El día en el pueblo era soleado, pero que el clima no los engañe, porque cada momento era nublado, los gritos desesperados se hacían presentes y el miedo se sentía en cada esquina; los tenderos, panaderos, campesinos, carpinteros y zapateros ya sabían que les esperaba, yo ya sabia que me esperaba, yo Marta una humilde costurera de descendencia liberal ya sabia que me preparaba el destino.
Ya llevaba mas de cinco horas escondida en este sucio y empolvado lugar, esperando alguna señal de que los desgarradores ataques afuera de mi rancho pararan, a cada momento se escuchaban distintos quejidos y sentencias que venían de ambos bandos. El ambiente cada vez se sentía mas tenso, de un momento a otro sentí unos lentos y pesados pasos que venían hacia mi, decidí quedarme quieta a esperar mi sentencia.
Cuando se abrió la puerta pude ver a un hombre fuerte, grande e intimidante, que cubría su cara con lo que parecía ser una pañoleta. Al verme me acaricio el rostro; caricia que viniendo de el era desagradable, me levanto de los brazos con un agarre fuerte y dominante, lo cual me asusto aun más, intente huir, pero fue en vano. Cuando salimos al patio me encontré con mis hermanos; cada uno mas asustado que el otro, eran tres campesinos que no tenían como defenderse.
El mismo hombre me obligó a arrodillarme al lado de mis hermanos, diferentes tipo de violentos y estúpidos insultos salían de sus bocas, pues en total eran seis hombres, todos seis grandes, e incluso poderosos, cada uno buscaba manera de justificar sus golpes con nuestras diferencias sociales y políticas.
Cada momento escuchaba los fuertes sollozos de mis hermanos, eran torturados lentamente uno por uno. Hasta llegar a mi, con pasos seguros, saco su pistola, me apunto y halo el gatillo.
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Escritos
PoetryAl principio inicie esta historia sin ningún tipo de proposito, pero siendo sincera se ha convertido en el lugar donde descargo mi mente, todos los sentimientos, momentos, pensamientos y situaciones que se vuelven inexplicables, pero que se vuelve...