¿Amigo? (Parte 2)

Ya no sé qué pensar...

Tumbándose sin apartar el edredón, su voz ronca y seria retumbó en el silencio

- Dormiré un rato

- Sí... yo... yo iré a ducharme mientras tanto

- No busques una ducha porque no la vas a encontrar, elegí precisamente esta habitación pensando en alargar y hacer más divertidas las estancias en el agua, dándonos baños juntos

Me atraganté con mi propia saliva al escuchar su confesión, instintivamente tosí varias veces procurando reponerme, regalándome una última mirada sentenció

- Toma un baño de hidromasaje te vendrá bien

- Gracias y tú descansa también te vendrá bien

Ya en el servicio me desnudé y me sumergí en el agua templada, olvidándome en ese momento de las preocupaciones y de las agujas del reloj, a pesar de no querer hacerlo terminé levantándome y tras echarme champú en el pelo, y gel por el cuerpo me aclaré, envolviéndome cómodamente en una toalla blanca muy suave, el móvil marcaba la una menos cuarto, así que llevaba más de una hora...

Caminé por la habitación con cuidado para no despertarle, tomé la bolsa con mi equipaje y rebusqué lo que necesitaba, regresé entonces al servicio para arreglarme, me puse la ropa interior y comencé a pintarme frente al espejo, atusé mi pelo y me lavé los dientes, enfundándome después en un jersey gris ancho de punto, que caía por mis hombros dejándolos al descubierto, cuando iba a agarrar el pantalón no lo encontré, me lo habría olvidado en el dormitorio... por lo que descalza volví a por él.

Estaba caído en el suelo al lado de una silla, me acerqué silenciosa agachándome a recogerlo, su voz me sorprendió al estar de espaldas a la cama, provocando que diera un pequeño salto en el sitio

- Abrir los ojos y que lo primero que vea sea tu culo, me parece un atrevimiento muy pretencioso por tu parte

- Joder qué susto coño

Me giré para observalo, mientras Melendi se incorporaba ligeramente para analizarme, sujetando el peso de su torso en los brazos, frunció el ceño percibiendo en su expresión alguna mueca desconcertante, por ello pregunté

- ¿Qué?

- Creo que para lo poco que tapan esas diminutas braguitas, no llevarlas hubiera surtido el mismo efecto

Sentí la vergüenza expandirse por mis mejillas sin posibilidad de controlarla, sus ojos recorrieron mis piernas desnudas tomándose tiempo en detallarlas, guardando entre los labios una sonrisa de satisfacción, su atrevimiento logró ponerme nerviosa y la reacción casi involuntaria de mis manos, fue tirar del jersey para cubrirme de su mirada, que ya luchaba por ascender buscando toparse de nuevo con mi prenda intima, pasan los días y yo aún no puedo entender la forma en la que mi cuerpo reacciona con él... improvisé una excusa entre balbuceos para terminar con la incómoda situación, mientras de forma precipitada empecé a meter un pie por el pantalón

- Yo... lo siento... no deberías haber visto nada... pensé que dormías

Luego hice lo mismo con el izquierdo, sujetando entonces mi peso en una sola pierna, algunos de los dedos se colaron en el roto de la rodilla, impidiéndome subirlo, comencé a saltar sobre un único pie intentando mantener el equilibrio, al tiempo que procuraba solucionar el problema, refunfuñaba entre dientes cuando caí al suelo, me desplomé de lado impactando mi hombro derecho en una mala posición, quejumbrosa protesté levantando el volumen

- ¡Joder!

- Ey preciosa ¿qué pretendías? ¿llamar mi atención exhibiéndote y mostrándome para ello tu ropa interior de nuevo? ¿eso querías verdad? ¿que sintiera ganas de robarme tus bragas como el primer día? (preguntó moviéndose por encima de la cama hasta alcanzar el borde para así encontrarme)