Cambios y revelaciones

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— Alejaos, dejadla respirar! Profesor Karasuma que ha sucedido?
Noto... noto unos brazos arropándome, no siento el suelo, me duele la cabeza y me pesan los párpados, quien está hablando está muy cerca de mí pero no reconozco la voz...la noto como en un eco extraño.
Shiemi se sentía completamente desconcertada, casi no tenía fuerza pero poco a poco los párpados dejaron de pesarle tanto e iba intentando construir la imagen que tenía en frente. Quien la tenía cogida era nada más y nada menos que Karma, mirando a su alrededor vete a saber buscando el que, pero Nagisa vio como Shiemi abría los ojos.
— Karma! Shiemi parece que despierta.
Entonces este dirigió toda su atención a ella, posando su mano en su mejilla.
— Shiemi? Quien ha sido?
Shiemi vio la preocupación en el rostro de Karma y por detrás de él, el rostro de Karasuma.
— Que ha ocurrido? — preguntó angustiada.
Y la pregunta quedó en el aire cuando vieron aparecer al director con una sonrisa maliciosa y por delante de él a sus dos alumnos predilectos. Karasuma no se movió pero Karma no pudo evitar, con suavidad, pasar a Shiemi a brazos de Maehara y Nagisa, quien la sentaron y ella apoyó parte de su espalda en Maehara mientras Nagisa la ventilaba, así poder encararse a esa estirpe.
— Vosotros dos! Os creéis los reyes por ser quienes sois. Tened en cuenta lo que os digo, lo que le habréis hecho, os prometemos por parte de toda la clase E, que os la devolveremos, doblada. — Karma cambió su enfoque hacia al director — y a usted también.
Entonces mientras Karma daba la cara por su...amiga y su clase, Isogai ayudó a Shiemi a levantarse para que tomara de la botella de agua que había traído, aún así Maehara no la soltó, no la veía segura. Shiemi se quedó sorprendida y acercó su rostro a Nagisa.
— ¿algo a contarme?
— he..digamos, he hablado con él, ya te lo contará.
Nagisa esbozó una enorme sonrisa para Shiemi, centrando de nuevo la mirada a Karma, el que se había girado de nuevo para dirigirse hacia ellos. En cuanto se puso delante de ella, la observó con una sonrisa y se dirigieron hacia la cola de la clase 3E.
— Te sientes mejor? Puedo dejarte con Kayano o me quedo? — Kayano se lo miró—
— estará muy vigilada conmigo, ves con Nagisa, vamos!
Y ante la afirmación de Shiemi, se adelantó unas filas donde se encontraba Nagisa. Las dos se miraron y Kayano la abrazó.
— el profesor Karasuma nos ha contando por encima todo lo que ha hecho el director, luego cuando regresemos a nuestro campus quiere idear un plan. — Shiemi se sentó apoyada pero recordar ese momento del director, hacía que se le crease un nudo en el estómago.
La assamblea pasó como siempre, dejando de lado la clase 3E pero por una vez, los folletos que no les permitían informarse les habían llegado con anterioridad a sus aulas, lo cual se lo sabían de memoria. Dado que esta vez no les pudieron dejar sin información, la asamblea fue mucho más amena de lo que normalmente era. Mientras el profesorado terminaba de pasar su información personal respecto a sus clases, los alumnos se mantenían en la zona de recreo y entre ellos, Ren y Asano osaron acercarse a Shiemi, lo que provocó que parte de la clase E se pusiera a la defensiva.
— Queremos hablar con ella, en privado.
— lo que le tengáis que decir a ella, acabará en nuestros oídos — Dijo Isogai.
Dado que Ren y Asano vieron que la clase no se alejaría, observaron a Shiemi, la que fue pasando a través de sus compañeros hasta llegar a posarse enfrente de ellos.
— Ya habéis escuchado a Isogai.
— Solo queríamos avisarte, ten cuidado con el director, aunque su idea es en teoría ayudarte, no dudará ni un minuto en meter tu vida de por medio.
Shiemi se sorprendió de que la estuvieran advirtiendo, salvo por algo que no estaba teniendo en cuenta...
— Que agradable advertencia... y porque no la habéis ayudado cuando estaba en el despacho, eh.!? Vamos Shiemi, largemonos a clase.
Karma llevaba tal cabreo que no quería ni escuchar una excusa más por parte de ellos dos así que, junto con la clase se pusieron de camino hacia su campus. Mientras recorrían el camino de vuelta, Okuda y Nakamura acompañaban a Shiemi salvo por una distracción.
— Chicas, me podéis dejar un momento con Shiemi?
Las chicas no dudaron en adelantarse mientras Shiemi también amainaba su marcha, ella también quería hablar con él respecto a lo que había ocurrido por la mañana antes de la assamblea.
— Karma yo... quería decirte que...
— No tienes que decirme nada, Shiemi. Pero si realmente quieres que hablemos, te parece que volvamos a casa juntos? Le dicho al profesor Karasuma que yo mismo té acompañaré hasta vuestra puerta.
¿A casa? ¿Juntos? Ahora mismo Shiemi se había convertido en un tomate pero Karma no se quedaba atrás, su rostro también se demostraba cierto enrojecimiento, incluso cierto nerviosismo aún siendo Karma.
— eh... si claro, me parece estupendo.
Los dos se quitaron un peso con la respuesta, Karma por miedo a que le dijera que no y Shiemi por si darle un si a Karma se metía en la mismísima boca del lobo.
El trayecto siguió con sus amigas mientras su cabeza no dejaba de pensar en esa medio cita con Karma. En cuanto todos los alumnos se habían ubicado en sus asientos, Koro-sensei y Karasuma le dieron paso a Shiemi.
— Bien... en el despacho del director, me he sentido acorralada, amenazada y obligada a hacer cosas más adelante que no quiero hacer pero, por desgracia o por beneficio, esta es mi vida y la de mi familia y entendería que no quisierais ayudarme.
La clase se quedó en silencio, Shiemi se miró a su tío y le dio paz con solo un gesto de su mano.
— Koro-sensei puede dejarnos unos minutos? — le dijo Isogai levantándose se su asiento.
— por supuesto —
Y dejó la clase, dirigiéndose a la sala de profesores. Isogai se acercó a Shiemi, se la quedó mirando y le dijo.
— Que necesitas de nosotros?
Karasuma y ella se asombraron de cómo había reaccionado el delegado de clase y no pudieron evitar mirar al resto de alumnos, cada uno con su arma, preparados para lo que les dijera ella.
— Pero... no os puedo pedir... — entonces Terasaka se levantó.
— Pídelo, Shiemi, para eso nos entrenáis.
— El director quiere meter su ozico en un intento de asesinato. ¿Mi petición? Ayudadme, pero no solo con Koro-sensei, sino también al director, quiero darle un buen susto.
Karasuma no se sorprendía de los ideales de su sobrina, era obvio que se la devolvería al director, y él mismo la ayudaría junto con su tía y la clase entera. Por otro lado, Shiemi observaba la clase, lista para escuchar todo lo que fuera a decir, pero su mirada se fue a parar a Karma, divertido, con una mirada clavada a ella, si, estaba rondando al mismísimo diablo, pero era lo que siempre había hecho ella, estar en oscuridades y convertirse en sombras para llevar a cabo los trabajos de su familia y eso, le gustaba.
— Bien, además vamos a tener la visita del cuerpo de bomberos de la ciudad — observó a Nakamura, sonriente — ves Rio, finalmente tendremos el simulacro también nosotros.
— fantástico! Realmente lo que quiero ver es quien forma el cuerpo de bomberos la verdad, si son como los del folleto y todo su cuerpo es como la espalda, firmo para que vengan.
Y con eso tuvieron suficiente para comentar el resto del día e ir meditando que quería planear la sobrina de Karasuma. Cuando las clases terminaron, Shiemi perdió de vista a Karma mientras recogía sus libros. En cuanto terminó, se dirigió a la sala de profesores y llamó.
— en.. hola, Karasuma aún no te vas?
— no, terminaré unos informes a cerca de lo ocurrido hoy con el director. — se levantó de su silla y se apoyó en la mesa, su sobrina se acercó a él— como estas? — le dijo preocupado.
— Bien, ahora mejor después de ver el apoyo de mis compañeros y amigos.
— Perfecto, me alegro muchísimo. — le agarró de un brazo y se la acercó para abrazarla fuertemente, hundiendo su rostro en el pelo de ella. — que no me enteré que Akabane se pasa de a ralla, si se pasa, me lo dices itsofacto.
Shiemi no pudo evitar que se le escapara una risilla salvo por la mirada penetrante de Koro-sensei.
— Karma será un intento de matón, pero debo reconocer que me equivoqué un poco con él.
Shiemi se sorprendió del cambio de opinion de Koro-sensei pero era algo je le iba bien, tanto para ella como para su tío.
— No vemos en casa, tío. —
Karasuma le dio un beso en la frente y dejó un se fuera, en cuanto había sobrepasado el umbral de la puerta de la sala de profesores, Koro-sensei volvió a pronunciarse.
— Tengo la sensación que está algo temeroso, no piense que se le va de su entorno, profesor Karasuma.
— Siempre será mi ninfa.
Mientras Karasuma tenía su batalla interior, Shiemi estaba saliendo del campus cuando divisó a Karma, esperándola en la puerta de entrada. En cuanto le alcanzó, se le dibujó una sonrisa de lo más bobalicona, a los dos.
— perdona por hacerte esperar
— no te preocupes, se que tú tío estará maldiciendo mis huesos, seguramente.
Los dos rieron y pusieron camino a bajar la montaña. Al principio hubo un gran silencio hasta que Karma se dispuso a hablar.
— Se que no tendría que haber actuado así contigo y Nagisa, a sido el pulpo que yo, yo quería salir a buscarte Shiemi, para saber que te había ocurrido, no era normal en ti.
— Lo siento Karma... me sabe mal que te hayas sentido molesto.
— No pidas disculpas porfavor, Shiemi, es la imagen que me ganado, en parte, quien realmente me conoce, sabe que soy preocupadizo por... por la gente a la que aprecio.
Entonces Karma cogió el brazo de Shiemi y la empujó para ponerla entre la pared y él.
— si Shiemi, te aprecio, se que soy un matón con cabeza de listillo, pero no debo evitar más lo que siento por ti.

Asesinos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora