el de él.

El cuando veía el mensaje, me miraba extrañado. -tan lindo él se hacía el difícil, mirando hacia todos lados haciéndome creer que no sabía quién le escribió ese mensaje.

Con su llegada iluminó mis días grises, me sacó de mi rutina, me entregó felicidad, ya no me imaginaba estar sin verlo, lo quería para mi y no descansaria hasta lograrlo.

Iba todo bien entre nosotros, yo a su lado siempre, pero él era muy tímido por lo que fingía no verme. Pero a mi eso no me importa, sabía que él estaba enamorando de mi como yo de él.

Lo notaba cuando me escondía y lo veía buscándome con la mirada. Una mañana en que estaba escribiendole un nuevo mensaje de amor, me di cuenta que había llegado una nueva compañera al salón.

Pensé, que bien tendré una nueva victima para mis bromas. Pero esto cambió cuando me di cuenta que Ramiro la miraba mucho. Ella era bonita y mis celos se hicieron presente y comencé a acosarla. -Ella no me quitaría a mi Ramiro.

En unos días ellos se habían hecho muy amigos y él ya no me buscaba con la mirada, eso rompió mi corazón, pero no dejaría de luchar por él, estaba dispuesta a todo y ella
era solo un obstáculo que debía eliminar. Y así lo hice.

Un día en que ella pidió permiso para salir del salón para ir al baño, fui detrás de ella.
Hubiesen visto su cara, cuando me vio reflejada en el espejo, quiso gritar y no pudo, sabía lo que pasaría, se le notaba en la mirada.

Le dije:
-Aléjate de Ramiro, el es mío y ni tu ni nadie me lo quitará! Ella no respondió nada, estaba paralizada mirando al espejo, me dio tanta rabia que me ignorara, que le grite !Aléjate de él ¡

La tomé de su rubio cabello la aventé y la ahogue en el inodoro. No es algo de lo cual me sienta orgullosa, pero al amor hay que protegerlo y luchar por él, y eso fue lo que hice.

Cuando la encontraron dijeron que se había resbalado en el piso mojado y que se había golpeado en la cabeza cayendo inconsciente al inodoro ahogándose.
Hasta ese momento todo había resultado bien, nadie había sospechado de la tímida niña que se sentaba en el fondo del salón.

Solo Ramiro intuía lo que realmente había sucedido., pero sabía q lo tendría de nuevo para mi. Pero después de eso ya no me miro más, estaba distante y cuando encontraba mis mensajes arrancaba la hoja tirándola a la basura.
Eso me destrozaba el alma.

Al paso de unas semanas, llegaron los papás de Ramiro. Entraron a la oficina de la directora del internado. Sabía que se trataba de algo importante, así que sigilosamente me oculte detrás de la puerta para escuchar lo que hablaban.

Al enterarme de lo que pretendían hacer, tuve que tomar medidas extremas.
Corrí al salón en busca de Ramiro para contarle lo que sucedía, pero él al contrario de lo que pensé, no me quiso escuchar, solo me grito que me fuera que ya no quería verme.

Esto me enfureció y sin pensarlo lo empujé y lo arrojé por la ventana del cuarto piso. Aún recuerdo el sonido que hizo su cabeza al estrellarse contra el pavimento. Hizo crack, el sonido fue una mezcla entre siniestro y gracioso.

Había cumplido con mi objetivo, por fin estaremos juntos para siempre. No dejaría que sus padres se lo llevarán, con la estúpida excusa de que sentía miedo por ver a una niña fantasma.

Ahora estamos juntos en este internado. Él ya se adaptó y no siente miedo de mí, hacemos juntos las travesuras a los demás niños y a los profesores. Pero ninguno de los dos nos acercamos a las ventanas ya que ese es nuestro primer recuerdo.

El mio escapando de un profesor que intentaba tocarme en forma indebida, salté por la ventana del salón. Ramiro recuerda que "alguien" lo empujó desde esa misma ventana. Pero no recuerda quién

Antes de esos momentos ninguno de los dos tiene recuerdos de una vida pasada.
Eso nos hace estar en paz para seguir disfrutando una eternidad de nuestro amor y compañía. Ya nunca más estaré sola.
Aprendí que cuando uno lucha por amor todo es posible, aunque sea un amor incomprendido y un poco enfermo, y que la vida y la muerte no están tan lejanas, y que es posible derribar esa fragil barrera. Y eso fue lo que hice... lo que hice por amor.

🔝laritha🍓

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