¨Flames of love¨ [RenTan]

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Unos pocos segundos se quedó pensativo el rubio, analizando las palabras del menor.

 -¿Con que un ángel eh?.-Comentó pensativo.

-Así es.-Respondió sin dejar de comer.

-¡Es cierto! ¡Es pequeño, lindo y muy agradable con todos! ¡Asi como tu Kamado!.-Le dijo con gran emoción.

-¿Como yo?.-Le observo un poco confundido.

-¡Si! ¡Eres extremadamente amable con todos, incluso con los demonios! ¡Ayudas a quien lo necesite y siempre proteges a todos tus amigos, incluso a mi que soy tu superior! ¡Tu cabello es realmente suave, siempre dedicas una gran sonrisa a la personas!.

Se emocionó demasiado al decir todo lo que pensaba del pequeño cazador, que ni siquiera noto cuando este había dejado de comer por la sorpresa. El rubio golpeó su propio estómago intentado detenerse de decir todo eso, el menor se alarmó.

-¡Rengoku-san! ¡¿Porque ha hecho eso?!

-Cough.-Un pequeño hilo de saliva caía por su boca debido a tal impacto.

-Debería tener un poco mas de consideracion con sigo mismo sensei.-Con una pequeña tela limpio la baba que caía por la boca de su maestro.

-Y tu deberías dejar de ser tan bueno con todos, hay gente que simplemente no merece tu sonrisa.-Tomó el brazo del pelirrojo y le miró con seriedad.

Tras un momento de una gran tensión simplemente soltó el agarre y se levantó, había tomado camino hacia el pasillo, pero se detuvo en la puerta y se giró.

-¡Le diré a Senjuro que te ha gustado la comida!.-Nuevamente tenía su típica sonrisa.

Ahora debía ir con Genya, el hermano menor del pilar de viento y su ¨compañero¨ en la lucha contra demonios en el monte. Este siempre actuaba cortante y agresivo con él, incluso llegando a ignorarlo. Tanjirou estaba determinado a poder entablar una conversación con aquel chico. Esta vez estaban en un salón de entrenamiento dentro de la misma hacienda.

-Vas a esquivar cada puto ataque y por cada golpe que te llegue vas a estar una hora bajo la cascada del monte.

-¡Si!

-Pero antes voy a necesitar a tu hermana.

-¿Ah?

-¿Igh! ¡No lo malentiendas, solo necesito de su sangre! ¡Yo me alimento de demonios!-Alarmado y sonrojado comenzó a hablar con rapidez.

Tras robar un poco de sangre de su hermana dormida, empezaron con su entrenamiento, al principio fue fácil esquivar los golpes, pero poco a poco la sangre de Nezuko dentro de Genya comenzó a hacer efecto, al final el pobre oji rubí término 8 horas bajo la cascada.

-¡Haaa!.-Gritó a todo pulmón en  un intento de no morir de hipotermia.

Tras tal grito los pájaros posados en árboles cercanos huyeron. Ya era bastante tarde y el joven llegaba a su habitación prácticamente congelado, con el único anhelo de ir a su cama, pero algo le sorprendió y esto era que había un gran hombre rubio dormido en el suelo junto a una caja de dulces y una taza de té.

-¿Rengoku-san?

-¿Kamado? ¡Ya has llegado!.-Se levantó rápidamente al oirlo y tomó una gran tela para luego cubrirlo.

-¿Como supo?

-¡Oi que pasarias 8 horas bajo la cascada como castigo por fallar el entrenamiento de Genya! ¡Probablemente mañana no se presente!