lección 100

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Ojalá lo superes.

Ojalá toda esa mierda no te quite nunca tu sonrisa. Y ojalá nos regales más carcajadas a pesar de todo. Ojalá te quieras en todas tus facetas, en todas, incluso en esas en las que no puedes más. Ojalá tengas fuerza para no rendirte nunca, porque tú puedes con todo. Ojalá todo esto acabe algún día y cambiemos el significado de la palabra. Y ojalá el rosa algún día no vaya más allá de un color. Ojalá salgas ahí fuera y demuestres lo que vales, lo que eres capaz de conseguir. Y ojalá no dejes nunca de ser una luchadora. Ojalá te mires al espejo y te rías, y te digas “qué guapa”, incluso aunque haya cambios en tu aspecto. Y ojalá no tengas miedo, porque no estás sola. Ojalá vivas, sin importar lo que venga. Y es que, que venga lo que tenga que venir, pero que te pille siendo feliz. Siempre. Ojalá le demos una patada a eso y lo mandemos lejos, bien lejos, para que no vuelva más. Y ojalá acabes diciéndole bien alto ese “Lo conseguí”. Y te sientas mejor que nunca. Ojalá superes la barrera. Y ojalá mañana puedas ver las grandes vistas que hay detrás de esa cuesta tan dura.

Ojalá el corazón,
tú, todas las que están como tú
y todos los que estamos con vosotras,
le ganemos la batalla a eso que tenéis ahí dentro.

Porque juntos somos más.
Y lo conseguireis.

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