#OO3.

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—¿Qué les pasa a ustedes dos?— Namjoon comenzó a reclamar en compañía de Min.
—Señoritas, acabo de ver cómo discuten como idiotas porque les ha engañado el novio.— gritó sin importarle nada. se paró entre ambos, creando una distancia considerable y prosiguió con su sermón solo cuando el resto de los miembros estaban arriba también.

—Me importan una mierda sus diferencias, quiero que se comporten y no arruinen ésto con sus estupideces. Si no les parece ahí está la puerta, es bastante grande y no les cuesta nada largarse de aquí.

—RM...— interrumpió Seokjin y señaló el pasillo, los hombres de Sheda estaban en la siguiente oficina.

—Vámonos.— el susodicho se quitó de en medio de los más jóvenes y comenzó a caminar en aquella dirección.

Eran los mismos hombres altos, de trajes y lentes de siempre. Tomaron los sacos y los vaciaron en una especie de maleta. Namjoon, como de costumbre conversaba con ellos mientras los otros miraban atentos y esperaban indicaciones.

—¿En dónde está Jeongguk?— pronunciaron sus voces con un notorio acento marcado en ruso. La piel del líder se puso como gelatina, su voz comenzó a tambalear un poco y todos los presentes lo notaron. Era muy obvio que faltaba aquel chico y para los hombres de Sheda no verlo era algo nuevo.

—¿Jeong-guk? Bueno él...

—Se le ha escapado otro de las manos, no sirve para ésto, jóven Kim.— interrumpió el calvo y se llevó la atención de todos los miembros, ¿a qué se refería con 'otro'?  Namjoon no volvió a pronunciar ninguna otra palabra y solo observó como el personal rastreaba el chip del menor.

—Ésta en el bar seoul.— convencido, el moreno mencionó sin expresión y tomó la maleta con el dinero, comenzando a caminar. —Sheda hablará más tarde con usted.

Y se fueron, no hubo despedidas largas, solo se fueron. Los miembros se sentaron en el sucio piso mientras sus bocas permanecían calladas. RM enredó cada uno de sus dedos en su cabellera, le costaba creer que era verdad lo que el calvo le dijo, no servía como líder y en ese instante uno de los suyos estaba con riesgo en un bar.

—Vámonos.— ordenó firmemente y comenzó a bajar tan de prisa que nisiquiera los más rápidos pudieron alcanzarle.

—¡RM! Espera ¿por qué tanta prisa?

—¿Dijeron el bar seoul, verdad?

Namjoon subió a la camioneta, y por más increíble que le pareciera al resto, él estaba conduciendo; conducía como núnca antes, corría tan rápido como las velocidades del veículo se lo permitían.

—¿crees qué lleguemos a tiempo?— cuestionó el castaño detrás de él, mientras miraba atentamente al rededor. Namjoon no contestó, pero muy en el fondo deseaba que así fuera, ésto ya había pasado antes y sabía lo cruel que podía llegar a ser su jefe.

Dieron una vuelta alrrededor de la manzana en la cuál estaba situado aquel bar, pero no encontraron nada. Dos, tres, cuatro, y cinco vueltas, Hoseok logró ver algo a lo lejos.

—oigan...

La mirada de todos fué a parar en la horrible y dolorosa escena que había captado el peli-rojo. Ahí estaba Jungkook, ebrio, y el personal de Sheda dándole la paliza de su vida. El chico de cabellos oscuros gritaba y se retorcía de dolor en el suelo mientras aquellos tipos pateaban su estómago, golpeaban con palos sus piernas y escupían su rostro cubierto de golpes y sangre.

❛ we're inocent // bts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora