A mano [CountryHumans]

Capitulo 5: Hermano

En principio, el mexicano tenía planeado volver al inglés su nueva víctima, pero, con lo escuchó de Canadá, podría aplazar a Inglaterra.

—Jamás lo creí de él— decía mientras estaba mezclando masa para hacer galletas— Se supone que Canadá es muy bueno, y tierno y chingaderas así. Aún no puedo creer que le haya dicho algo tan hiriente a mi gordis.

El estadounidense hizo su aparición en la cocina, atraído por el aroma característico de algo siendo horneado.

—Honey.

—Hola amor— comenzó a verter la masa en los moldes.

—Estás haciendo más comida de lo normal— mencionó al ver algunos postres y platillos ya hechos.

—Es que hoy invite a tu hermano Canadá para que coma con nosotros— terminó de verter la masa.

—Oh, that's... strange.

—¿Raro? ¿Por qué piensas que es raro?— metía los moldes al horno.

—Well... tú no eres mucho de invitar a mi hermano.

—Bueno, pues las cosas cambiaran, hay que ser más unidos con la familia— ahora comenzaría a hacer masa para hot cakes.

—Eso me... alegra— suspiró— ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?

—No, no, no. No es necesario, puedo hacerlo sólo— del refrigerador sacó un pay de limón y se lo dio al más alto— Puedes comer tranquilo en la sala mientras  yo sigo con esto, ¿si?

—Yeah...—se resigno a ir a la sala.

Ya estando en el sillón, dudo por un momento si debía de comer aquel pay o no; ademas, se suponía que según se pondría a dieta y bajaría de peso, pero, el olor de aquel postre era tan tentador.
Así pensó por un momento, solo comería una rebanada, sólo una.

Mientras tanto el tricolor terminaba de hacer una torre de hot cakes tenía mínimo unos 10 apilados, todavía le faltaba más torres por hacer, pero su celular empezó a vibrar, solo dio un vistazo rápido, era del grupo de los latinoamericanos, luego lo revisaría, ahora estaba muy ocupado.

Cuando el de 50 estrellas se dio cuenta de que no comió solo una rebanada, se comió todo él pay, 《Por eso México ya no me toca, doy asco, estoy muy gordo...》, mordió su labio inferior, resistiendo las ganas de llorar, pero el sonido del timbre interrumpió ese trance...

El tricolor fue abrir la puerta...

—Hola Canadá, que bueno que llegaste...— dijo en un tono falso de alegría.

—Salut Mexique—dijo sonriente—Frère!— fue abrazar a su querido hermano.

México cerró la puerta, tenía una sonrisa dibujada en su rostro, su plan iba bien, el estadounidense estaba algo decaído, pero el sentir el abrazo de su hermano, lo reconforto, el bicolor notó que su hermano lo abrazaba con más fuerza, como si no quisiera dejarlo ir.

—Bueno chicos, la comida está lista.

Ambos hermanos fueron al comedor y se sentaron juntos, el canadiense se sorprendió bastante al ver la cantidad de comida que había, aunque no podía negar que olía delicioso y que si se antojaba comerlo.

—Si no sabes con que iniciar Canadá— le acercó uno de los platos que tenía una torre de hot cakes—Puedes iniciar con esto, los hice especialmente para ti—sonrió y le pasó la botella de miel--- Y aquí hay miel de maple para que los disfrutes aún más.

—Merci Mexique—agradeció amablemente.

Dio el primer bocado y sus ojos se iluminaron, jamás había probado algo tan delicioso y dulce. Comenzó a comer otro y otro, cada que se acababa una de las torres de hotcakes, el mexicano le pasaba otra de las que había hecho.

El estadounidense miraba a su hermano algo confundido, nunca lo había visto comer tanto ni de esa manera.

Ni siquiera el mismo canadiense sabía que le estaba pasando, era cómo si aquella comida fuera una especie de hechizo, uno que le provocaba querer probar más y más.

Por un momento, Canadá dudo si era buena idea seguir comiendo o no, pero al final, la tentación ganó y accedió a probar las galletas. Galletas que el se terminó acabando.

—Canada, are you ok?— preguntó el de estrellas tocando el hombro de su hermano— You are eating... a lot.

—Amor, amor, amor—el mexicano se puso detrás de su pareja al escuchar eso—Claro que tu hermanito está bien, lo que pasa es que le ha gustado mucho mi comida, ¿verdad Canadá?

El bicolor asintió mientras ahora probaba los pastelillos. Sin darse cuenta, su vientre empezaba a expandirse, su pantalón al ser ajustado empezó a sentir cómo apretaba. Pero eso no le impedía seguir comiendo, el mexicano tenía una sonrisa de satisfacción, cuya sonrisa notó el estadounidense... 《México solía sonreír así cada vez que me veía, ya no le gusto》, sin darse cuenta empezó a llorar...

—Brother... Are you Ok?...—dijo el canadiense preocupado

Los dos presentes veían sorprendidos, el de 50 estrellas sin darse cuenta estaba llorando, este trato de parar sus lágrimas.

—Yeah, es sólo que es bueno ver que tu y México se han vuelto más cercanos —sonrió falsamente.

—Oh gordis—se acercó a besarlo— No sabes cuanto te amo, tu bienestar es primero...

No sabía que sentir al respecto, después de un rato de comer todo lo que preparó el mexicano, el de hoja mapeo estaba bastante lleno, esa sensación era nuevo para él, incluso no podía levantarse, hasta que con ayuda de su hermano se levantó pero su pantalón no resistió y salió volando...

—Pardon—un sonrojo muy prominente apareció apareció en su rostro.

—Wow... brother...

El estómago de este era realmente grande, era muy obvio su ganancia de peso ya que el era de abdomen plano, ahora tiene estómago. El de emblema de águila estaba feliz con el resultado hasta que escucho algo.

—Creo que mañana iré al gimnasio y me pondré a dieta. I can't "let my self go"

《Mierda...》 pensó el mexicano, no sabría que hacer, pero haría de todo para que el canadiense no baje de peso.

Llegó la noche, el bicolor dio las gracias y se fue en su coche.

—Well, m-me agrado la visita de mi hermano— mencionó el estadounidense.

—Si, lo fue...— comenzó a subir las escaleras.

—Where are yo going?

—Recordé que tengo trabajo que hacer, iré a mi oficina— dijo aquello con rapidez para después seguir subiendo las escaleras.

El de estrella simplemente suspiró con tristeza. Mientras que el tricolor comenzó a pensar cómo le haría para sabotear la dieta del canadiense.