lección 85

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Con las cosas que me pasan a lo largo de mi vida, me doy cuenta de quién realmente merece la pena. De esa gente que de verdad te apoya, con todo. Sin importar de dónde seas, cómo seas o lo que pienses. Me doy cuenta de toda esa gente que te anima cuando lo necesitas, cuando te has llevado un palo bien grande o cuando no estás pasando por tu mejor momento. De aquella que busca un hueco simplemente para sacarte una sonrisa, porque sí, porque así lo siente. Para darte un beso, un abrazo, o incluso para mirarte de esa forma que te recuerda que está ahí.

De verdad que hay gente ahí fuera que realmente merece la pena y no puedo sentirme más afortunada. Qué suerte que aún haya gente con buen corazón y dispuesta a hacer tu vida no más fácil, pero sí mejor.

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