Drarry_ oneshots

No se volverían a separar.

     -¡Holaaaaaaaaa!
     -Sirius Orion Black, por favor, no me grites en el oído.
     -Perdoname amor. ¿Estas bien? ¿Te traigo un ibuprofeno?
     -Ay Sirius, tampoco hace falta exagerar. Venga siéntate aquí conmigo -. Sirius obviamente no se negó. Era imposible,  hacía una hora, ¡Una hora! Que no veía a su Lunático. Así, que haciendo uso de su fuerza, levantó a Remus por las caderas, se sentó y sentó a Moony encima. Remus sin oponerse se acurrucó y siguió leyendo del libro que había cogido de préstamo.
      -Moony.
      -¿Que cielo?
      -¡Hay no me digas apelativos cariñosos que me muero de ternura y amor, me desconcentro y me dan ganas de besarte! Bueno el caso es que las próximas navidades convencí a los padres de cornamenta para poder quedarme aquí contigo, con la condición de ir en año nuevo los dos. ¿Que dice? ¿Te apuntas?
     -¡Oh! ¡Que tierno eres amor! ¡Por supuesto que me apunto! ¿Pero estas seguro de querer hacerlo tú? Desde que entramos en Hogwarts nunca pasas una Navidad lejos de los Potter, siempre fueron lo más importante para ti.
     -Ya, pero ahora lo más importante eres tú, además así tenemos la habitación para nosotros. ¡Peter, James y Frank ya no nos despertaran con sus ronquidos!
     -Ajajajajajajajajaja, sí mi amor. Es verd- no pudo terminar, pero advertir de advirtieron. Sirius le estaba besando agarrando obsesivamente por la cintura (N/A nuestro Sirius es el seme de la relación ajajaj). Mientras remus colocaba sus brazos en el cuello de Canuto y con sus pequeñas manos jugaba con su pelo.
     Sirius sentía que se moría. Estar así con Lunático era su perdición.  Ay, lo amaba más que a su vida. No podía vivir sin el.
     Remus era lo que le empujaba cada día a levantarse. A no rendirse en la guerra que estaba empezando. A soñar en voz alta y olvidar todo lo malo. A ser él mismo. A ser buena persona. A no olvidar de donde venía e intentar a la vez no recordar lo malo de ello.
     Y es que cada vez que se levantaba con con el peso del pequeño cuerpo de Moony abrazado a su pecho; con sus sedosos cabellos acariciandole, e invitandole a tocarlos; con sus dulces y atrayentes labios llamándolo a besar a su novio por el resto de la eternidad, se sentía vivo. Por fin. Vivo. Y com ganas de seguirlo.
     -¡Ah! No, no, no, no. Otra vez esta pesadilla no. Sirius no estás en Azcaban, no estás en Azkaban.
     -¡Sirius! ¡Sirius despierta!- una lejana voz qu se le hacía familiar le llamaba alarmada.
      De repente despertó. Tenía a un alarmado Remus, con lágrimas en los ojos y todo su hermoso pelo despeinado. Su primer impulso fue obviamente abrazarlo,  desde que se reencontraron después de la muerte no se separaron.
     Nymphandora lo entendía, Sirius había estado toda la vida con su ex-esposo. Entendía que no se quisieran separar, actualmente estaba conociendo "gente" nueva.
     -Ay amor siento haberte preocupado.
     -Sirius. . .-sollozaba Lupin- estabas tan pálido, retorciéndose, llorando, sudando. Me asusté muchísimo.
     -Perdon mi amor. . .-Black acariciaba con amor el cabello de su actualmente prometido mientras que lo aferraba a su pecho y dejaba que salieran lagrimones de sus ojos.
     -Se que tienes pesadillas, pero no puedo evitar asustarme.
     -Es por mandarme dormir en el sofá- Remus soltó una leve risa que encandiló a Sirius- sabes que contigo no tengo pesadillas.
      -Ajajaja, anda hazme un sitio futuro Lupin-Black.
      -Vale pequeño Black-Lupin-. Se acurrucaron y se quedaron dormidos. Ya nada iría mal. Ahora estaban juntos. Para el resto de la eternidad. Ahora nadie los separaría, porque juntos eran invencibles, porque no se volverían a separar.