El Golpe Del Dios Máquina.

254 31 4
                                    

Durante la madrugada de aquel día un grupo de personas que vestían con unas batas de laboratorio, la cuales eran de color blanco y mantenían abrochadas, pantalones negros, zapatos negros, se habían reunido a las afuera de un almacén abandonado. Las personas con batas a parte de vestir con el atuendo anteriormente mencionado, llevaban puestos unos lentes de seguridad de color amarillo, y tenían puestas unas prótesis de metal.

El gran portón del almacén se abrió y los presentes entraron en fila, al estar adentro el sitio que estaba oscuro, se iluminó y dejó ver una compleja estructura que era un tipo de laboratorio en el cual se desarrollaban una series de modelos robóticos. Los presentes bajaron unas escaleras de metal y se sentaron en unos bancos de metal, los cuales estaban distribuido como si aquel lugar fuese una iglesia.

El espacio que separaba las dos hileras, estaba destinado a una alfombra azul con borde de color metálico, durante unos minutos los presentes estuvieron con sus manos juntas y con sus ojos cerrados rezando hacia una representación de su ser de adoración, un gran engranaje dorado el cual tenía en su interior una gran cabeza de un androide. Los rezos de los presentes estaban recitado en un extraño lenguaje, que tal vez fue inventado para adorar a aquella imagen.

El gran representante de aquella religión, el que supuestamente fue el elegido para expandir la palabra de aquella extraña divinidad, se hizo presente y camino junto con dos jóvenes aprendices hasta el altar para dar sus sermón de esa mañana. Los aprendices se colocaron a cada esquina de aquella improvisada tribuna, mientras que el representante de aquella religión se ubicó frente al micrófono.

-He aquí a los primeros-Comenzó hablar el sacerdote el cual llevaba puesto como todos los presentes su uniforme, pero a diferencia de seguidores, el uniforme que llevaba el sacerdote incluía una corona de metal plateada, unos guantes negros que cubrían sus manos además el no traía los lentes y para remplazar aquel requisito, el se había quitados sus ojos naturales y lo remplazo con unos metálicos de color plateado, el sujeto continuo su sermón-Hemos logrado obtener las armas suficientes para declarar la guerra santa, y reclamar el mundo que le pertenece a nuestro señor.

Se escucho por todo el almacén los vítores de los presentes, mientras que los aprendices aplaudían por recibir la gran noticia. El gran sacerdote sonrió al escuchar la euforia que le rodeaba, y luego aclaró su garganta para continuar y como señal a los presentes para que parasen el jubiloso escándalo, sus seguidores pararon y se mantuvieron en silencio, así que el gran sacerdote continuó con su diálogo.

-Hoy será el día en que mostremos a los paganos, cuál es el verdadero dios a qué deben seguir-Exclamo el sacerdote y agrego-Hoy será el día en que la mano de nuestro señor, comenzará su arremetida en contra de esta tierra llena de infieles y dioses falsos, y acabará con todos ellos, destruirá los corazones de los villanos y las grandes potencias se arrodillaran a los pies de nuestro gran señor.

Los presente volvieron alzar sus rezos pero estos parecían traer júbilo, el día prometido había llegado, el día que empezaría con su asedio y demostraría al mundo de que el dios máquina, descendería para guiar a los habitantes de la tierra.

En un comienzo la androide había perdido en el juego de pelea, ya que como decía el pequeño hermano de Ellen, el era muy bueno en el GSF, pero después de unas cuantas luchas ganadas, la racha de victoria que había tenido el niño se había acabado, ya que después del cuarto combate ganado la androide empezó a ganar, una y otra vez, hasta que había dado vuelta su racha de pérdida, ya que había ganado un total de seis batallas.

-Vaya, me has ganado otra vez-El menor de los hermano le comento a Beta, mientras veía la pantalla de loser-Te has vuelto muy buena en este juego.

-Es gracias a usted-Sonrió Beta y agrego-He podido predecir su forma de jugar, y pude utilizar el personaje y las combinaciones de botones perfecta para vencerle.

Protocolo: Servir y proteger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora