Sentir.

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Sí. Estoy enferma.

Me encerré en mi habitación, me puse mis audifonos y empecé a ver el cielo detrás de mi ventana. Las gotas de lluvia caian en mi ventana poniendo mi visibilidad borrosa. El vidrio se sentia helado pero relajante.

Al asomarme pude alcanzar a ver un auto estacionado afuera del edificio, un auto clásico rojo. Bajaron de ahí un hombre pelirrojo y su mujer de apariencia rusa.

Para mi sorpresa, buscaban nuestro apartamento. Tocaron la puerta con una singular "melodía". Por un momento no quize abrir, temía que quicieran hacerme daño. Así que tomé el mazo de la caja de herramientas y abrí la puerta...

-Hola, ¿Se encuentra el Sr. Dómine?... Oh vaya. Tú debes ser la pequeña Eloïse..-Dijeron con alegría.

-¿Quién eres y por qué me hablas como si nos conocieramos? Tenme más respeto, extraño.-Dije con un tono furioso pero elegante. Y pronto pude notar como esa sonrisa en sus rostros se derretia.

-Disculpa, soy Charlie y ella es Lauren. Sómos tus padrinos, ¿no habías oido hablar de nosotros? seguro que sí, tu padre y y...

-No creo que mi padre haya tenido... Amigos tan... Maleducados y corrientes, le pido de favor que se vaya ahora antes de que acaben con mi paciencia, gracias, adiós.-Cerré la puerta antes de que dijeran una sola palabra y esperé a que se fueran.

Ya en la noche llegó mi padre de trabajar...

-Buenas noches, cariño. -Dijo lanzando su saco al sofá.

-¿Quién es Charlie y Lauren?

-¿Qué?-Dice mi padre mirandome fijamente.

-¿Quien es Charlie y Lauren? Ya sabes, el pelirrojo y la rubia. Mis padrinos los Rusos.

-¿Quien te habló de ellos?

-Llegaron a mi puerta hoy a mediodía. Son despreciables.

-Pensé que se habían regresado a Rusia ..

-Al parecer no fue así, piensas súper bien, Sr.Dómine! -Dije con acento ruso en forma de burla.-Oye, hoy no trajiste a una mujer a cenar ¿Qué, perdiste tu actitud masculina?

-Eloïse, nos quedamos sin mujeres.

-¿De nuevo?-Dije con sarcasmo levantando una ceja.

-Anda, ve a dormir. Tenemos cosas que hacer mañana.

Subí a mi cuarto sin decir una palabra alguna al retirarme, al subir las escaleras senti que me observaban por arriba... Volteé y no había señal alguna de que me estuvieran siguiendo.

Entré a mi cuarto, y lijeramente empecé a tocar la pared...Rasgando el tapiz...Sintiendome grande.

Dansons dans les limbesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora