Capítulo 1

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Noah.

La luz de la mañana comienza poco a poco a entrar en la habitación. Después de horas por fin me atrevo a mirar de nuevo a Isabella, ella se encuentra encogida sobre un sillón individual, cubierta con una manta y con su mirada perdida en la ventana.

Desde mi posición, apoyado en el respaldo de la cama y con mis brazos sobre mis rodillas, doy una mirada alrededor del cuarto. El desastre allí es evidente, hay varias cosas en el suelo y la cama se encuentra totalmente deshecha. La luz de la mañana deja en evidencia en lo que mos hemos convertido Isabella y yo.

Observo la hora en el reloj que mantengo sobre la mesa de noche, son las seis treinta de la mañana. Observo el techo, cierro mis ojos y suspiro con fuerza. Me levanto de la cama y en eso Isabella me mira levemente.

- Hora de prepararnos- murmuro con la voz ronca pasando por su lado- vamos, te llevaré al trabajo

Sin esperar respuesta alguna de Isabella camino hasta el cuarto de baño y cierro la puerta. Pongo el agua de la ducha a correr, para luego despojarme de la única prenda de ropa que cubre mi cuerpo, un boxer negro Calvin Klein.

Paso mis manos por mi rostro innumerables veces mientras el agua de la ducha cae por mi cuerpo, y también apoyo mis puños en la pared un par de veces dejando que la frustración me consuma aún más. Las lágrimas y el rostro de dolor de Isabella la noche anterior dan vueltas en mi cabeza, y sus palabras se clavan en lo profundo de mi corazón. Una noche más, una nueva guerra entre nosotros.

Cuando salgo del baño, Isabella toma mi lugar allí dentro. Me visto y voy hasta la cocina para prepararnos el desayuno. El ruido de la televisión encendida es la única compañía que tengo, no dejan de hablar de todas las cosas malas que ocurren en nuestro país y en el mundo todos los días.

- ¿Me acompañarás a cenar con mi mamá esta noche?- pregunta Isabella mientras estamos desayunando-

- Por supuesto que sí- asiento con suavidad antes de dar un sorbo a mi taza de café- te lo prometí

- Maddie está ansiosa de verte- Isabella sonríe levemente al mencionar a su hermana, yo también sonrío al escuchar hablar de la pequeña- dijo que tiene que enseñarte algo de la escuela

- Iremos- confirmo tomando su mano y dejando suaves caricias sobre ella- no te preocupes por eso

Acabamos de desayunar y dejamos mi departamento en mi auto. Conduzco a través de las calles de Nueva York hasta la cafetería de Isabella. El camino es silencioso, ya que ninguno de nosotros habla y la radio suena a un volumen mínimo.

- ¿Vas a querer tu café?- pregunta Isabella antes de bajarse del auto-

- De acuerdo- murmuro asintiendo levemente-

Camino junto a Isabella hasta que estamos dentro del local, algunas de las personas que trabajan con ella ya están por allí dando vueltas y organizando todo para la apertura pronto. Yo hago un saludo general y me siento en la barra mientras observo como mi novia prepara el café, ella está totalmente concentrada en lo que hace y yo no puedo dejar de mirarla.

El desastre que tenemos en nuestra relación no abandona mi mente en ningún momento y no puedo evitar el dolor en mi corazón cuando pienso en lo infeliz que la veo junto a mi, pero soy demasiado egoísta para dejarla ir sin antes haber luchado, cosa que en realidad ninguno de nosotros se atreve a hacer.

Cuando mi café está listo, me despido de Isabella y abandono la cafetería para ir a mi trabajo. El tránsito a estas horas está horrible, pero como sólo estoy a unas cuadras no me tardo mucho en llegar. Antes de bajar del auto me tomo unos minutos en la soledad, pensando en que debería dejar ir a Isabella para que sea feliz.


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