Remodelacion.

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La joven Ellen había decidido comunicarse con su madre, para que le asistiera en la reconstrucción de Beta. A pesar de la súplica del padre para evitar que la primogénita, se comunicase con su ex esposa, al final la mujer contestó la llamada de su hija.

—Buen día, mi querida Ellen—Saludo la dulce voz de su madre y agrego—En que te puedo servir, ¿quieres dejar a tu padre y venir a vivir conmigo?

—Cuelga el teléfono, hija—El padre de Ellen ordenó a su hija.

—Padre, deja de molestar—le reclamo la joven Ellen a su padre y luego volvió hablar con su madre.

Ellen le comento a su madre sobre la androide que había construido su padre, y sobre lo que había sucedido en el  supermercado, después de larga explicación que la joven Ellen, le contó a su madre, el otro lado de la línea quedó en un silencio pensativo. La madre de Ellen, estaba silenciosa al escuchar lo que había echo su marido, la mujer con enfado le grito varias palabra consonante y vulgares a su ex.

—Maldición, tu metiste el cerebro de un humano al cuerpo de un androide, ¿cierto? —La voz de la mujer parecía molesta.

El marido al escuchar el comentario de su ex, se hizo el sordo durante unos segundo, y después del incómodo silencio confesó todo. Al terminar de escuchar la confesión la mujer que estaba al otro lado de la línea, suspiro hondo y frustrada.

—Sabes que lo que hiciste, es uno de las prohibiciones de la robótica—Le comento la mujer a su ex y luego le comento a su hija—Te ayudaré hija, no me puedo enfadar con la androide por lo que hizo tu padre, solo sigue mis indicaciones.

—Claro—La joven Ellen le contesto a su madre y luego ordenó a la inteligencia artificial de la casa—Quiero que la llamada se extienda por toda la casa.

La madre le dijo a su hija que como un primer paso, la chica debería llevar a la androide al laboratorio de su padre, el señor de la casa fue obligado a prestar su lugar de trabajo. La chica hizo caso a su madre y fue al laboratorio, en aquel lugar dejó el cuerpo de la androide en una mesa de trabajo, por órdenes de su madre abrió la parte frental de la androide para descubrir que conectado al procesador había un cerebro, que flotaba en un líquido viscoso.

—Hay un cerebro humano, ¿cierto? —pregunto la madre a su hija al darse cuenta del silencio de esta.

—Si—le afirmó la chica a su madre, no sabía lo que pensar de su padre.

—Tu padre debió conseguir el cerebro de la morgue—La madre le dijo a su hija y luego agrego—Chiquilla, ahora saca el cerebro con cuidado y ponerlo en un frasco que debe tener un suero, luego saca el procesador, carga la información y envíamela a mi computadora, que voy a hacer varios arreglos.

La chica hizo lo que le había ordenado su madre, y luego de tener la parte del cerebro lista, la mujer le siguió dando instrucciones de como debería reparar el androide. La joven siguió al pie de la letra, las instrucciones que le daba su madre, le  hizo cambio a ciertos mecanismos, también tuvo que remplazar partes del cuerpo, las cuales no se podían arreglar, después de terminar con el arreglo de la androide, esta quedó muy diferente a lo planteado originalmente por su creador original.

La versión mejorada, tenía una cara que parecía un poco más ruda, su cabello ahora era rojizo y corto, que le llegaba hasta la barbilla y tapaba sus mejillas, sus ojos habían cambiado a un color rojo escarlata, sus manos habían sido reemplazadas por unas que parecían guantes negros, se escondieron unas ruedas en sus pies, creando un modo rápido, el color de piel cambió a uno un poco más moreno y medio claro. La androide parecía ya una verdadera guardiana y a la vez sirvienta.

Protocolo: Servir y proteger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora