Drarry_ oneshots

Y POR ESO...

     Menos mal que tenía a Draco ahí, abrazándole, recargandolo sobre su pecho con las manos rodeando su cintura. A su lado, la pareja de recién casadas, Hermione y Pansy se abrazaban y lloraban silenciosamente. Muy diferente a Ron, que sostenía la mano de Blaise, y a Ginny, que estaba sentada en el regazo de su mujer, Luna, y aferrando se a su cuello.
     El resto de los hermanos Weasley también lloraban, pero de forma más contenida, no era un llanto de ertod que hacían que se te cruzara la piel como a un gato, que era como estaba Ron y Ginny.
     Aunque no lo pareciera Draco también estaba destrozado, desde que le había confesado a su familia su romance con su esposo, Molly le había acogido como si nunca se hubiera portado mal con sus hijos, como si siempre hubiese sido parte de la familia.
     Aunque con diferencia, el que peor estaba era Arthur, y normal, acababa de perder al amor de su vida, a su mujer, a la persona que más amaba en este mundo. Estaba sin duda alguna fatal. No comía, no dormía, hablaba. Bueno, salvo que sus nietos le hablaran, para ellos siempre estaba, eran unos niños al gin y al cabo.

     Dos horas más tarde ya había terminado el entierro. Estaban en casa y su novio no lo soltaba para nada, solo cuando uno de ellos necesitaba ir al baño. En la intimidad de casa, Draco, se había permitido llorar. Harry, siendo Harry le había acariciado el pelo hasta que Malfoy se quedó dormido en su pecho.
     Se despertó y noto como Draco se movía ligeramente. No penso que se había despertado así que le dejo dormir un rato más. En realidad, el Malfoy estaba pensando en la relación de Molly y Arthur, el había encontrado eso en Harry, y no estaba dispuesto a dejarlo ir nunca.
     Se levanto decididamente y sorprendiendo a Harry le dijo que saldría un rato. Fue directo a la joyería de un viejo amigo que conoció en el colegio para pequeños magos antes de Hogwarts y empezó a mirar los anillos de compromiso.
     De repente vio uno que le quitó el aliento. Era simple pero hermoso, como su Harry. En seguida lo pidió, pago y se lo llevó a casa. Le mando una carta a Hermione preguntándole si podía Harry estar con ellos, pues el necesitaba visitar las tumbas de sus padres, y Harry no lo podía soportar. Al rato le llegó la respuesta, en ella Granger le decía que sin problemas, y que de hecho, le iban a mandar una carta a Harry diciéndole que si no le importaba pasar la tarde en casa con ellos hasta que el les mando la carta.
Bajo hasta el salón y le dijo a Harry:
     -Amor, dice Hermione que si puedes pasar la tarde con ellos, te necesitan Harry.
     -Pero amor, tu también estás mal.
     -Si, pero voy a visitar la tumba de mis padres, y bueno, se que no te gusta ese lugar-. Vio como a su novio le recorría un escalofrío.
     -Esta bien, me calzo y voy.
     En cuanto Potter se fue, Malfoy se puso a prepararlo todo. Hizo maravillas con la magia y sus manos.
     Fue muy meticuloso para que quedara lo más muggle cliché posible. (Sabía que a Harry le encantaban esas cosas).
     Cuando terminó, se dio una ducha y se preparó, tenía planeado que esa noche, después de la cena se fueran de fiesta si su León aceptaba. Se puso un top a rayas (amaba la moda muggle adolescente), unos pantalones que le quedaban poco más arriba de la cadera, unas botas estilo militares y una chupa de cuero. Se peinó el pelo hacia atrás cono antaño cuando era un renacuajo, solo que de manera más desenfadada.
     Justo cuando acabo de arreglarse llego Harry, quien lo miro confundido.
     -Hola amor, ¿qué tal?
     -¿Por qué estás tan arreglado Dragón?
     -Sorpresaaa, preparé una cena especial.
     Abrazo al Potter por la cintura y le beso la frente.
    Harry se preparó, el rubio le pudo una cinta tapándole los ojos y le observo. Su pequeño novio se había puesto unos vaqueros negros, unas botas estilo militar y una especie de "crop top" de rayas verdes, blancas y rosas. Con su pelo alborotado y sus sonrosadas mejillas estaba hermoso.
     Lo condujo hasta el comedor donde lo había preparado todo y le sentó en una silla, se arrodilló serca y susurró:
     -Quítate amor.
     Al hacerlo, Harry se encontró con una hermosa habitación decorada al antiguo estilo muggle Sanvalentinesco y a Draco arrodillado delante de él.
     -Harry, mi todo, se que en el pasado tuvimos nuestras diferencias y conflictos, se que a veces no soy el mejor novio del mundo, y que nos enfadamos por nada, pero te amo, nos amamos, y ¡Ay por Merlín! Y por eso, ¿quieres casarte conmigo?
     -Si Draco, claro que si, eres... eres em amor de mi vida.