Amor y otras mierdas

CAPÍTULO 1

-[...]Y espero que este año se esfuercen y no tenga que volver a verlos el próximo año[...]
- No puedo creer que tengamos que bancar a esta vieja un año más- murmuro rodando los ojos- No se supone que ya se tenía que jubilar?
-Al parecer todavía le queda este y el próximo año- me responde Joaquin igual de fastidiado que yo
Lo bueno de la primera semana de clases es que no se hace nada y lo malo es que ¡no se hace nada!¿Saben que podría estar haciendo ahora? Exacto, durmiendo en lugar de escuchar a los profesores y directivos diciendo lo mismo de todos los años.
-¡Ey!- Escucho que gritan en el pasillo
-¡Para boludo! La puta madre Lucas- siento que alguien me golpea en la nuca- ¿que no escuchas que te estoy llamando?- dice Rafa de una forma muy agitada. Rafa es uno de mis más viejos amigos y de los más boludos sin duda.
-No me pegues pelotudo- le devuelvo el golpe con más fuerza en la nuca- si no me di vuelta es porque no te escuche-le respondo fastidiado, no estoy para sus tonterías tan temprano.
-Como sea- murmura sin duda algo molesto mientras se soba el lugar donde lo golpee- Te mandé por Whatsapp anoche para preguntarte si vas a Básquet hoy y no me respondiste nunca marica.
-No pero si vos no sos más pelotudo por falta de tiempo- le respondo mientras me siento en mi silla
-Que insultas puto
-Sabes perfectamente que perdí el celular y no tengo whatsapp
-Cierto - ríe sentándose en la mesa junto a la mía- y para cuando celu nuevo?
-No se, supongo que mi viejo se seguirá haciendo el enojado una o dos semanas más
- Uh que embole- suena el timbre anunciando que la siguiente clase está por comenzar- bueno bro, nos  vemos en el entrenamiento más tarde
-Dale, nos vemos Rafa- nos despedimos chocando los puños.
La mañana pasa bastante aburrida, más profesores sin ganas de trabajar, nosotros sin ganas de escuchar y los mismos boludos de todos los años presumiendo sus vacaciones en Brasil, Europa y sepa dios donde más. Al sonar el glorioso timbre anunciando la maravillosa hora de salida no tardo nada en estar en la puerta de salida dirigiéndome a mi auto que deje estacionado lejos del portón de salida , prefiero caminar un poco más y salir rápido a dejarlo cerca y estar 2 hs para poder sacar el auto de este quilombo de gente.
Al llegar a casa lo primero que me recibe es un exquisito olor a comida recién echa... mentira lo que me recibe al abrir la puerta es una casa en silencio y a oscuras como siempre o mejor dicho desde que mamá nos abandonó. El  garaje está vacío así que asumo que papá debe seguir trabajando, me dirijo hasta la cocina para ver que hay para comer pero no hay nada más que $500 en la mesa junto una nota de "pedí unas empanadas o lo que quieras" juro ya estar harto de las empanadas, las pizzas y toda esa comida chatarra, en eso soy como mamá que odia la comida comprada igual supongo que también nos odio a nosotros para irse un día como si nada sólo diciendo que esto no era lo que ella quería para su vida.
Luego de pedir el delivery decidí subir a mi habitación y revisar mis redes sociales en la notebook y responder unos mensajes que mi novia me mandó anoche. Treinta  minutos más tarde escucho a alguien tocando la puerta y bajó solo en shorts a recibir mi almuerzo y como siempre comer solo.
A las 7:00 pm salgo corriendo hasta el auto para ir al primer entrenamiento después de las vacaciones de verano pero una vez en el auto me doy cuenta que olvide llenar el tanque y con lo que tiene no llegaré ni siquiera a la estación de servicio.
-Mierda!- digo dando un portazo y corriendo hasta la parada del bondi esperando que todavía no haya pasado sino el entrenador me hará correr sólo por todo el complejo por llegar tarde.
Apenas abren la puerta del bondi salgo corriendo ya que el complejo está a cuatro cuadras pero aún así con un pulmón en la mano llego 8 minutos tarde, dejo mi bolso en una de las bancas cuando escucho un grito exagerado del entrenador Alfredo mejor conocido como "el pelado"
-¡Leiva! diez vueltas al complejo
Con mi mejor cara de culo empecé a trotar mientras mi "querido" equipo se burlaba de mi, hijos de puta.
- ¡Leiva deje de pasear y corra!
Una vez terminadas las vueltas estire y me uní al equipo para practicar el ritmo de dos tiempos.
-Ni siquiera el primer día podes llegar a horario?- conozco muy bien esa voz y me giro con una sonrisa en mi rostro.
-Ey! ¿Cuando volviste? Ya te estaba extrañando bro- reímos dándonos un abrazo fraternal. El es Stefan uno de los pocos a los que realmente considero un amigo, se había ido hace un mes al pueblo de su abuela de visita y el desgraciado no me dijo cuando volvía..
-Volví ayer te mandé un mensaje que nunca te llego- bufé recordando otra vez lo estúpido que fui al emborracharme tanto el sábado y perder mi celular.
Pasamos el resto del entrenamiento hablando y riendo de su mes en el pueblito hasta que terminó este con un Pelado exigiéndonos lo mejor de nosotros para ganar el torneo este año.
Al llegar a casa estaba papá en el sillón viendo un partido de fútbol y sin dudarlo busco una cerveza para sentarme  junto a él.