Amor Bajo El Mar

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Dedicado a: RebecaNapoli

Rebe era una hermosa sirena, con su cabello rojo fuego y su preciosa aleta de color verde manzana y azul turquesa. Era la perdición de cada chico que iba al lado norte de la isla, con su canto mortal y sus atributos, no habría nadie que pudiera resistirse. Rebe no se enamoraba, sólo jugaba con ellos por un tiempo, luego cuando se cansaba los asesinaba. Jajaja nadie estaba a salvo de sus redes.

Siempre era lo mismo. Inventaba la típica historia de amor de verano, de que estaba de vacaciones por ahí y le gustaría que le mostrarán el lugar; aveces se hacía pasar por guía turística o también estaba su historia favorita, en donde decía que se sentía mal porque acababa de terminar con su novio. No importaba lo que dijera, todos los chicos caían redonditos.

Lo mejor de todo es que a pesar de las misteriosas desapariciones y muertes, el lugar no dejaba de ser un sitio turístico. Es que Rebe sabía que tenía que hacer exactamente pero no causar revuelo.

En fin hubo un día en el que estaba nadando cerca de la orilla, sin ser vista, observando la playa buscando a su siguiente víctima. Cuando vió a un grupo de chicos y había uno que le llamo mucho la atención; era rubio y de ojos verdes. Rebe sonrío.

Tiene que ser mío, pensó.

Así que se dedicó a espiarlo todo el día para averiguar sus gustos y ver su personalidad. Ya para el anochecer tenía un plan, que llevaría a cabo al día siguiente. Total que se sumergió en las profundidades y durmió como angelito (aunque distaba mucho de serlo), muy pronto tendría un alma más a la que agregar para su colección.

En cuanto amaneció salió del agua para dirigirse a una pequeña casa que tenía por ahí. Sin más empezó a prepararse. Se dió un look de chica dulce e inocente, que cautivaria al chico; constaba de un maquillaje sencillo, un vestido floreado, unas sandalias y por supuesto su cabello rojo suelto. Espero hasta que el rubio saliera a la playa con sus amigos para poner en marcha la primera parte de su plan.

Se fue caminando por la orilla y cuando estuvo segura de que su víctima la miraba, paso cerca de un chico de cabello oscuro y entonó unas notas de su canción, imponiéndole su voluntad. El chico con gesto vacío se le acerco cuál esclavo e intento propasarse con la pelirroja. Ella por supuesto se preparó para hacer su papel de damisela en apuros y se negó con preocupación a su insistencia.

Obviamente él la tomó del brazo con fuerza, pero antes de que pasará a mayores apareció el rubio para defenderla. Rebe sabía muy bien que una situación como ésta activaría su instinto proyector, así que lo había usado a su favor. Lo había manipulado todo tan bien que su agresor termino por alejarse sin necesidad de llegar a los golpes, ya después lo recompensaría por un trabajo bien hecho, ahora lo importante era el ojiverde que la miraba con preocupación.

-¿Estás bien?- le preguntó.

- Sí, de verdad te lo agradezco. Llevaba acosandome durante días- le respondió ella fingiendo alivio.

- No tienes que agradecerme, lo volvería a hacer sin pensar- el rubio le sonrió.

- Me llamo Rebeca.

- Es un nombre precioso, yo soy Kendall- y terminaron estrechando sus manos, lo que hizo que una corriente eléctrica recorriera sus cuerpos.

- Bueno, gracias de nuevo, ya me tengo que ir.

¡Picture This! (cerrado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora