Noah.
Ryan y Nathan, mis amigos de toda la vida, decidieron salir a beber algo a un bar siendo viernes por la tarde, de alguna manera acabé acompañándolos y dejando a Isabella en casa de su madre, luego de cenar juntos allí.
Lucy estaba muy feliz de tener a su hija y a mí para la cena, hace días que ninguno de los dos nos pasábamos por allá, ya que Isabella llevaba varios días quedándose en mi departamento, pero en definitiva las más feliz fue Maddie, la pequeña hermana de mi novia. Así que definitivamente me hacía sentir tranquilo de dejar a Isabella con su familia y que tuvieran una noche de chicas.
Los chicos y yo pasamos un buen rato bebiendo una cerveza, mientras hablamos de trabajo y otros temas sin demasiada importancia. Hace más de un mes que no salíamos ni estábamos solos para poder tener nuestras charlas de hombres. Las dos veces que nos habíamos visto en este tiempo estuvimos junto a Isabella y sus amigas, que resultan ser novias de los chicos junto a mi. Desde la adolescencia que hemos sido los seis y eso siempre ha estado bien para todos nosotros.
- ¿Dónde dejaste a la pequeña Isabella?- pregunta Nathan mirándome con una sonrisa-
- Quedó en casa de su madre- respondo encogiéndome de hombros- pasaron varios días que no iba, así que ya la estaban extrañando
- ¿Cómo va todo entre ustedes?- vuelve a preguntar Nathan. Ryan pone más atención en nosotros-
- Ni siquiera lo preguntes- murmuro y luego suspiro- no sabría que decirte realmente
- Hermano...- dice Ryan dándome una mirada que demuestra lástima y comprensión. Hace un pausa pensando mejor que decirme- ¿no crees que ya ha sido demasiado?
- Lo dices como si fuera mi culpa o disfrutara con ello- hablo negando levemente- estoy tan malditamente cansado de todo, tanto como Bells, pero no sé qué hacer al respecto. Te juro que no tengo la más mínima idea
- Tal vez deberías dejarla ir- dice Nathan en voz baja y temiendo por mi reacción- o darse un tiempo apartados el uno del otro para pensar y analizar las cosas con la cabeza fría
- Ni te creas que no he pensado en ello- hablo sintiendo un nudo en mi garganta- pero supongo que soy tan egoísta que no puedo hacerlo y me jode ver que Isabella no es feliz
- Todavía hay chispas entre ustedes, lo he visto las últimas veces que hemos estado juntos- comenta mi amigo Ryan mirándome a los ojos- pero están lejos de lo que eran antes y tu sabes eso perfectamente. Amigo, las llamas antes volaban con ustedes dos, tenían una conexión que era casi eléctrica y todos podíamos ver eso
- Ya lo sé- murmuro sintiendo la frustración presente en todo mi ser- pero no tengo ni puta idea de qué hacer, ni de cómo salir de todo en lo que nos hemos ido metiendo con el tiempo. Cada noche es una guerra y decimos tantas cosas que luego no podemos devolver, no podemos borrarlas
- Piensa en lo que te digo entonces- Nathan pone su mano en mi hombros mientras habla- tal vez un tiempo separados les venga bien, o sino directamente dejarlo...piensa en Bella también
- ¿Podemos dejar el tema?- hablo sintiendo un peso enorme en mi cuerpo- realmente me gustaría olvidarme de todo aquello por una horas y tampoco tengo muchas ganas de hablarlo
- De acuerdo, tienes toda la razón- dice Ryan con una sonrisa- esta es una noche para nosotros y vamos a dejar todos los dramas de amor fuera
Alrededor de la una de la madrugada dejamos el bar y nos separamos para cada uno ir a su casa. Hemos charlado bastante y nos hemos tomado un par de tragos, aunque sin llegar a estar realmente borrachos. Después de lo pesado que podía ser mi trabajo como abogado, y todos los problemas con Isabella, necesitaba una salida con mis amigos donde pudiera olvidar todo por algunas horas.
¿El problema? mi departamento estaba horriblemente solo y silencioso, y en la soledad de la noche mi mente no hacía otra cosa más que torturarme con Isabella. Siendo una noche de noviembre algo fría, la única compañia que podía tener eran mis pensamientos.
Comienzo a pensar en el tiempo en que Isabella y yo eramos sólo amigos, nos conocimos cuando ella se mudó a Nueva York desde Texas a la edad de 10 años, eramos compañeros de curso y no pasó mucho antes de que nos hiciéramos amigos, poco tiempo después lo único que sabía es que ella se había convertido en mi mejor amiga. Gracias a Isabella, los chicos y yo conocimos a Leah y Allison, y ese ha sido mi grupo de amigos desde que teníamos 10.
Luego vino la secundaria y toda nuestra adolescencia, recién alrededor de los 15 años me di cuenta de que lo que sentía por Isa iba más allá que una amistad, no podía dejar de pensar en ella y en todo lo que la hacía la chica más perfecta de todo el mundo. Me tardé unos buenos meses en invitarla a salir en una cita, estaba horriblemente asustado de que ella no sintiera lo mismo por mi y arruinar nuestra amistad, a pesar de que nuestros amigos no dejaban de decirme lo obvio que ambos éramos con nuestros sentimientos por el otro.
Resultó que a ella le pasaba lo mismo que yo y los dos dejamos que nos ganara el miedo, hasta que yo me atreví a dar el paso, que fue básicamente después de ver que los chicos comenzaban a interesarse en ella. También tenía algunas chicas que intentaban conseguir mi atención, pero yo no les daba ninguna importancia. Isabella se convirtió en mi primera vez en varias cosas, fue la primera niña que me gustó, mi primer beso, mi primera novia, mi primer amor y mi primera vez también fue con ella.
Así que hemos estado juntos desde los 15 años, es decir por más de 10 años ahora que ya tenemos 26, yo a punto de cumplir 27 en un par de semanas. Todos estos años las cosas fueron tan bien como podían, mis amigos tienen razón en que ya no somos el fuego y la electricidad que solíamos ser y realmente teníamos una relación casi perfecta. Excepto cuando terminamos por una tontería alrededor de dos semanas antes de la graduación y durante la universidad también pasamos por tiempos donde las cosas se enfriaron un poco debido al nulo tiempo que nos dejaban los estudios.
Hace alrededor de seis meses que las cosas comenzaron a cambiar, cada vez las peleas empezaron a ser más grande y más frecuentes, y ya he perdido la cuenta de todas las veces que he visto a Bells llorar desesperadamente mientras me grita cosas a la cara, todas las veces que he visto el dolor y sufrimiento en sus ojos. Aunque también olvidé cuando fue la última vez que le vi reír o sonreír de verdad, incluso el brillo de sus ojos ha desaparecido.
Yo no he estado mucho mejor que ella, han pasado semanas o meses desde la última vez que pude dormir tranquilamente y de la última vez que me sentí tocando el cielo. Ambos decimos cosas hirientes, cosas que por más que queramos no podemos olvidar ni tomarlas de vuelta para nunca decirlas en realidad.
Pienso en las palabras de mis amigos y sé que dejarla ir puede que sea la mejor solución, al menos así ella podría volver a ser feliz. No es que yo no hubiera pensado que eso sería lo mejor, porque mi mente me ha hecho malas jugadas con esa idea innumerables veces, incluso estando en la misma habitación que ella en una de nuestras tantas noches, pero simplemente no puedo tomar la decisión y dar el paso.
Mientras estoy allí acostado sobre mi cama mi mente nuevamente da vueltas a la idea de dejar ir a Isabella y una parte de mi sabe que si quiero que ella sea feliz nuevamente eso es lo que tengo que hacer. Pero luego viene la otra parte, la que no quiere perderla y las siguientes imágenes que aparecen en mi mente son de ella estando con alguien más.
En ese momento es que cuando me doy cuenta de que tengo que parar, incluso me levanto a buscar un vaso con agua, porque la idea de Isabella estando con alguien más, enamorada y siendo feliz con él, me quema por dentro. El sólo pensamiento de ella con otra persona devora todo mi interior, me duele el corazón, la cabeza y me cuesta respirar.
- Lo siento mucho Isabella- le hablo a nadie en particular, ya que estoy totalmente solo- pero soy demasiado egoísta para dejarte ir
Mi mente continúa llevándome a lugares que no hacen más que dañar aún más mi corazón, llego incluso a soltar algunas lágrimas de frustración y dolor, pero me ayuda a quedarme dormido en algún momento de la noche. Aunque Isabella es la dueña incluso de mis sueños.
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Happier
Teen FictionHistoria basada en la canción Happier de Marshmello con Bastille.