CAPÍTULO 2

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La dos primeras semanas pasaron tranquilas y aburridas como siempre solo clases, entrenamiento y una que otra visita de Camila ya que como este es su último año de secundaria  y posiblemente también su último año en la ciudad quiere aprovechar todo el tiempo que pueda con sus amigas y la verdad no me importa que nos veamos poco no soy del tipo celoso y después de todo ella es mi novia no un llavero que llevo conmigo todo el día.
Estoy en mi última hora de clase del viernes y en lo único que pienso es que esta noche hay una tremenda fiesta en casa de un chico de último año así que no estoy escuchando nada de lo que el profesor dice hasta que lo escucho decir mi nombre, como suricata levantó la cabeza que hasta el momento estaba recostada sobre la mesa.
-Joaquin- llamo a mi amigo con la esperanza de que el si haya prestado atención- ¿Para que me nombró?
-Si dejarás de dormir lo sabrías- me responde de forma burlona- Dijo que durante el año hay que presentar diferentes proyectos y como no quiere el mismo drama de siempre él eligió los grupos.
Sólo asentí con la cabeza y pregunté con quienes me había tocado, me dijo que estaba con él, Sara, una chica que reconocía pero jamás hablé  y el rarito del fondo. Una vez terminada la clase Sara hizo que nos reunamos para hablar sobre cuándo  haríamos el trabajo, decidimos armar un grupo de whatsapp (y si, ya tengo celular) quedamos en hablarlo por ahí para poder por fin irnos del colegio.
Al llegar a casa me sorprendió que mi padre estuviera cuando no vi su auto afuera, seguro lo puso en el garaje.
-Y ese milagro que estés tan temprano?- pregunté de manera burlesca
-La obra está casi terminada y no tiene caso que esté todo el día supervisando.
-Que bien, ¿que pediste para almorzar?- digo dirigiéndome hacia las escaleras.
-Hoy cocine yo- Dijo tan casual como si no fuera ese un real milagro.
-Okey, me cambio el uniforme y bajo- dije tratando de no sonar tan sorprendido como estaba para no arruinar el humor de Juan.
Después de almorzar decidí lavar el auto para esta noche y el resto de la tarde estuve jugando al Lol. Cerca de las 10 pm Cami me llamó para preguntarme  si iremos juntos a la fiesta, me bañe y en menos de 40 minutos estuve en su casa esperando a que abra la puerta pero en su lugar  su madre es quien la abrió y es gracioso que  después de un año siendo novio de su hija aún me mire como una mierda, la saludo por educación a lo que ella responde con un movimiento de cabeza, okey esto es muy incómodo.
Después de ese momento incómodo con Claudia mi querida suegra (notese el sarcasmo por favor) ya estoy en el auto con una Camila muy producida  en un ajustado vestido negro que me está volviendo loco, realmente tengo una novia para presumir.
-Lu ¿podemos pasar por Cande y Sofí?- dice haciendo un gracioso intento de parecer tierna
-Claro que si, todo para mi gordi- digo mientras aprovechó el semáforo para agarrar sus mejillas y besarla, se perfectamente que odia que le diga gordi pero me encanta que se enoje y llene sus mejillas en la mejor imitación de Quico del chavo del 8 además que al cruzar los brazos sus pechos se ven geniales en ese escote, sin dudas es un excelente vestido.
Luego de buscar a sus amigas por fin estamos en la fiesta. Busco un lugar donde estacionar y que no quede muy lejos porque tengo a tres dramáticas diciendo que tienen tacos muy altos e incómodos para caminar mucho, juro no entender el porqué se ponen algo que les incomoda; por fin dentro de la casa me encuentro con mis amigos y nos unimos  con las chicas.
La verdad no está siendo una gran noche se suponía que Stefan vendría y él sería el conductor designado para mi auto pero al no venir me condenó a no más de una cerveza en toda la noche porque obviamente no quiero morir ni tampoco quedarme sin auto por manejar borracho, así que decido salir a fumar sólo ya que la mayoría están lo suficientemente ebrios como para poder tener una conversación decente .
-¡Mierda Sara!
Estaba por prender mi segundo cigarrillo cuando escucho a una chica bastante molesta a mis espaldas al  voltear me encuentro con un Sara muy borracha junto a la chica con la que debo hacer grupo ¿cuál era su nombre? No lo recuerdo, quizás debería darle una mano se ve que apenas puede sostenerla.
-¿Necesitas ayuda?- digo acercándome mientras vuelvo a guardar el cigarro. Ella me mira algo desconcertada  pero niega lentamente.
-Estoy bien sólo debo ayudarla a vomitar para luego llevarla a su casa- dice tratando de no tirar a Sara.
-Sin ofenderte pero ni siquiera puedes hacer un metro sin que se te caiga- hace una mueca de desagrado pero termina aceptando mi ayuda.
-Por cierto ¿Cómo te llamas? Tengo una memoria horrible- digo alzando a Sara para llevarla a una zona con menos personas.
-Es gracioso porque somos compañeros desde hace 4 años y tampoco se tu nombre- ríe mientras me sigue- soy María, y vos?
-Tenes razón María- río también- me llamó Lucas- digo sentando a Sara en una silla que supongo estaba algo fría o húmeda por el rocío de la madrugada por que Sara da un pequeño salto quejándose.
Estuvimos un rato hablando del proyecto mientras Sara intentaba vomitar, asqueroso pero prefería tener una charla decente con una persona sobria a dormirme en un sillón del aburrimiento. Cuando Sara por fin parecía estar un poco mejor como para mantenerse de pie las acompañe hasta el auto de María.
-Gracia por la ayuda y la charla Lucas, nos vemos el lunes- dijo mientras se despedía con la mano
-Nos vemos el lunes María- dije antes de voltearme y volver una vez más a la fiesta con la esperanza de que mis amigos ya quieren irse.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2019 ⏰

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