Junto a ti © || Aventuras || 2do Libro [LINK & TÚ]

CAPÍTULO 1

Al ver a Midna parada frente a mi, y escucharla mencionar indirectamente a la chica, mi cabeza comenzó a vibrar fuertemente, causando que gruña por respuesta. Coloco mis manos en esta y me agacho, sintiendo el pulso aún más fuerte.
Vuelvo a gruñir con más dolor. El dolor cada vez se volvía más intenso, al parecer, ____ era demasiado importante en mi vida.

—Link, sé que no la recuerdas para nada. Y que por cada vez que te hablen de ella, te dolerá la cabeza... —dijo ella con voz quebrada, y con culpa. Se acerca a mi y coloca su mano en mi hombro, para que la mire—. No quiero verte así...

—¿Ayudaste a Dark en hacerme esto? ¡Por qué! —grito molesto quitando con brusquedad su mano—. ¡Yo no te he hecho nada, Midna!

—Tú no entiendes Link, y menos con la mente borrada. —ruedo mis ojos molesto al oírla—. Dark me obligó a poseer a Ilia; yo no quería hacerlo, pero me amenazó en asesinar a mi pueblo. No tenía opción, él siempre te tuvo celos Link... yo no quería hacerlo. —se detuvo agachando su cabeza para colocar su mano en su frente—. Sinceramente me odio a mi misma... me ayudaste antes Link; quiero ayudarte...

—Midna... —digo nervioso en sí confiar esta vez. Anteriormente solo me utilizó, ahora, no tengo en claro qué hacer—. ¿Dónde está Dark...?

En eso vi como ella miraba a todos lados, antes de responder. Hice lo mismo que ella dudoso. Se acerca a mi y toma mi mano, no sin antes tomar las riendas de Epona. Me di cuenta que estábamos en Farone y que Midna seguía tomando mi muñeca; esta vez con más firmeza.

—Están en Kakariko. —dijo con voz firme y decidida. Pude notar que ella quería vengarse de algo que yo no sabía—. Me hubiera gustado llevarte allá, pero las Diosas... ya no me lo permiten.

Eso sí recordé. Después de su traición, las Diosas le impidieron volver a teletransportarme. Ellas ya no confían en Midna; pero supieron que todo el tiempo la estuve ayudando. Algo que las hizo pensarlo.

*FLASHBACK*

Estábamos ambos en el Circo del espejo frente al espejo antes de entrar. Midna me había detenido con su mano, para que antes de entrar la mirase. Escuché como suspiró con aire nervioso. Yo había pensado que era porque entraría a mi propia condenación.

—Link... —dijo colocándose frente mía—. Quiero... quiero confesarte algo...

—Dime. Soy todo oídos. —agrego con aire alegre para hacerla entrar en confianza. Convivimos todos los días para llegar hasta acá, ¿por qué me tendría miedo?—...  ¿Midna?

—Link yo... yo te... solo te utilicé para conseguir lo que quiera... solo quería ir a mi pueblo y salvar a los míos para derrotar a Zant. —antes de poder contestar, ella se había bajado al suelo con cara decepcionada. Me hinco para quedar a la altura tomando su mano, a conjunto mostrando una cálida sonrisa.

—No llores Midna, no me molesta. He aprendido muchas cosas y ayudarte era algo que también quería. —ella se había quedado con cara de sorpresa. Seco su lágrima con pena y la invito a levantarse—. Ven, tenemos que salvar tu pueblo y derrotar a Zant.

Vi como ella me sonrió y se puso rápidamente al aire de nuevo. Con voz firme grita—. ¡Vamos por Zant!

—Deténganse. —una voz celestial nos hizo detenernos y noté como Midna se volvía a bajar—. Midna... por traición tienes prohibido el teletransportar a Link a tu pueblo; ni a ningún sitio. —eso hizo que Midna retroceda y yo me quede perplejo a su orden.

—Pero Din, es de mucha utilidad el teletransportarme... —

—Silencio Link. —dijo callándome—. Si la traición no te afecta Link, entonces tendrás que caminar y ser un héroe independiente. Midna debe irse ya.

—¿¡Qué!? —Midna se sorprendió al ver la estricta orden que Din puso. No iba a desobedecer a Din, pero Midna hizo lo posible para convencerla—. Por favor... Link es el único que puede ayudarme. No lo teletransportaré a ningún sitio, pero por favor, cédame su ayuda...

—Din... —dije con un murmullo para tratar ayudar a Midna—. Déjenos vencer a Zant para dejar en libertad a Midna, a su pueblo y a Hyrule...

No logré ver ningún tipo de expresión en Din, pero logré apreciar a Nayru aparecer a su lado.

—No habrán teletransportaciones Midna, pero a cambio te pedimos un favor. —dijo Nayru haciendo que Midna se eleve automáticamente atenta—. Ayudarás a nuestro pueblo cuán se necesario, pero si hay traición romperemos el espejo de nuevo.

—Lo prometo, lo prometo. —dijo Midna repetidamente frente mío mirando a Nayru. En eso, las Diosas me sonrieron y desaparecieron—. Vale... Link entremos y... acabemos con esto...

*FIN FLASHBACK*

Después de ese día no supe nada de Midna. Siempre que miraba mi sombra, pensaba en ella. Hoy en día no supe si el espejo seguía intacto, pero lo pude descubrir en reencontrarme a Midna aquí frente mío.

Las Diosas no sé a detalle qué harían si se enteran que Midna me teletransporta, pero no pienso arriesgarme.

—Vale... tienes razón... lastimosamente no podré llegar con ____ mas rápido. —dije deprimido conteniendo las lágrimas. Sabía que ella es importante en mi vida, pero sin la capacidad de recordarla, me hacía más daño—. Tengo que irme Midna... —dije volviéndome a montar en Epona—. Gracias igual Midna...

Acelero y comienzo a alejarme de Midna y de Farone, adentrándome a la pradera, noto como comenzaba a anochecer y entrar a Kakariko de noche, no es buena idea que digamos.

—Maldita sea... no puedo entrar de noche... es suicidio... —detuve a Epona y comencé a preocuparme. Si no voy ahora, la chica puede sufrir más, o inclusive morir. Mordía mi labio inferior con miedo y preocupación—. No quiero arriesgarme... Diosas ayúdenme. —agacho mi cabeza sintiendo mi cara húmeda, sabía que estaba llorando.
Aunque no recordaba a ____, no quería perder la oportunidad de verla de nuevo, y mucho menos, el perderla a ella...

—Link... —una dulce y suave voz femenina me hizo levantar rápidamente mi cabeza. En eso, pude contemplar a Farore frente mío—. ____ está intacta, el collar lo sigue portando. Puedes ir a descansar con tranquilidad, nosotras te tendremos al tanto.

Suspiré aliviado abrazando el lomo de Epona. Contenía mis ganas de llorar pero eran potentes. Mi corazón sentía dolor al no tenerla y el no poder verla. Quería ir con ella, asesinar al secuestrador, y también tenía las ganas de besarla. Las Diosas me estaban ayudando, espero puedan romper la regla de Midna y así más fácil, salvarla.

Levanto mi espada elevando a Epona logrando contener las lágrimas. La salvaré antes de que sea tarde... te lo prometo ____.