Al demonio las reglas, la única regla, proteger a la familia.

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Un auto limosna negra, se había detenido delante de varios autos de color negro,  el conductor, los pasajero del vehículo, estaba conformado por una madre y su hija, que viajaba en la parte de atrás, las cuales vestían con un traje de jalas de mismo color, aparte de ella estaban tres sujetos, vestidos con trajes de color negro, uno de estos sujetos era el conductor del auto, un tipo de piel morena, cuerpo esbelto, una barba de estilo de ancla y de color negro, era rapo, unas heridas en su rostros, y llevaba puesto unos lentes negros.

—Esto se ve mal—le comento el copiloto al conductor y agrego—Creo que sería bueno retroceder, no queremos entrar en conflicto con esa banda rival.
—Lamento informarles, pero lo han rodeado por atrás—Exclamo el pasajero que estaba al lado de las mujeres.

El rapo, apretó sus dientes con furia, no esperaba encontrarse con aquellas personas, pero debía eliminar el obstáculo por el bien de la familia. El conductor, sacó una moneda de color plata que brillaba con el sol y la mordió, esto lo hacía para aguantar su furia y para concentrarse en las balaceras.

—Te entiendo, amigo—El copiloto, sacó su fusil junto con el conductor y el otro pasajero, lo cargo y le dijo a las mujeres—Deben protegerse, no sabemos si el auto será dañado.

Las mujeres, obedecieron al copiloto y se mantuvieron agachada. Los tres bajaron del auto y empezaron a atacar.

Extraños recuerdo recorrieron la memoria de Beta, y aunque esto eran confusos, sólo tenía en mente una frase.

«Proteger a la familia», pensó Beta, la cual se paro y se dirigió hacia el sujeto, que tenía sujetada a su protegida.

Uno de los ayudante del secuestrador, apunto su fusil a la chica robot, pero Beta, se acercó corriendo a él, el sujeto, disparo varias veces su arma, las balas rebotaron en el cuerpo de la androide y aunque varias parte de la coraza metálica de la joven fueron destrozada, la androide, tomó el fusil del sujeto, y después de forcejear con el, le pudo quitar el fusil, el cual apuntó a la. Cabeza del desgraciado, el cual estaba tórax en el sueldo.

La intención de Beta, era matar a ese maldito asaltante, pero en su pantalla le apareció un símbolo de advertencia y una voz le decía, “no matar a otro humano”

«Maldición», pensó Beta, que pensó en golpear al sujeto, pero otra vez la voz se oyó, “no lastimar a un humano”, la androide, muy molesta pensó, «No me importa, mi única misión es proteger a la familia».

La androide, tomó la pistola y le dio varios golpe al sujeto, hasta que cayó al suelo inconsciente por tanto golpe, entonces un fuerte ruido se escucho en la cabeza de Beta, y una alerta roja se vio en su pantalla visual, “Incumplimiento de la regla, se debe reiniciar el sistema”.

—Jodete de una puta vez, maldita voz—La androide, tomó el fusil, lo coloco en su cabeza y buscando el lugar exacto, se disparo para destrozar la unidad en la cual salía la voz.
La alarma de alerta desapareció, y la androide suspiro con mas alivio, esperando que no fuese tan regalada por esa acción, pero debía proteger a sus amos y la única forma era romper el ship de las reglas.

«Ahora, estoy mejor», pensó la androide, que le quito al sujeto una moneda y la mordió.

La androide, corrió con fusil en manos, hacia su objetivo, la chica fue interceptada por varios terroristas, que empezaron a disparar a la androide, la cual aunque recibía el impacto de las balas, las cuales destrozaban cada parte de su cuerpo robótico.

«No me importa cuanta veces me disparen, yo cumpliré con mis misión», pensó la androide, que empezó a dispara a cada unos de los terrorista, estos cayeron muertos.

El jefe del grupo, al darse cuenta que sus asistentes había muerto por la manos de betas, le disparo varias veces, y aunque estos disparos destrozaron el brazo  derecho de Beta y rompió el tanque de aceite de la androide, esta aun seguía.

Protocolo: Servir y proteger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora